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Draco Malfoy.

Por la mañana Harry se levantó a bañarse más temprano de lo que acostumbraba a pararse, a decir verdad me había parecido algo sumamente raro, ya que el suele tomarse su tiempo para levantarse.

Sin embargo, cuando salió no parecía estar de el mejor humor, se alistó seguro con la primero que vio y aunque la combinación le salió bien no era algo que yo usaría.

Uso unos pantalones de mezclilla oscura combinados con una camisa vino y un saco negro con unos zapatos negros.

Mientras el se metía al baño para lavarse los dientes yo entre al vestidor sacando de mi closet entero negro una camisa negra acompañada de una corbata de seda verde, unos pantalones negros con un cinturón con el broche de plata y mis zapatos negros, una túnica elegante verde con un chaleco de botones plateados.

Bajamos en silencio hacia el comedor, ya nos habíamos dado los buenos días.

Las puertas pesadas de roble estaban abiertas de par en par, en la mesa ya estaba servido nuestro desayuno.

Una tortilla española junto con un par de tazas de Chocolate para Harry y café para mi, nos sentamos en la mesa, mi profeta ya estaba ahí, como siempre lo abrí en la sección de finanzas y nada interesante.

Oficialmente en unos días tendríamos que regresar a la mansión Malfoy para poder empezar a mostrarnos a la sociedad.

Quería decirle a Harry que desde hace ya un tiempo deberíamos haber regresado a la mansión principal, pero creo que Harry ya había empezado a tomarle cariño a esta casa.

-Ya es primero de diciembre, deberíamos que ir consiguiendo un árbol.

Comentó Harry mientras bebía su chocolate caliente, era mi oportunidad para tirar todas las bombas que le tenía preparadas.

-En cuanto regresemos a Inglaterra podemos ir a buscar el árbol para las fiestas de yule.

Harry me miró y dejó suavemente su taza en la mesa, su mirada se clavó en la mía, una de sus cejas pobladas se alzó.

-¿Regresaremos a la Mansión Malfoy?.-Pregunto confundido.

-Sí, tenemos que regresar porque nuestra luna de miel se acabó ya hace varios días, además de que debemos empezar a diseñar nuestra propia mansión, yo en lo personal había pensado en tomarnos un año libre para viajar y conocernos, ya sabes esas cosas.

Unos minutos de silencio bastaron para que Harry pudiera analizar todo. Sus labios cereza se curvaron en una suave sonrisa.

-Me parece bien lo del año... ¿Cuándo regresamos a Inglaterra?.

-Bueno después de asistir a la cata de vinos de los Zabini.

Harry ladeó su cabeza.

-¿Eso es mañana cierto?.

Asentí ante eso y tomé mi taza de café para poder darle un sorbo.

El líquido caliente refresco mi garganta, tan amargo que si no estuviera acostumbrado haría un mueca.

Pero así me gustan los cafés, cargados de café y sin endulzar ni un poco.

-Bueno...-Harry miró nerviosamente su taza de chocolate- ¿Podemos...ir..a..?

Fue mi turno de alzar una ceja, mire a Harry esperando su respuesta, sus ojos verdes me miraron y dudando se aclaró la garganta.

Unos dos minutos más de silencio pasaron y ya no podía con mi curiosidad.

•°100 𝑅𝑎𝑧𝑜𝑛𝑒𝑠 𝑃𝑎𝑟𝑎 𝐴𝑏𝑟𝑖𝑟 𝐿𝑜𝑠 𝑂𝑗𝑜𝑠•°Donde viven las historias. Descúbrelo ahora