•°100 𝑅𝑎𝑧𝑜𝑛𝑒𝑠 𝑃𝑎𝑟𝑎 𝐴𝑏𝑟𝑖𝑟 𝐿𝑜𝑠 𝑂𝑗𝑜𝑠•°

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Draco Malfoy.

Potter se fue, solté un gran suspiro.

-Dixie quiero el desayuno listo para cuando regresemos.

Con eso acaricié el anillo susurrando el nombre de Harry y casi de inmediato aparecí a su lado, estaba fuera del ministerio cruzado de brazos.

Este me miro sorprendido, antes de que quisiera comenzar alguna pelea lo interrumpí hablando.

-Los anillos pueden teletransportarnos al lugar que queramos con solo decir nuestro nombre, de todas formas no te quejes porque estoy aquí porque tú lo permitiste, si tú no hubieras querido que me encontrara a tu lado el anillo no me hubiera permitido trasladarme hasta aquí.

Entramos al ministerio. Harry evitando mi cercanía, no había muchas personas.

Intente caminar a su ritmo para avanzar juntos, el se negó apartándose de mi avanzando más rápido dejándome atrás.

-Accio Harry Potter.-Dije divertido, de inmediato Harry fue arrastrado hacia mi, para molestarlo más lo tomé de la cintura firmemente para pegarlo a mi.

¿Por qué tenía que ser tan idiota y mandilón?... supongo que era algo que ya no tenía sentido evitar, de todas maneras ya la había cagado.

-Mío... ¿Recuerdas?.- Murmure divertido al ver como Harry evitaba con todas sus fuerzas mandarme al diablo.

Lo solte suavemente y lo dejé avanzar primero, debería que comenzar a cambiar esto de mi por qué sé que algún día Potter de verdad iba a matarme si seguía así.

Llegamos hasta donde estaba el Duende.

Ciertamente, Gringotts no es de mis sitios favoritos me la he pasado la mitad de mi vida aquí adentro.

-Estos son los papeles que deben que firmar ambos para que podamos hacer la nueva bóveda y mover sus riquezas.- Dijo el Duende mientras me pasaba el simple papel.

Si estuviera felizmente casado, me enojaría haber salido para esto, digo, ¿Esto es tan importante como para sacarme la mañana después de mi noche de bodas?

De todas maneras me limité a firmar, Potter también lo hizo leyendo tan concentrado que su ceño estaba fruncido ligeramente y sus labios estaban en una fina línea.

La verdad es que solo un ciego no podría ver toda la belleza que irradia, más si está bien vestido, con una ropa cara y ceñida.

-Puedes dejar de ser tan acosador por un maldito momento.- Dijo Potter mientras entregaba el papel viéndome fastidiado.-Listo.- Dijo él mientras le tendía el papel al elfo y a mi me regresaba mi pluma.

-Eso era todo, disculpen las molestias.- Dijo el Duende chasqueando los dedos haciendo que los papeles desaparecieran.

Me reservé el comentario de que no era una molestia, igualmente en casa Potter y yo solo discutíamos y apenas íbamos por el segundo día de casados.

-Malfoy...

Al escuchar mi apellido en los labios de Harry lo volteé a ver.

¿Qué iba a decirme?.

Hey Malfoy es una joda emocional tenerte a mi lado, qué te parece si tratamos de divorciarnos... Por dios no llevamos ni una semana juntos y ya me quiero tirar de un risco.

Si eso es algo que Potter pensaría.

-Tratemos de llevarnos bien al menos soportarnos, ¿Si?.- Dijo finalmente rendido.-Después de todo estamos ya jodidos.- Completo frustrado y yo sonreí.