-||Tempestad ||- #BNHA. [Aizawa Shota x Oc]

⚓Capítulo 60⚓

El juez, después de escuchar tanto a testigos, demandante y demandados, tuvo su veredicto, declarando culpables a quienes intentaban y rogaban que creyeran que no habían hecho nada malo.

Estos al escuchar su sentencia de más de diez años, miraron con horror hacia Ruby, comenzando a insultarle y deseándole lo peor de las cosas para este mundo, pero ella simplemente hizo oídos sordos, observando hacia el frente, pues no solo los había demandado por ella, también va para todos aquellos que siguen en prisión y habían sufrido el doble que ella, esperaba que haya mejor trato para todos.

La mano del mayor a su lado se entrelaza con la suya, haciendo de ese modo un gesto de "todo esta bien y no estas sola". La pelirroja observó aquello y luego conectó mirada con la del contrario, viendo que este le sonríe con levedad... de verdad estaba cumpliendo la promesa de no dejarla ir.
El juez que llevó el caso se puso de pie y se despidió de manera formal ante ellos, retirándose de la sala para escuchar atentamente como los que vinieron por la pelirroja, sueltan un grito de alegría.

-Lo lograste Ruby, y en un día. -Aizawa se pone de pie mientras la ayuda tambien-

-Lo hice por todos aquellos que no merecen un trato inhumano.

-Deberias ser defensora... -el pelinegro la observa atentamente-

-Lo soy... para estas personas -mira a los testigos de ella- todas estas personas, vinieron a mi para que les ayudase a tener una nueva vida y así lo hice. Algunos ya tienen familia otros han conseguido trabajos dignos y otros están siendo sus propios jefes -rie un poco para luego mirar al héroe- ayudo a mi manera.

Sorprendido antes esa declaración, ambos comenzaron a ir hacia la salida, aunque uno de los guardias del lugar pidió hablar unos momentos con el héroe, dejando sola por unos segundos a la sirena.
Saludando con una sonrisa a las personas, alguien puso su mano en el hombro tomándola de sorpresa, así que para matar su curiosidad, observó de quién se trata.

Grande fue su sorpresa al ver a nada más y nada menos que...

- Mr.Compress... ¡digo!, Atsuhiro... -observa a los lados para después fijarse en el hombre sin mascara- ¿qué haces aquí? Alguien podría verte, tonto.

-Te dije que estarían para ti, Ruby. También yo, ¿no te lo había dicho? -rie un poco- llegue tarde por asuntos... importantes.

-Tonto -rie un poco dándole un pequeño golpe en pecho-

-Te agradezco por lo que haces por los monstruos de la sociedad.

-No son monstruos, solo son personas con pensamientos diferentes y vidas diferentes. -le mira y sonrie- avísame si algún día quieres dejar el crimen atrás, te buscaré una buena vida de paz y tranquilidad. -mira hacia su tripulación y a Aizawa que la espera- Ya me tengo que ir, debo ir a ver a mi hijo.

-¿¡Te embaracé?!. -el villano, ahora en su imagen de civil se espanta al escuchar lo de la capitana-

-¿Que? No! -le mira- Ay baboso, me asustas. Tengo un hijo...adoptado, bueno, él me considera su madre. Sufrió mucho y robaba para sobrevivir. -se acomoda su sombrero- Así que lo adopté como hijo... es feliz, yo soy feliz y mi tripulación es feliz. Todos lo somos...deberías probar la paternidad, te hace más... atento. -sonrie con tranquilidad- bye, bye...~

El villano se cruzó de brazos mientras sonríe de lado, ella había cambiado, ya no era la mujer que conoció en el pasado, ya no es seria o que solo se preocupaba de si misma, incluso poco le importaba lo que le sucediera. Ahora es alguien totalmente diferente.

Bendito sea el hombre que esté con ella.

Al salir del juzgado, un montón de reporteros estaba allí esperando tener la noticia del día para sus respectivos canales o periódicos de la ciudad, ¿quién demonios le dijo que estaba sucediendo todo eso alli?. Ruby fue atacada por una avalancha de reporteros pero Aizawa estaba allí para protegerla, al igual que su tripulación, que la rodearon para evitar que se acercaran más.

Ruby observó a los lados hasta que algo le llamó la atención, ya sabe quien fue de metiche con estas personas.

-Hijo de su...mamá enmascarada. -susurra la mujer-

Quienes la protegían de cualquier pregunta, estirón o golpe, llegaron hasta el auto perteneciente al pelinegro, estaban en problemas si no salían de allí rápidamente.
Ella subió y por la ventana observó a su contramaestre, quien con apuro le dice que se vaya de allí, que se verían en el barco después.
El pelinegro subió y pronto aceleró para dejar atrás a los reporteros que esta vez al no tener a la principal que querían entrevistar, como bestias hambrientas se fijaron en la tripulación, los cuales comenzaron a correr en dirección contraria, ni locos se quedan allí.

Ruby suspiró en el asiento y observó sus manos, viendo como las escamas viejad se desprenden de ella, estaba dejando ver la piel nueva bajo estas, al estar relajada su recuperación en más rápido, eso le alegra.

-Hay alguien que necesita hablar contigo. -el pelinegro la mira de reojo-

-Puedo saber?-le mira-

-Lo sabrás cuando lleguemos.

Suspirando un poco, asintió y se acomodó en el asiento, mirando el paisaje de concreto que solo en la ciudad se puede ver, el gris es el mayor predominante.
Mil veces preferirá el paisaje que ve en medio del mar o en la isla, no ese lugar.
Acomodándose en el asiento, observó al pelinegro conducir, se veía serio y muy concentrado en el camino... gracias a los dioses por haberlo puesto en su camino.

-Te queda muy bien el pelo recogido...~ pero siempre voy a preferir verte con el pelo suelto. -sonrie suavemente-

Deteniéndose en un semáforo, el pelinegro decidió mirarla, notandola con la mirada puesta en él; su mano se acercó a ella y con delicadeza le acarició la mejilla, viendo como la mujer cierra los ojos, disfrutando de aquella caricia que se encuentra dándole.
Miró por el espejo retrovisor y al no ver ningún auto detrás de ellos, aprovechó para acercarse a ella, depositando un suave pero necesitado beso en los labios. Aquello la había sorprendido, tanto que abrió los ojos apenas sintió el beso del héroe..., no le importo, ni siquiera lo empujó, es más, acercó sus manos a las mejillas del contrario para poder profundizar aquella muestra de amor verdadero.

Un amor sincero y real..