Umi Ruby, una bella mujer con un poder un tanto peculiar se ve en enredos cuando debe llevar a un grupo de postulantes a héroes a un lugar de entrenamiento. Un viaje de 5 días en la que los curiosos y alocados alumnos y en especial el maestro encar...
El día del evento llegó y la estadía de Eri en la vida de la capitana también, pues ese día ya iría a estar con ella. Viajando en un auto, Mirio y Aizawa se encuentran llevándola a la academia, ¿como es ese lugar? ¿Será bueno que esté allí?. Muchas preguntas pasaban por su mente hasta que el vehículo se detuvo, permitiéndole observar el edificio delante de ella, con la entrada principal decorada con volantes, colores llamativos y globos de distintas formas.
En la entrada del lugar, vestida de una bruja, la pelirroja sonríe mirando a la pequeña bajar del auto, se inclina y abre los brazos; Eri por un momento no la reconoció pero al ver la sonrisa y ojos azules, corrió hacia ella, se impulsó y la abrazó, sintiendo también como la mujer la abraza con cariño.
-Emocionada, pequeña? -sonrie-
-Si...creo que si -la observa y ladea la cabeza- ¿Por qué te ves diferente...?
-Eso mismo iba a preguntar. -Aizawa la mira de una manera fija-
-Pues soy la bruja Ruby! La que guía a los visitantes más valientes al bosque encantado, boooh~ -mueve sus dedos hacia Mirio y Aizawa- Pero a las niñas tiernas y preciosas como esta, les regalo esto.
Sacando de un compartimiento, una pequeña varita de juguete color dorado se muestra delante de la peliblanca, la cual con un pequeño brillo de emoción toma entre sus manos el objeto. Observó a la mujer y está le sonrió, dándole suaves besos en la mejillita. Una sonrisa suave se instaló en los labios de Aizawa; con cuidado, la pelirroja bajó a la niña la cual se acercó a Mirio, que con una enorme sonrisa la llevó a enseñarle los puestos diferentes que hay en la academia.
Sonriendo con suavidad, la pelirroja siente unas manos recorrer su cintura hasta hacerse un abrazo, su risa se escapó de sus labios y con suavidad abrazó al pelinegro por el cuello.
-A ver... esta brujita me puede guiar a un bosque oscuro donde podamos estar a solas?...~
-Ay Shota! ¿Como puedes ser tan...tan...tu? -rie sonrojada- Ahora no, papito~
-Dime que conservarás ese traje~
-Shota! -le da un golpe en el pecho mientras ríe sonrojada-Anda, vayamos a ver el show de tus alumnos.
Dándole un beso corto comenzó a caminar hacia el gimnasio, siendo seguida por su marido, el cual muy animado -aunque no se le note- camina un tanto rápido.
Al parecer una bruja del mar ha enamorado aún más a su marinero dormilón.
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Llegaron al gimnasio, la inmensa cantidad de alumnos da a entender que espacio casi ya no hay. Yendo a un lugar cercano a donde la pequeña Eri se encuentra en brazos del rubio, las luces del lugar se apagan para después dar paso a una explosión gigante en el escenario montado, además de haberse escuchado el grito de rabia de cierto explosivo.
⬆️🎶⬆️
Agarrándose el sombrero de su traje, la música comenzó, teniendo a Jirou como vocalista principal. La fila de alumnos que comienzan a bailar al son de la melodía tan pegadiza, provoca que la pelirroja sonría en grande. No solo disfrutando del show, sino que también, aquello es como su línea de partida a una vida de tranquilidad.
Durante años ha pasado por tantas cosas, muchas de ellas habían aprisionado su corazón, la habían tenido en lo más profundo de la desesperación. Por breves instantes, el recuerdo de sus avances pasó por su mente, viéndose a sí misma de joven, aquella chica de 16 años que era insegura en todo, miedosa y torpe, ahora puede decir adiós.
"Buen trabajo cariño"
"Sigue siendo la mejor pirata del mundo"
Su sonrisa se dibujó y observó a su esposo, el cual mueve un poco la cabeza, disfrutando de la música. ¿Que hubiese pasado de ella si no lo hubiera conocido?; ese hombre delante de ella ha sido un bello recuerdo y un bello momento, desde que lo conoció en la playa una tarde de verano, se volvió alguien tan importante, que su corazón grabó su nombre sin dudarlo, quedando desde años en ese lugar, siendo su ejemplo, su admiración y ahora, su esposo.
Sin dudarlo un poco, se acercó a él para darle un abrazo, trasmitiendole de esa manera lo feliz que se encuentra en esos momentos, siendo la mujer más afortunada. Su familia, Luis, su esposo y ahora Eri, son la cosa más preciada que pudo haber llegado a su vida a quedarse de polizones, unos polizones muy deseados.
En el pasado pensaba que solo necesitaba a Mary y a su tripulación, que solo ellos eran suficientes para ser alguien, pero estaba equivocada, estuvo tanto tiempo enfocada en la promesa de su padre que sin darse cuenta ya lo había cumplido hace años y solo por costumbre comenzó a hacer lo mismo una y otra vez. Eso...hasta que la bomba que le hizo vivir cosas inesperadas en tan poco tiempo, explotó, arrasando con su vida en bucle, dando ese color que tanto hacia falta en su horizonte.
-Ruby? Estas bien? -se aleja un poco para mirarla- ¿Por qué lloras?.
-Lloro porque soy feliz, Sho-kun~ -rie con pequeñas lágrimas- Soy feliz.
El pelinegro, con una suave sonrisa se acercó a ella para poder plantarle un beso con amor, siendo correspondido de la misma manera por esta, sin importarles el barullo que existe de los alumnos bailando, al igual que una recién llegada tripulación.
La vida a veces es como el mar, es tan bello que no sabes lo que hay en la profundidad, no sabes que criaturas pueden existir. Pueden haber mareas altas y bajas mientras navegas en la ruta que hagas; durante el camino tal vez tengas una tripulación, como amigos, pareja, mascotas, sea cual sea, eres quien navega.
No tengas miedo a equivocarte, perderte es fácil, tal vez podrías naufragar e incluso caer de tu bote, perdiendoteentre las aguas másdificultosa de tu vida.
Lagrimas, llantos, gritos, risas, recuerdos, momentos, personas, dificultades, tropiezos, obstáculos, todo aquello se presenta como una prueba de cierta diosa que observa el mundo por medio de un globo, pero si sabes donde nadar, tal vez a lo lejos veas tu isla, donde te esperan aquellos que han formado parte de ti, quedándose a tu lado para darte el apoyo que siempre has buscado.
Disfruta de esos momentos, disfruta de las buenas personas que se quedan a tu lado, disfruta de las pequeñas cosas que la vida te da, se feliz hasta en los peores momentos, si te quiebras, es normal, si te equivocas, es normal, de todo aquello se aprende, se aprende a ser el héroe de uno mismo.
Y tal vez el héroe a seguir de otras personas.
Pero cuando sientas que ya no puedes más, hazte esta pregunta, ¿por qué debo rendirme?, adivina qué, ¡no hallarás respuesta! Porque rendirse, no debe estar en tu vida de aventura, debes tomar el timón de tu navío y cruza la tormenta, ¡Cruza con valentía la gran...!
~Tempestad~.
Para así llegar, a lo que másdeseas y trazar tu camino hacia tu tranquilidad.