Umi Ruby, una bella mujer con un poder un tanto peculiar se ve en enredos cuando debe llevar a un grupo de postulantes a héroes a un lugar de entrenamiento. Un viaje de 5 días en la que los curiosos y alocados alumnos y en especial el maestro encar...
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Con solo la iluminación de la luna, los besos y caricias son repartidas entre los dos. Sus labios se mueven a la perfección mientras que sienten la temperatura de sus cuerpos cambiar, subiendo notablemente hasta hacer que sus vestimentas de esos momentos este molestando. Sorprendiendo un poco al pelinegro, la mujer cambia de posición quedando arriba de él, mirándolo mientras comienza a quitarse la blusa blanca que llevaba puesta, revelando el sostén negro que posee en esos momentos.
Lanzo la prenda aún lado de la habitación y se acercó nuevamente al pelinegro para poder besarlo de una manera pasional, sintiendo las manos del contrario colocarse en su cintura, subiendo sus caricias hasta su espalda, donde su sostén es desabrochado con facilidad.
Mirada oscura como la noche y azul como el mar se observaron nuevamente, esta vez siendo ella la que quita las cintas del héroe, lanzandolas a un lado para poder continuar con el cinturón de este, el cual se concentra en su mirada, sintiéndose hipnotizado por el momento. Aunque al verse acorralado, sonrió levemente de lado y cambió nuevamente la posición, quedando él arriba pero con ella acercándose para poder quitarle la camiseta de mangas largas de coloración negra, revelando así el cuerpo tonificado del héroe. Sorprendida por lo que ve, mira al contrario mientras le acaricia los abdominales con lentitud hasta abrazarlo por el cuello, besandolo mientras que sus pechos ya desnudos se apoyan por él. Sus labios se fundieron uno con el otro, comenzando con deshacerse la parte inferior de las vestimentas de la femenina. Los labios del pelinegro se separaron y fueron al cuello de ella, dejando una serie de besos húmedos, provocando suaves gemidos hasta que suelta uno bastante fuerte, pues la había mordisqueado un poco, dejando una pequeña marca rojiza en dicha zona.
Las dos últimas prendas de ella fueron sacadas, quedando de esa manera en su más vergonzosa imagen. Mirándolo con los ojos suplicantes y sonrojo notable, él se acercó para poder dar besos profundos a sus labios, besos húmedos en su cuello y por último, succiones en sus pechos, provocando que ella encorvara su espalda, pues no se esperaba sentir aquella travesura del héroe.
En venganza, nuevamente ella reunió fuerza suficiente para darlo vuelta, quedando en la posición invertida, comenzando a desabrochar lenta y tortuosamente el pantalón negro que él posee, liberándoselo junto a los boxers, exponiendo lo que haría la firma oficial del nombre Aizawa Shota. Un jadeo salió de sus labios y él se acercó a ella, apegandola a su pecho, mirándola a los ojos con una pasión y lujuria desconocida.
-Sho-kun~ -le susurra la mujer cerca de sus labios-
-Ruby~ -le despeja el rostro de sus cabellos para poder observarla a los ojos- Déjame hacerte mía...
Sonrió en grande la pelirroja y en respuesta a ello, se acercó para besarlo, pues le daría permiso de aquello. Su posición fue cambiada una vez más, haciendo que las manos del pelinegro recorran con lentitud sus muslos hasta tomarla por debajo de las rodillas, doblando sus piernas para poder hacerlas enredar a su cintura, teniendo una mejor comodidad. Sosteniéndose de él apoyando sus manos en los hombros de este, sintió los dedos del contrario acariciarla con lentitud, explotando el terreno en el cual se adentrá en unos minutos. Los gemidos femeninos llegan a sus oídos, viendo su rostro poner unas expresiones que hacen su cuerpo estremecer y no solo eso, sino que también siente la humedad excitante de la pelirroja, haciendo que la observara con una ceja encorvada.