¿Qué hace aquí?

331 22 0
                                    

Tristan:

No sé que hago en este club. Al menos ya se a que lugares va mi padre con su puta novia. De todas formas no debí tomar sus entradas a este -no tan asqueroso- lugar.

Sólo quería olvidarla, sabía que ella nunca estaría conmigo, sé que ese beso no significó ni una mierda para ella. De seguro sólo finge. ¿Quién querría estar conmigo después de saber todo de mi? Nadie. Respuesta simple y solución fácil igual que Camile... ¡Camile! Eso es, necesito una perra que me caliente como antes.

Marqué su número y aún consiente de lo que hacía la llamé. Le dije que tenía unas cuatro entradas libres, pero que sólo venga con su cuerpo y sería más que suficiente. Ella se rió y aceptó. Adoro a esa perra. Nunca lo hicimos, pero esta vez la sentiría.

La música estaba muy alta, aún así el tipo del bar pudo oírme. Pedí distintas bebidas, desde la menos fuerte para mi hasta la que me tendría desmayado según los demás. No pasaría, ya había bebido hace un año como loco y la verdad puedo controlarme. No me desmayaré.

Camile llegó, apenas la reconocí en la entrada, tenía el cabello teñido de color negro. Que asco. Da igual, el Rubio le queda peor. Reí fuerte y ella me miró sorprendida una vez que entramos.

-Al parecer ya te adelantaste con las bebidas -rió, odió su risa. Sólo quiero follarla y ya.

-Sí -dije algo perdido en la multitud- vayamos a sentarnos por allá- señalé un sofá blanco, verde, azul, negro. Maldición, estas luces me están mariando. Ella asintió y caminamos entre las personas hacia el sofá de colores.

Nos sentamos y me abalancé sobre las botellas de cerveza al igual que los demás tipos sentados con sus novias a nuestro alrededor. Volteé a ver a Camile, ella tomó una botella de Vodka y se la tomó de a poco.

Puse mi mano sobre su pierna descubierta y vi como mordió su labio inferior. Según recuerdo, ella no se mojaba cuando íbamos hacerlo un par de veces, al final nunca lo hacíamos. Ella no me excitaba. Pero es lo que hay. Reí.

La comencé a besar, a los presentes no les importaba ver una escena porno, todos estaban a punto de hacerlo allí mismo.

La perra se puso sobre mí, no queda otra opción. Dejé la botella de cerveza en la mesa del centro y me concentre en tocarla. Quiero olvidarla, pero no dejo de recordarla.

Le quité una botella a un tipo que estaba a punto de tomársela y me la tomé yo. El se mostró indiferente. Maldición, esa cosa me quemó, pero a los dos segundo se esfumó. Esto contenía Ron, no muy fuerte para mi pero, me quemó la garganta.

Camile se acercó a mi oído, pensé que me diría algo, ella sólo me besó el cuello. La besé para que no se fuera a lloriquear y saqué mi celular.

Le mande un par de mensajes a una chica llamada Lynn. La conocí en un bar o eso creo. No se que mierda le dije, pero deje muy en claro que tenía que venir.

-¿Qué te parece sí vamos por Sam? -no se con quien hablaba la perra que tenía encima...

-¿Sam? -cuestioné.

-No, amor -voy a vomitar- Olvida a esa, dije sí querías tomar algo más que cerveza.

-Estoy bien así -dije mirando a otro lado mientras pensaba en como quitármela de encima.

Se me ocurrió ir al baño, así por fin se quitaría de mis piernas.

-Ya vuelvo, bebé -ella asintió y me dejó ir.

Entré, me miré en el espejo y no podía creer lo que veía. Tan borracho no estoy. Mis ojos estaban rojos. Me lavé la cara, luego salí del baño, me senté en el piso fuera de éste y tomé mi móvil.

-¿Qué pasa Lynn? ¿Por qué no llegas? -abrí los mensajes y no encontré el nombre de Lynn. De seguro se borró. Puto celular.

Al regresar, me fui directo al bar. Pedí una cerveza más. Al cabo de tres minutos me empecé a sentir algo mal, me dolía la cabeza, si bailo quizás se me pase.

Busqué entre el montón alguna perra para bailar. La mayoría tenía pareja. Miré por otro lado y vi a una chica sola. Sonreí.

-Hola, cariño, ¿bailamos? -me miró y asintió.

-¿Cuál es tu nombre? -preguntó mientras se movía al ritmo de la música.

-Tristan -la sujeté de la cintura y un poco más abajo. No le pregunté su nombre porque la verdad, no me interesaba.

-Lindo nombre -sólo escuchaba la música, esa canción me gustaba, pero estaba tan ebrio que no recordaba como se llamaba.

Me pegué más a ella, luego la besé. Tenía el cabello color rojo. Lucía bien al igual que su cuerpo.

-¿Te gustaría ir a la "zona especial"? -me dijo al oído. No tenía idea de que había eso aquí.

-Claro -sonreí. Esto va más rápido de lo que pensé. Perfecto.

Busqué su cintura y en el intento, le toqué el trasero en cima de su corto vestido.

Un tipo me empujó mientras caminábamos, volteé a verlo molesto, el sólo rió y se fue. Me detuve para mirarlo y en eso la vi pasar por la entrada. Todo se veía borroso por momentos, no estoy seguro de que sea ella. ¿Qué hace aquí?

Maldición. Esta tan buena.

__

Tristan pervertido..

Gracias por leer! Voten por favor!!

Dulce Lado Oscuro.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora