Invisible.

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Veía cosas raras. Tristan y yo juntos, como ¿novios? Camile estaba allí, me miraba furiosa , con odio, quizás porque Tristan ahora me quería a mi y no a ella. De pronto a pareció Milton gritando...

-¡Sam! ¡Te llaman! -sacudió mi brazo e hizo que me despertara. No se y no recuerdo el momento en el que me quedé dormida.

Gruñí: -¿Qué? -lo miré entre cerrando los ojos.

-¡Alguien te está llamando! -me entrega mi celular y regresa corriendo a su habitación.

-¿Qué pasa? -Ariana despertó, se encontraba recostada en el sofá de al lado.

Presioné el ícono para contestar la llamada, no sabía quien era, el numero era extranjero: -¿Hola? -digo dudosa.

-Hola, Samantha -reconocí la voz de inmediato, era mamá. El numero era de Los Ángeles- ¿Cómo estás, querida? -sonreí.

-Muy bien -mentí- Y ¿tu?

-Excelente, espero que Milton y Ariana se encuentren bien -su voz se tornó preocupada.

-Sí, lo están, descuida -reí- Y bueno discúlpame por no haberme despedido esta mañana -me levanté del sofá en el que estaba y me senté en el que estaba Ariana.

-¡No te preocupes, regresaré mañana por la noche! -Ariana tomó mi celular y activó el altavoz- Tengo que presentarles a alguien, en realidad a dos personas -Ariana y yo nos miramos dudosas.

-¿Quiénes? -fruncí el ceño.

-Ya lo sabrás mañana, por cierto, ¡Casi lo olvidaba! Tendrán que hacer la cena, se que podrán -mire a Ariana y rodeé los ojos- También deberán usar ropa formal.

-Ya okey -dije de mala gana- ¿Eso es todo? -¡Rayos! ¿Por qué pregunté eso? ¡No más, por favor!

-Umh... Hay algo más ¿podrías llamar a Tristan? -¡No, no puedes hacerme esto!- Espera, lo harás de todos modos, le avisas por favor... Es que ese chico me cae tan bien. Me gustaría que este en la cena -¿En serio? ¡Por Dios! Este dia no podría ser peor.

-Mamá, no por favor... Es que no puedo llamarlo... -me interrumpió.

-Lo llamas y punto -ordenó- Bueno, hija, hablamos luego.

-¡No, espera! -grité.

-Adiós, disculpa, estoy ocupada, perdón -colgó.

-Mierda -bloqueé el teléfono y lo tiré en otro sofá fuera de mi vista.

-¿Y ahora que harás? -preguntó Ariana.

-Tendrás que ayudarme -la miré a los ojos.

Conducí hasta la casa de Tristan... Mamá dijo que lo llamara, pero sabía que no contestaría. Yo no bajaría del auto, Ariana lo haría y le pediría a Tristan que vaya a mi casa mañana, y que también me de la oportunidad de hablar con él.

-Bueno, allá voy -fingió una sonrisa y salió del auto. Estaba nerviosa, se notaba en su mirada.

Tocó dos veces el timbre hasta que finalmente un chico alto, de ojos color avellana abrió la puerta. Tenía la mirada perdida. Parecía que no era consiente de que una amiga mía hablaba con él... Evidentemente, yo era invisible ante sus ojos.

Aguardé unos minutos más en el auto, estaban tardando un poco, pero decidí no mirar más hacia la entrada de la casa de Tristan. Asi que me puse a hojear una revista de moda poco interesante que encontré en el asiento trasero del auto, usualmente me gustaba mirarlas, pero ahora no estaba con ganas de disfrutar lo que miraba.

-¡Adiós! Espero verlos mañana! -alcé la vista con la esperanza de que Tristan me mirara, pero no fue así.

-¿Listo? -cerró la puerta del copiloto y se acomodó en el asiento,

-Sí, dijo que irá; después de varios intentos para convencerlo, finalmente dijo que sí -bufó.

-Grandioso -rodeé los ojos.

-Hey, pero creo que no quiere hablar contigo... -rió, yo la mire molesta- Ese chico si que se la da de "importante" -hizo las comillas y ambas estallamos en risas.

-Bueno, de todos modos el "chico importante" deberá hablar conmigo en algún momento, no dejaré que su enojo acabe arruinando con la cena de mamá -puse en marcha el deportivo y aceleré.

-Tienes razón -asintió- Hey, ¿Me pareció o tu mamá dijo que preparemos la cena? -me miró- No lo haremos -rió- ¿Verdad?

-Sabes que no -le sonreí- ya compraremos algo o lo ordenaremos de algún restaurante -reí,

-Okey, okey, apresúrate, Milton no debe estar solo por mucho tiempo, ¡y más aun si esta despierto! Ya sabes, puede hacer cualquier travesura...

-Umh... No lo creo -sonreí al recordar aquella vez en que estaba con Milton en la casa de Tristan, cuando lo encontramos en la habitación de Mary con la cara embarrada de chocolate...- Sam -dijo mi subconsciente- Deja de recordar momentos en los que Tristan haya estado presente.

Dulce Lado Oscuro.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora