Sé que eres tú.

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Samantha:

Ariana y yo salimos con mucho cuidado de casa. No le dijimos nada a nadie sobré a dónde íbamos.

Tomamos un taxi, el conductor nos miró de mala manera. Pensó que éramos prostitutas. No lo culpo por pensar así, pero como que exageró mucho al decirnos "¿Vamos a un hotel?"

Tomamos otro taxi y esta vez se mostró con respeto a pesar de nuestra apariencia. Le dijimos el nombre del lugar y nos llevó.

El ingreso era con entradas. Mierda.

-Debemos escurrirnos por ahí- dijo Ariana- sígueme -asentí y la tomé del brazo.

Entramos con un gran grupo de gente, nadie, ni el tipo de seguridad lo notó.

Debo admitir que el lugar no se veía del todo mal, quizás este podría ser un motivo para divertirme, no lo se.

Sin reconocer a nadie en el lugar, Ariana y yo caminamos hacia la barra por unos tragos, bueno sólo ella porque yo no tomo.

Luego de que Ariana pidiera una rara bebida -al menos para mi, no se nada sobre bebidas- llamada "Sex on the beach", ella volteó a verme- ¿No quieres uno?

Negué con la cabeza: -No se, no he tomado ningún trago, sólo cerveza -dije cerca de su oído para que me pudiera escuchar con lo alto que estaba la música- y odio su sabor.

-Como quieras -sonrió.

Los bancos alrededor del barra estaban ocupados así que esperamos de pie.

Dos minutos después, el barman le alcanzó la bebida a Ariana. Los colores del trago se veían tentadores.

-Sam, si quieres puedes probar -dijo mientras le alcanzaba un billete al chico tras la barra.

-De acuerdo -me encogí de hombros, no puede ser tan feo.

Tomé la copa y absorbí a través del sorbete, pude sentir el sabor a frutas, en especial la naranja.

-¿Te gusta? -asentí-. Creo que pediré otro, al parecer ya te adueñaste del mío -rió.

Luego de que terminé de tomar ese delicioso trago al igual que Ariana, decidimos bailar un poco las dos.

La música que ponían me gustaba, por un momento dejé de preocuparme por Tristan, dejé de buscarlo entre las personas. Todo lo que hacia era bailar con mi amiga.

-Creo que estoy cansada -dije luego de haber bailado unas 7 canciones o 10- Tal vez vaya por otra copa -Ariana me miró como si no creyera lo que acababa de oír.

-Esta bien -dijo seguido de una pequeña risa- Te acompaño.

-No, tú ve a bailar con alguien más, en un rato vuelvo -noté que Ariana se divertía y no quería arruinar eso, puedo ir yo sola por un trago.

Había un banco vacío, me senté y ordene otro "Sex on the beach". Un minuto después, el barman me entregó la bebida, tardé menos de dos minutos en acabarla. Pedí un Vodka, una botella sólo para mi. Me la acabé toda, pagué por lo que tomé y fui de nuevo hacia el montón de gente bailando para encontrar a mi amiga.

Allí fue cuando sentí unas inmensas ganas de vomitar.

¡¿Dónde está el maldito baño?! Busqué por unos pasillos vacíos del lugar, habían muchas habitaciones, así nunca encontraré el baño.

-Oh Dios mío -me hice a un lado y vomité. Nadie pudo verme, no había nadie por allí.

Una vez más tranquila y después de haberme quitado ese malestar. Decidí curiosear un poco, el Vodka me afectó, me sentía diferente, un tanto alegre y eufórica.

Empecé a mover la perilla de cada puerta que se me topaba, todas con seguro por dentro, ¿qué habrá del otro lado? Llegué a la última puerta y aún sabiendo de que ésta también tendría seguro, moví la perilla hacia un lado y ésta giró, empujé la puerta con cuidado y apenas pude ver, la luz era muy tenue, pero no lo suficiente para no ver a dos personas besándose. Un chico y una chica sobre una cama.

No debería mirar, ellos ya no traían la ropa puesta. Esto no puede ser tan dañino para mi mente. Que sea virgen no significa que no sepa nada sobre el tema.

-Soy una sucia. -dije mirando la escena, pero alguien la puso en pausa, ellos se detuvieron- ¡hey! -hice un puchero en cuanto la chica de cabello rojo me miró asustada.

-¿Qué hace ella allí viéndonos? -dijo en voz baja al chico, pude oírla-. ¿La conoces? -le preguntó al chico.

-¿No van a continuar, verdad? -rodeé los ojos a punto de irme.

-Sí -dijo el chico que permanecía volteado dándome la espalda-. Por cierto, ¿No quieres unirte? -volteó a verme. En ese momento fue cuando mis pies pisaron tierra y me di cuenta de dónde estaba, de todo lo que había hecho, dicho y además de lo que estaba viendo. Tristan teniendo relaciones y yo a punto de unirme.

No pasará.
Esto no es real, yo no estoy aquí.

-Samantha -tensó la mandíbula.

Los miré a ambos, la teñida nos miraba confundida y Tristan me miraba incrédulo.

-Lamento interrumpir -di un paso atrás y cerré la puerta. Caminé por el mismo pasillo y regrese a la pista de baile, estaba más llena.

Antes de ir y buscar a mi amiga, sentí mis mejillas empapadas por lágrimas, vi como un par de persona se burlaron al verme y luego recordé la cantidad de maquillaje que tenía puesto y corrí hacia el otro extremo del lugar hasta que vi el ícono de baños, entré al de mujeres, me percaté de que no hubiera nadie y mi llanto aumentó. Intenté lavarme el rostro, pero partes de maquillaje no salían. Me calme un poco -casi nada- y tome un pedazo de papel para manos y me limpié con cuidado el rostro.

Quería quitarme este disfraz, para mi lo era, yo no visto así. Finalmente decidí quedarme con el vestido ajustado, no quería hacer el ridículo.

Alguien tocó la puerta general del baño, no hice caso, ninguna chica debe tocar para entrar, en el baño de mujeres todas son bienvenidas... Claro, no puede ser una chica si no, no tocara. Dios.

Rápidamente, con miedo de que me hicieran algo, corrí y entré en uno de los 6 cubículos y cerré la frágil puerta.

Sentí pisadas dentro del baño. Si no me muevo tal vez no note mi presencia.

-¡Soy un idiota! -esa voz. Yo conozco esa voz, solté un suspiro que me indicaba que volvería a llorar-. ¿Hay alguien aquí? -me escuchó, lo escuché caminar hacia los baños-. Sólo hay una puerta cerrada, ¿Quién eres? -sollocé.

No soportaba tenerlo así de cerca, me dolió mucho ver eso, yo no sabía que el seria capaz de tener relaciones con esa chica. No debí venir, así no me enteraba de lo que él hacía. Tal vez no dolería tanto como ahora.

Lo había visto con mis propios ojos.

-Sé que eres tú .-golpeó la puerta, está ebrio, cualquier cosa podría pasar. Madre mía.

Dulce Lado Oscuro.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora