No soy tu juguete.

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Ésta mañana después de desayunar, recibí una llamada Motorside, me dijeron que el dueño ya había vuelto y que podía retomar mi puesto de trabajo los días que tenía turno: Martes, jueves y viernes; es decir, iniciaba mañana.

Mamá no estaba, se había ido a dejar a Milton al kinder. Mathew se fue a su trabajo. El trabajo se mamá iniciaba el miércoles y con respecto a Mathew, creo que él es dueño de una editorial aquí en San Diego, él iba al trabajo muy pocas veces, y solo a supervisar a sus empleados como cualquier dueño de una gran empresa.

-¿Qué haces? -dijo el chico de piel cobriza, se encontraba apoyado en la entrada a mi habitación.

-Leyendo  -regresé mi vista y mi atención hacia mi libro, luego recordé que tenia puesta mis gafas para leer, no se por qué pero me las quité rápidamente.

-¿Usas lentes? -rió- No te ve mal -entró a mi habitación y se sentó a mi lado en la cama- Póntelos -negué con la cabeza, yo seguía molesta- Oh vamos, ¿Que pasa? -no respondí, él tomó mis lentes y me los puso con cuidado- Te ves muy... -rio- no importa -dijo un poco más serio a ver que no me importaba lo que decía- Eh... Papá y yo aún no nos hablamos y hasta ahora no me he comunicado con mi madre -dijo "triste", esta vez no caería en su juego.

-¿Y?

-Bueno yo quisiera sentirme mejor -hizo énfasis en "mejor"- quisiera que alguien me ayude a olvidarme de de todo para no estar triste.- me miró entre triste y travieso- ¿Me ayudas?

-¡Ya déjame en paz! -me quité los lentes y le di un empujón para que se levantara de mi cama, obviamente no funcionó.

-¿Que sucede? Pensé que te gustaban los halagos -sonrió y al ver que seguía seria, la sonrisa se le borró del rostro.

-Ayer me dijiste que de algo he de servir, eso me lo dijiste cuando casi te toco. Sólo para eso podría servir, ¿No? -me levanté de mi cama pero el se quedó sentado- Tan sólo me utilizaste, y-y yo que te te tenía algo de ¿Pena? Por lo de tu mala relación con tu padre y tu distancia con tu madre, pensé que podría ayudarte pero sólo ME UTILIZASTE. Y ahora quieres volver a jugar conmigo, ¿verdad? -Carter agachó la cabeza.

-Sam, perdóname... Por favor, yo no...

-Sal de mi habitación -apunté a la puerta. Carter iba a decir algo, pero salió.

Menos mal me di cuenta a tiempo. Carter sólo es y será mi hermanastro, quizás no oficialmente por ahora pero lo es. No dejare que eso cambie, nadie puede utilizarme de ese modo.

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Chicas disculpen si no cumplí con subir otro capítulo la otra vez. Es que estoy en exámenes, lo siento. Espero que disfruten de este capítulo. No olviden darle click a la estrellita. Las quiero <3

Dulce Lado Oscuro.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora