¿Estoy en problemas?

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-¿Milton? -encendí las luces de la sala, estaba muy oscuro- ¡Milton! -dije por segunda vez y no obtuve respuesta alguna.

-Hey, de seguro está arriba -dejó sus llaves y su casco en el sofá- Vayamos a ver- avanzó hacia las escaleras y subió, yo fui detrás de él. Lo seguí por un largo pasadizo rodeado de puertas. Abrió una de ellas, su habitación- ¿Pequeño amigo? -nadie respondió. Lo buscamos en un par de habitaciones más y no estaba, ya me empezaba a preocupar.

-¡No está! -dije llevando mi mano hacia la cabeza.

-Tranquila, no pudo haber salido de aquí -se dirigió a la última puerta del pasillo. La puerta era rosa, supuse que era la habitación de Mary- ¡Hey! -abrió un poco más la puerta permitiendo que nos adentráramos en la habitación... Milton se encontraba tumbado boca a bajo en la cama con cobertor rosa de Mary mirando televisión- ¿Qué haces aquí, pequeño? -sonrió enarcando una ceja- ¡De seguro ya inspeccionaste toda la casa! -rió. Milton nos observaba burlonamente.

-¡No! -dijo entre risas.

-Milton -le reproché- no debiste entrar en otras habitaciones, es de mala educación -Me acerqué a él- Y... ¿Qué es eso que tienes embarrado en la boca y manos? -encendí la luz.

-Es... -rió mientras se limpiaba el rostro- ¡Chocolate! -gritó.

-¡Milton! ¡No puede ser... -Tristan me interrumpió.

-¡Ya, Sam! -rió- Déjalo ¡Pareces una madre furiosa! -tiró de mi brazo- Solo es un niño -lo miro tierno.

-Okey, okey... Pero tengo razón al estar algo molesta y preocupada. Mira la hora que es -Tristan miro el reloj de Mary, 12:00 am.

-Lo se y lo siento -Milton devolvió su vista al televisor- ... Ahora no puedo llevarte a casa, es demasiado tarde... -se encogió de hombros e hizo una mueca- y, ¿No se te ocurrió revisar tu celular? -señaló la parte baja de mi chompa, mi bolsillo.

-Cierto -viré mis ojos. Tristan rió al igual que Milton. Tenia 17 llamadas perdidas y 8 mensajes- ¡Wow! -empecé a leer los mensajes, todos eran de mamá expresando su preocupación y enojo- Debo llamarla -salí de la habitación y baje a la gran sala para poder hablar con mas privacidad. Tristan se quedó con Milton mirando caricaturas... Marqué el número de mamá, contestó al tercer tono- ¡Mamá! Disculpame, en serio. Puedo explicartelo todo...

-Samantha, estoy muy molesta contigo ¡Mira la hora! ¡Estuve llamandote como loca! -estaba en problemas, era lógico.

-Perdóname, ahora estoy en casa de un... Una amiga, sí... -mordí el interior de mi mejilla.

-¿Amiga? -chilló- ¿Y tu hermano? -gritó del otro lado de la linea haciendo que mi tímpano zumbara, auch!

-Esta conmigo ¡No te preocupes! ... Es que tuve una reunión de trabajo luego de que acabó mi turno y ahora estoy en casa de una de mis viejas amigas -traté de no titubear al hablar.

-De acuerdo -sonó firme- Mañana por la mañana espero una buena y mas completa explicación -colgó.

-Maldición -susurre bloqueando mi celular.

-Sam ¿Cómo va todo por allá abajo -sonrió. Pasé ni mano por mi frente. Tristan notó que no todo andaba bien, bajó.

-Estoy en problemas -susurré. Tristan buscaba mi mirada, pero esta se encontraba mirando el suelo.

-Sam, es mi culpa, me... -rascó su nuca- me disculparé con tu madre y tal vez sea necesario mentir, no puedo decirle lo de las carreras -lo miré.

-Tristan, no es necesario -acaricié su hombro.

-Lo es; ya no te preocupes -sonrió- ven -me extendió sus brazos, lo mire dudosa, pero finalmente lo abracé... Sentí un cosquilleo en el estomago... No Sam, no. No es lo que crees... Segundo después me separé de Tristan y sentí como mis mejillas ardían, no podía evitar ruborizarme con un chico tan guapo.

-Gracias, Tristan -acaricié su mejilla... Creo que fue demasiado, no debi haberlo hecho.

Dejé durmiendo a Milton en el cuarto de invitados, lástima que no había otro en el segundo piso, y en el tercero, Tristan no andaba mucho... La cama de Mary era muy pequeña para mi. Tuve que dormir con Tristan, el chico sexy y misterioso que apenas estaba conociendo... Sí, ese mismo y sólo usaba sus boxers ¡Madre mía! Traté de no mirarlo mucho, pero era imposible, como no mirar esos músculos, sus tatuajes y ... ¡Dios, Sam! No mires lo que tiene allá abajo... Mientras Tristan se "exhibía" ante mi, yo usaba una camiseta larga de Tristan, lo típico de chicos, camisetas largas.

-Buenas noches, Sam-sonrió, para luego apagar la pequeña lámpara situada en una mesa de noche al lado izquierdo de él.

-Buenas noches -susurré, Tristan se acomodó entre el cobertor azul, dejando un espacio razonable entre nosotros...

.......

Hey, disculpen la demora! Espero que le den fav :'3 subiré otro capítulo cuando vea mas favoritos y comentarios :)

Dulce Lado Oscuro.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora