El despertador comenzó a sonar. Presioné el botón de éste y logre hacer que el sonido cesara.
Antes de darme un baño, me dirigí a la habitación de Ariana, ella también debería de estar despierta, hoy tenemos muchas cosas que hacer.
-Ariana, vamos, debes alistarte -me sentía tonta al hacer esto, es sábado y ambas deberíamos seguir durmiendo.
-¿Qué? -se quejó aun con los ojos cerrados. Me apresuré y abrí las cortinas permitiendo el ingreso de luz en la habitación -Sam, son las 7:00 am -miro la hora en su celular para volver a enrollarse en las sábanas. Es mas difícil que Milton por las mañanas.
-Ya, Ariana, esto va en serio, no puedo dejar que duermas ¡Hoy es la cena y no hemos preparado nada! -tiré de la sábana a la que Ariana se aferraba.
-¡Ugh -cubrió su rostro con la almohada. ¿Ahora que? ¿Tendría que quitarle la almohada esta vez?- Esta bien -se levantó y se dirigió al cuarto de baño dentro de este dormitorio.
-Así me gusta -sonreí victoriosa y fui de vuelta a mi habitación. Me di un baño y al salir cubrí mi cuerpo con una toalla blanca, tomé otra y me la enrollé en mi cabello.
Me coloqué una camiseta blanca y sobre esta una blusa de mangas largas de cuadros rojos y negros, la deje sin abrochar, para abajo me puse unos jeans negros ajustados, combinaban con unas Converse negras también. Sequé mi cabello con la secadora de Ariana, ella insistió en que lo hiciera. Una vez lista me asegure de que Milton siguiera durmiendo, y con cuidado le deje una pequeña nota en su mesa de noche, tambien le dejé listo su desayuno en la mesa.
-¿Vamos? -dijo bajando las escaleras.
-Sí. Salgamos.
Nos adentramos en mi auto, iríamos por nuestros vestidos y zapatos al centro comercial.
-¡Samantha! -andaba distraída mirando a un chico... Por un momento pensé que era Tristan ¿Es que a caso no puedo quitármelo de la cabeza?
-Sí, ¿Que pasa? -dije embobada.
-¿Estas bien? -se burló- Entremos allí -señaló y asentí.
La tienda era elegante, los vestidos no eran para nada extravagantes.
-Buenos días - la chica saludó dando nos la bienvenida, le respondimos el saludo y comenzamos a mirar vestidos. La chica nos ofreció su ayuda, pero preferimos buscar por nuestra cuenta.
-¿Qué te parece éste? -me mostró un vestido blanco con diseño de flores.
-Umh... Muchas flores -entre cerré los ojos y negué con la cabeza. Ella puso los ojos en blanco y continuamos buscando.
-¿Y qué hay de éste? -¡Dios! Nunca podré encontrar un vestido para mí con tantas interrupciones por parte de Ariana.
De todos modos observé el vestido que me mostró Ariana, es de color rosa pastel, era muy bonito: -Deberías probártelo -asintió emocionada y corrió a los probadores. Continué mirando vestidos, visualicé un vestido azul oscuro colgado en el otro extremo de la tienda. Lo tomé y lo miré detalladamente. Tenía la parte superior con diseño de encaje, las mangas eran un poco mas abajo de los hombros, la parte del busto hasta la cintura era lisa, desde allí la falda tenia pliegues y me llegaría hasta las rodillas según mis cálculos.
-¿Qué esperas? ¡Pruébatelo! -chilló Ariana- Espera, ¿Que tal me queda? -dio un giro sobre sus tobillos.
-¡Te queda perfecto! -sonreí.
-Gracias, creo que llevaré este. Bueno ahora si, anda pruébatelo -señalo el vestido que tenía en mis manos.
El vestido era precioso, salí y espere el comentario de Ariana, el cual me animó a comprarlo...
-Bueno, el tiempo sí que se pasó rápido -dije caminando con Ariana por las galerías del centro comercial- son las 11:12 am, creo que ya no hay tiempo para ir por un par de zapatos. Quizás podamos usar algunos de los que ya tenemos -sugerí. La verdad yo tengo muchos pares de zapatos, desde tacones hasta zapatillas.
-Okey -rió.
Conducí de vuelta a casa, pero recordé que debíamos comer algo y además llevar comida para Milton. Pasamos por un restaurante decente que vimos por el camino y pedimos el almuerzo para llevar.
-¡Al fin en casa! -solté un suspiro y caí sobre el sofá. Milton entró a la sala corriendo desde el patio trasero y traía unos juguetes consigo- Hey, traje el almuerzo -me levanté del sofá y fui a la cocina con Ariana y Milton.
Luego de almorzar, miramos un rato la televisión los tres. Milton se negaba a darse un baño, pero logré convencerlo.
-Creo que tendremos que preparar la cena, no pienso conducir más por hoy -le dije a Ariana quien jugaba en su celular.
-De acuerdo -dejó a un lado su móvil- No se mucho de cocina, pero mamá hace un Spaghetti delicioso, ¿No recuerdas aquella vez que te invité a cenar? -asentí de inmediato, esa cena fue increíble, no solo por la comida, sino por la maravillosa tarde y noche que la pase con la familia de mi mejor amiga- Bueno mamá me enseño a preparar Spaghetti con carne, si quieres podemos prepararlo para la cena de hoy -sonrió y yo acepté contenta.
El sol ya empezaba a ocultarse, la noche estaba por llegar y eso me ponía aun mas nerviosa, eran las 6:00 pm, ya habíamos terminado de hacer la comida. Subimos lo mas rápido a nuestros dormitorios y nos pusimos los vestidos que compramos por la mañana. Combine mi vestido con unos tacones negros. Laceé mi cabello en la parte superior e hice unas ondas en la parte inferior. Apliqué un poco de maquillaje en mi rostro con la ayuda de Ariana, pues yo no tenía la costumbre de usar maquillaje, solo use un poco de base, un delineador de ojos en la parte de los párpados y rímel para las pestañas, le dije a mi amiga que no abuse con el maquillaje, no quería verme como un payaso. Afortunadamente no se veía mal para ser la primera vez que me maquillo.
-¿A que hora llegará Tristan? -pregunto lo mas relajada posible, cuando en realidad esa pregunta me tenía dando vueltas por la cabeza desde hace un buen rato.
-A las 7:00 pm, ¿nerviosa? -soltó una pequeña risa, ¿Cómo no estarlo?
-Para nada -mentí-, ahora vengo debo alistar a Milton -reí, había olvidado por completo que tenia que ponerle su pequeño traje... En realidad no se por que mamá insistió en usar ropa formal.
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Dulce Lado Oscuro.
Mystery / Thriller«Misterios, un plan, ¿algo más que desees ocultar? Tristan, eres ingenioso, no lo niego, pero tus ojos muestran cómo eres por dentro. Sabes desechar tus sentimientos y herir sin sentir remordimiento. Convénceme que conocerte no fue parte de lo qu...