Dulce Lado Oscuro.

Samy.

-¿Secundaria? -lo miré confundida, pero no tan triste como hace unos minutos.

-Eh, yo... Ugh -se quejó.

-Dime, ¿a qué te referías con eso? -la lluvia caía lentamente sobre nosotros, y yo aún esperaba su respuesta.

-Vamos a casa, está lloviendo y puedes enfermarte -negué con la cabeza.

-Quiero que me digas -insistí, no soportaría otro de sus "secretitos".

-Al menos ponte esto -me alcanzó su chaqueta, viré los ojos y la recibí, tuve que usarla otra vez.

-Listo, ahora dime -dije terminando de colocarme su chaqueta negra.

-Bien, bien, -soltó un suspiro- lo que sucedes es que -se arregló el cabello algo nervioso- tú ya me conoces, estoy de vuelta, porque tienes mucho que ver con mis "secretos" -hizo las comillas con sus dedos. Al parecer se sentía aliviado de haber dicho eso.

Seguía sin entender.

-Explícate.

-¡Soy Russell! -exclamó y tiró de su cabello hacia atrás peinándolo con el agua que caía del cielo. Otra vez.

Así que, conocía a Tristan desde antes y él nunca me lo dijo. Interesante.

¿Volvió por mi? Eso ni Ariana se lo cree. Nadie lo creería, quizás sólo volvió para aprovecharse de que me gustaba en ese entonces -y hasta ahora- para ayudarlo con sus estúpidos planes y a sacarlo de lo más profundo de las desgracias de su vida.

-Nadie iba a ayudarme si no eras tú, tú eras mi mejor amiga, mi pequeña hermana, ¿en quién más podría confiarle mis cosas si no fueras tú?

-Te enojaste conmigo aquel día, ¡dijiste que no volverías! -hice una pausa y dije en un susurro- Sólo porque te besé.

-¿Disculpa? -dijo luego de no entender mis balbuceos- Me alejé por... Tengo mis motivos, mi vida no iba nada bien, realmente lo siento. Ahora que ya sabes quien soy, espero que recuerdes lo bien que nos pasábamos juntos y que esta vez, tú no te vayas como lo hice yo, por una tontería que ni si quiera era grave -sonreí al recordar todo y a la vez me sentí triste porque le llamó a mis sentimientos "tontería".

Una tontería es igual a un beso. Que estupidez.

-No sé que decirte -miré hacia el mar, se veía algo oscuro por la noche, pero aún podía observar las olas chocar entre sí gracias a la luz de unos faroles en la autopista.

-¿Me perdonas? Por no decírtelo antes y por todo lo que hice mal, empecemos nuestra amistad de nuevo, Samy -giré para verlo, el sonreía al igual que yo.

Samy era mi sobrenombre, joder, sí que echaba de menos eso.

Me tomé unos largos segundos para contemplarlo sonreír y finalmente me animé a decir:

-Te perdono, Russell -reí al igual que él.

Nunca pude crear buenos sobrenombres, así que siempre lo llamaba Russell y sólo Russell.

-Gracias, Samy, ven y dale un abrazo a tu hermano mayor -extendió sus brazos en el aire esperando su abrazo.

Me deslicé entre la arena y lo abracé. A pesar de sólo llevar una holgada camiseta, su cuerpo permanecía cálido y su aroma se hizo más notorio al estar cerca de él.

Él no sabía que el hecho de que fuera Russell, hacía que me gustara más. Como en los viejos tiempos, ¿no?

Pero no todo es perfecto, esa discusión tuvo que llegar tan pronto, que pareció haberse llevado todas sus palabras con el viento.

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Gracias por seguir leyendo a pesar de mis tardanzas❤️ los amo!