Carter.

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-Ve tú, no quiero ser yo la que tenga que recibirlo -el timbre sonó, eran las 7:00 pm, supuse que era Tristan- Y tú Milton no te muevas de aquí hasta que venga mamá -asintió.

-Okey, ¡Voy! -gritó y se aproximó a la puerta, yo me quedé en la cocina, la cual tiene vista hacia la sala asi que de todos modos Tristan me vería. Me puse de espaldas para no verlo entrar, sabia que pondría cara de tonta al verlo.

-¡Hola! Gracias por venir -exclama Ariana.

-Hola, no me perdería esta cena, se que le agrado a la señora Parker, no debo dar motivos para no agradarle -rio junto con Ariana, yo fruncí el ceño, ¿Lo que dijo es en serio? Pensé que estaría mas "molesto".

-Sam esta en la cocina -¿Por qué rayos dijo eso? No oí respuesta alguna de Tristan, me sentí algo mal- Bueno -cerró la puerta- siéntate -escuché el sonido de unos tacones aproximarse.

Volteé y dirigí mi mirada hacia Ariana: -¿Por que le dijiste que estaba aquí? Ni si quiera le importó -rodeé los ojos.

-¡Ya, cálmate! -susurró- Oye te ves hermosa, creo que deberías salir y lucirte -me guiñó un ojo.

-Pero ¿Qué haré? Pareceré una idiota.

-Umh... ¡Ya se! Ve y pon algo de música clásica en el equipo, ya sabes algo de música de fondo en una cena no viene mal -sonrió- y si te animas tratas de hablar con el, tu sabes que no confesaste nada y si no cree en ti, pues no es un verdadero amigo.

-¡Wow! Me sorprendes... -reí y Ariana me miro mal- okey, okey, iré -gire mi cabeza para mirar a Tristan, él escribía algo en su móvil. Me arreglé un poco el cabello y fui a la sala.

Caminé hacia la sala, traté de no mirar a Tristan... Pero era imposible, lucía muy bien, llevaba puesto un traje oscuro con las mangas remangadas asi podía observar sus tatuajes, y ademas llevaba puesto camisa blanca.

Encendí el equipo que se encontraba casi al frente de Tristan. Cuando pase me quedo viendo por un buen rato, me di cuenta, pero no lo miraría aun. Puse el CD de música clásica y lo dejé sonar.

Escuche una risita ahogada y mire a Tristan quien aguantaba la risa y dirigía la vista al equipo de música. O la música le pareció graciosa por su falta de cultura o ... Fui yo la que le causó gracia. Giré sobre mis tobillos y me puse delante de él: -Tristan, tenemos que hablar -dije firme, no se como logré hacerlo.

-De acuerdo -dijo guardando su celular su bolsillo.

Me senté junto a él en el sofá, pero con una distancia justa: -Tristan, no me agradó en lo absoluto que me hayas tratado asi de mal como lo hiciste ayer -Tristan tensó la mandíbula- Los amigos no se traicionan y yo nunca le conté a nadie tu secreto y ¡Mucho menos a la policía! Yo... -me interrumpió.

-Samantha, no hay nadie mas que sepa mi secreto, y lo siento, si te conociera más podría... -nos estremecimos al oír el timbre. Tristan no terminó de hablar.

-Anda, termina lo que ibas a decir -Ariana caminó rápido hacia la puerta y me hizo señas para que termináramos la conversación y no arruínelos la cena- ¿No dirás nada? Esta bien, esta fue la última vez que te hablare de esto y te pediré que me creas, pero esta noche bájale a tu "enojo" -hice las comillas- Y has tu mayor esfuerzo para hablarme y no arruinar esta hermosa cena -me levanté del sofá, Tristan asintió después de unos segundos y se puso de pie para recibir a mi madre con sus invitados. Ariana abrió la puerta y dejo entrar a mi madre que se veía espléndida, tenia una sonrisa de oreja a oreja y entró con el brazo entrelazado al brazo de un tipo. Mi sonrisa cayo al suelo, estaba sorprendida ¿Mamá consiguió pareja? ¡Imposible!

-Hola, mamá! -me adelanté a decir y sonreí a pesar de las dudas que tenia en mente con respecto al señor que estaba con mamá.

-¡Hola, querida! -soltó el brazo de su "pareja" y me abrazó, segundos después me soltó- Te ves hermosa -sonrió- Milton, mi bebé -rodeé los ojos- te ves muy tierno -todos reímos- Y tú Ariana, ¡Ni hablar! Te ves encantadora -ella agradeció y le devolvió el cumplido. Mamá miro a Tristan quien permanecía sonriendo como si nada hubiera pasado, como si no hubiera tensión entre nosotros- Tristan, estas muy guapo -me guiñó un ojo ¿Y eso por qué? ¡Dios que vergüenza!

-Gracias señora Parker -sonrió, se ve tan encantador cuando sonríe- Usted se ve muy bella -en eso el hombre que acompañaba a mamá se aclara la garganta, no logro aguantar una risita, pues nadie le prestaba atención.

-Oh lo siento Mathew -sonríe apenada- Chicos, les presento a Mathew Clyde... Mi actual pareja -ambos se miran tiernos, creo que voy a vomitar... Mamá nunca me mencionó algo sobre una pareja- Te presento a mi hija, Samantha y él mi pequeño hijo Milton -Milton solo sonrio y se escondió detrás de mí.

-Un gusto -sonrió algo incómoda y estrecho mi mano con la suya.

-El gusto es mio -dice amable- tu madre si que me ha dicho maravillas sobre ti -le lancé una mirada asesina a mamá sin que Mathew se diera cuenta.

-Ella es Ariana y Tristan, los amigos de Sam, asi la llamamos -todos sonreímos... Podía sentirse la tensión en la sala.

Ariana estaba a punto de cerrar la puerta de casa, al parecer se distrajo y no lo hizo luego de que mamá y Mathew entraron.

-¡Espera, Ariana! -las detuvo mi madre, le susurró algo al oído a Mathew, quien le contesto tambien en un susurro el cual no pude oir por la música.

-Un segundo -dijo Mathew y salió de casa, todos nos sentamos en cualquiera de los sofás, a los segundos Mathew volvió con un chico... ¡Dios! Es bellísimo, su cabello es oscuro, sus ojos color miel. Y esas pestañas ¡Moriré ahora! Es muy guapo, su piel es entre trigueña y cobriza... No se si Ariana me miro raro por la forma en la que miré a ese chico o porque comenzaba a babear, pero no literalmente.

-Disculpen -se notaba que estaba avergonzado por que el chico no entro con el a la casa- Les presento a mi hijo, su nombre es Carter -Carter -repetí en mi mente- es un bonito nombre, tan lindo como él- Carter, te presento a Samantha -me puse de pie y le estreche la mano.

-Mucho gusto, Carter -sonreí y me senté de nuevo en el sofá, Carter no dijo nada. Vi que Tristan tenía el ceño fruncido... Pero que rayos...

-El es Milton, el hermano de Samantha, el Tristan y ella Ariana -Carter asintió.

-Un gusto -sonrió sin apartar su vista de mí. Mamá cerró la puerta.

-Y bien, ¿No les apetece cenar?

-¡Claro! -dijimos casi todos, menos Tristan quien permanecía algo serio, pero creo que nadie lo noto excepto yo.

Dulce Lado Oscuro.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora