Dulce Lado Oscuro.

Infeliz.

Tristan:

Quería hablar con Samantha sobre lo que hice mientras dormía. No tenía idea de lo que hacía, pero mierda, todos estos años la he deseado.

La vi subir a su habitación así que supe que era mal momento hablar con ella, además me sentía molesto, es absurdo, no me entiendo a veces.

Toqué mis bolsillos para sacar mi celular, pero al tocar los delanteros sentí algo dentro de uno, saqué lo que había dentro y recordé a Mary. Maldición tenía que ir a ese lugar. Desdoblé el papel y vi el lugar y la hora, ¿Run-Club? ¿Qué mierda quieren que haga allá? No entiendo. ¿Me buscan a mi o a Tryt?

La hora estaba muy clara con letras muy marcadas, 4:30 pm. Por un momento pensé en llevar a la policía conmigo, pero recordé que ellos tampoco me quieren, buscan a Tryt y a todos los corredores de motos. Si de verdad quiero recuperarla, debo hacerlo por mi cuenta. Mi padre no ha hecho mucho en todo este tiempo, es un inútil.

***

4:00 pm, sin ganas de hacerlo, le dejé una nota a Samantha, creo que aún me importaba ella, aún era como una hermana para mi.

Dejé el papel sobre la mesa de comedor, salí y conduje muy rápido hacia el lugar. Decidí ir en uno de los 3 autos de mi padre, su estúpido Audi.

He tratado de no pensar mucho en las cosas que le hacen a mi hermana, pero los muy hijos de puta, me envían fotos de ella golpeada, maltratada y llorando. Sólo Dios sabe que otras cosa le habrán hecho.

Frené de golpe, casi choco a una camioneta, joder, no puedo con esto sólo, me creía capaz, pero ahora me siento débil. Ya no tengo ganas de golpear, siento que mi fuerza se va. Aguanté las lágrimas y seguí conduciendo, debo arriesgarme.

Bajé del auto y caminé sin rumbo fuera del club, hasta que sentí que alguien me tomaba de los brazos, ese alguien no estaba sólo.

Traté de librarme del agarre de Kevin y Jake, dos idiotas aliados del que tenía el poder y había secuestrado a mi hermana.

-Tranquilo, Hicks, quédate quieto si no quieres que tu hermanita muera -ambos rieron y yo los miré muy molesto.

-Mira allí viene -dijo Kevin. Señalando con la cabeza hacia la puerta trasera del club o eso creo, a penas pude verlo estando de espaldas.

-Imbéciles -grité luego de darme cuenta que era mentira, ellos rieron nuevamente. En su descuido giré de pronto y me solté de su agarre tirándole a Kevin un fuerte golpe en el rostro y uno más fuerte a Jake en el estómago. Los muy estúpidos cayeron al suelo. -Eso fue fácil, estúpidos -escupí.

Al verlos sin hacer nada corrí hacia el interior del club.

-¡Kevin, va a entrar! -giré como pude y los vi corriendo hacia mi.

Entré, todo estaba oscuro, a penas ingresaban unos cuantos rayos de sol por las ventanas.

-¡Sáquenme de aquí, por favor! -gritaba y soltaba sollozos.

-¡Cállate, mocosa! -dijo la voz de una mujer seguido del sonido de golpe y un gritó más fuerte de dolor. Mi pecho dolió.

Seguí el llanto, hasta que me topé con la habitación para empleados del club. Antes de entrar oí los pasos apresurados de Kevin y Jake, los ignoré, estaba a punto de entrar...

-Pensé que me querías -dijo la voz entrecortada de Mary. ¿Por qué dijo eso? Y, ¿quien es esa mujer que la tortura?

Busqué fuera de la habitación algo que me sirviera como arma. No había nada. Mis puños, se encargarán ésta vez.