La niñera.

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-¡SAMANTHA! -gritó mamá desde la sala.

-¿Si? -grité desde mi habitación, estaba leyendo,es mi pasatiempo favorito.

-¿Puedes bajar? Solo un momento, Sam.

-¡Ahora voy! -deje mi libro sobre mi cama y bajé- dime -sonreí.

-Emh... Hoy tengo una fiesta que organizó el dueño del lugar donde trabajo, es a las 8:00 pm -mamá es doctora- y tengo que asistir.

-Oh está bien -sonrei, estaba pensando en llamar a Tristan, nos habíamos vuelto muy amigos.

-Hey, no planeo dejarlos solos, ya no puedes cuidar a Milton, después de lo que pasó...¡Y aun mas si Ariana esta aquí! Todo podría salirse de control.

-¡Ya mamá! Entonces, tratas de decir que puedo llamar a alguien para que me ayude?- sonrei inocente.

Me miró seria:- ¡No llamarás a ese tal Tristan, Sam! -wow, ahora mamá podía leerme la mente.

-¡Okey! -la mire asustada- Ni si quiera lo planeaba -Si como no, Sam, ni tu te lo crees- Entonces ¿Quién vendrá a cuidar a Milton? -me dirigí a la cocina, tenia algo de hambre, mamá me siguió.

-Llamaré al servicio de niñeras -ojala que en ese servicio no hayan perras, quien sabe, tal vez Camile este de niñera.

-¡No puedo creer que llamarás a una extraña para cuidar a Milton y no me dejas que lo cuide yo! -mamá no me tomo mucha importancia.

Tomo uno de los teléfonos de la casa, este estaba en la cocina: -Shss- me hizo una seña para que guardará silencio.

-¿En serio? Ugh -gruñi. Cogí una manzana del recipiente con frutas y me senté en una silla en la cocina, empece a comer la manzana.

-¿Hola? .... Sí, buenas tardes. Quisiera contratas una niñera... Para esta noche a las 8:00... Sí, en la Maple Street, justo a la vuelta del Balboa Park... -me pareció aburrida la conversación de mamá. No me gusto que una extraña cuidara a mi hermano ¡Yo puedo hacerlo! - Sam, deja de pensar tanto -rió quitándome de de la mente mis pensamientos de enojo.

-¿Que dijeron? -contesté de mala gana.

-Vendrá una niñera a las 8:00 pm pero yo debo salir de aquí antes, a las 7:30 pm. Asi llego a tiempo -tomó una manzana y miró la hora- Hey -tragó el trozo de manzana- Ya va a ser hora de que vayas a recoger a Milton.

-Pero ¿Por qué no vas tú? -hice un puchero.

-No puedo, debo ver que me pondré y alistarme para mas tarde ¡Ya, arriba! Ve a cambiarte esa pijama y ve por tu hermano, por cierto, la niñera se llama Dylan.

-Okey -dije desganada, tiré a la basura la parte casi incomible de la manzana y subí a mi habitación para cambiarme de atuendo.

Detuve el auto cerca de la entrada al Kinder y busqué a Milton con la vista, estaba conversando con una niña de vestido rosa, creo que era Mary: -¡Milton! ¡Ven, sube al auto!- sonreí haciéndole señas con mi mano para que viniera.

-¡Ahora voy!-dijo regresando su atención a Mary. No tenia apuro asi que deje que conversaran por unos minutos, los observaba un rato, pero alguien me tapó la vista.

-Sam -sonrió apoyándose en la ventanilla del auto- ¿Que haces por aquí? ¿No deberías estar durmiendo en casa? -se burló, Tristan.

Reí: -Muy gracioso -me puse seria- Mamá me envió a recoger a Milton, porque debe alistarse para una fiesta de su trabajo o algo así... -Tristan miró a Mary, aun hablaba con Milton.

-Espera -rodeó el auto y se adentró en el, se sentó en el asiento del copiloto- Ya, ahora llama a los niños -rió.

-¿Para que? ¡Pudiste haberlo hecho tú! -reí.

-Sólo llámalos y dime si quieres ir a almorzar conmigo, yo invito -se quitó sus gafas oscuras.

-Okey, como digas, iremos -sonreí, luego llamé a los niños y subieron al auto.

Fuimos al restaurant de siempre, bueno al que yo iba siempre con Milton, el restaurante del Balboa Park. Su comida es riquísima...

Decidí llamar a mamá para decirle que almorzaría en el Balboa Park y que luego nos divertiríamos un poco en el centro de juegos, yo no, pero sí los niños.

-Yo creo que se gustan -dijo meciendo el columpio en el que estábamos.

-También pienso eso, pero como que son muy pequeños¿No crees? -regrese mi vista al frente y mire a  Milton jugar con Mary en el tobogán.

-Tal vez -me sonrió- Hey mira! -señalo a los niños- Milton le dio una flor del jardín a mi hermana! -puso una cara tierna.

-Oww -los mire con ternura- eso fue lindo -espere unos segundos para cambiar de tema- Hey, ¿Te gustaría ir a mi casa luego? Mamá no estará y Ariana se fue a ver a unos amigos, quizás podamos ver películas o jugar en la consola, ¿Que dices?

-Claro, pero iré con Mary -meció el columpio.

-No hay problema... Ouh, espera, lo olvidé. Vendrá una niñera para hacerse cargo de Milton, mamá ya no me dejo cuidarlo desde aquella vez en tu casa.

-Umh... Una niñera -me miro travieso y rió.

-¡Ay, Dios! -reí.

-Es broma -sonrió dando me un golpe amistoso con el codo en mis costillas.

El timbre sonó: -¡Tristan, abre! -grite desde el segundo piso, estaba en mi habitación leyendo.

-¡Ahora, no! ¡Ya casi ganamos el juego! -al parecer él y los niños jugaban videojuegos en el tercer piso. El volumen estaba alto.

No me quedó otra opción, dejé mi lectura, me quite los anteojos y bajé...

Abrí la puerta: -Hola, buenas noches -sonrei.

-Hola, soy Dylan -sonrió.

-¿Tú? -dije enarcando una ceja algo sorprendida.

Dulce Lado Oscuro.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora