Dulce Lado Oscuro.

¡No me toques!

Abrí la puerta de mi habitación, miré por el pasillo y corrí al baño, cerré la puerta. Comencé a llenar uno a uno los globos de colores.

Tenía unos seis globos llenos aproximadamente, pero si bajaba con todos ellos, Carter se escondería de mí o algo. Recordé que Milton tenia un par de pistolas de agua. Fui a su habitación y tome una; regresé al baño y la llené con agua.

Decidí bajar para ver que hacía Carter. Mi plan era mojarlo con agua, para hacer eso, él debía estar desprevenido.

Bajé sigilosamente y localicé a Carter. Se encontraba recostado en el sofá aun sin camiseta. Parece que están dormido...

Lo apunté con la pistola, esto iba a ser muuuuy divertido. Estaba a punto de presionar el botón para que salga el agua y... ¡Maldición! Carter abrió un poco los ojos y me quedó mirando.

-¿Sam? -bajé la pistola y la oculté tras mi espalda- ¿Qué haces? -se levantó del sofá- ¿Qué ocultas allí atrás? -se rió. Creo que no estaba tan dormido después de todo.

-Nada -se me acercó más, él enarcó una ceja- En serio -me mordí el labio inferior tratando de contener la risa... Pero creo que Carter lo interpretó de otro modo.

-Déjame ver -me tomó de la cintura, empezó a bajar sus manos, un poco más y me tocaba el trasero.

-¡Oye! -grité- ¡No me toques! -lo apunté nuevamente con la pistola. Se me escapó una risita.

-¡Tranquila! -rió- ¿Así que eso era lo que ocultabas? -asentí- ¿Puedo jugar? - me miró travieso.

-Claro -sonreí y disparé el agua en su rostro.

-¡No se vale! -gritó- Ven aquí! -gritó mientras yo subía rápidamente al segundo piso, debía tomar unos dos globos más.

Cuando entré al baño, dejé de oír los pasos detrás de mí, tomé sólo un globo con mi otra mano y salí. No había rastros de Carter.

Bajé nuevamente... ¿Dónde estaba?

-¿Con que así quieres jugar? -giré sobre mis tobillos, él estaba a tres metros delante de mi, justo en la entrada del patio trasero. De sus manos caían gotas de pintura azul.

-¡No lo harías! ¡Sólo vale agua! -Carter dio unos pasos hacía mi.

-Pero tú me mojaste antes, y el juego se dio por iniciado, nadie puso reglas -se encogió de hombros.

-¡Aléjate! -lo apunté y reí.

-No -le moje la cara y las manos tratando de que la pintura se le escurriera de sus manos, pero sólo logré que la pintura se hiciera más líquida y abundante.

-¡Ya verás! -empecé a correr por toda la sala, cocina, pasillos del primer piso.

-¡No! ¡No! -gritaba mientras corría. Le seguía disparando chorros de agua pero no le importaba.

Ya me estaba cansando, el agua de mi pistola se acabó, sólo me quedaba el globo...

-¿Sam? ¿Dónde te escondes? -dijo "sensual", yo me encontraba escondida detrás de un sofá. Me levanté un poco para mirar, Carter estaba de espaldas. Su espalada estaba mojada pero sus pantalones, no ¡Perfecto! Me acerqué un poco y reventé con mis uñas el globo en su trasero... Pero al hacer eso, creo que lo toqué.

-¡¿Qué te pasa?! -gritó sorprendido, pero no molesto.

-Nada -dije riendo, y antes de que pudiera hacer algo, Carter me envolvió en sus brazos, comenzó a embarrarme con pintura mis brazos, pero esta vez era de color verde.

-De ésta no te salvas, bebé... -me dijo al oído.

-¡No suéltame! -dije molesta. Él me levantó del suelo y me recostó en el sofá- ¡Oye! ¡Déjame, estos muebles no son baratos! -ambos reímos.

-No me importa... -me quedó viendo detenidamente- Umf -se mordió el labio- Podría hacerte tantas cosas -dijo entre dientes.

-¿Qué? -dije desentendida.

Nada -comenzó a tocar mis piernas y las ensució con pintura.

-Carter... Ya... Déjame -dije con la respiración entre cortada.

-Yo se que te gusta -se puso sobre mí.

-Apártate -eso fue casi inaudible.

-Por favor, linda -me dio varios besos en el cuello- Sácame esto -señaló su pantalón- me esta matando. Hazlo, en algo tienes que ser útil ¿No? -estaba a punto de hacerlo, pero, acaso me dijo ¿Inútil?

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¡Haré maratón! ¡Subiré uno o dos capítulos más! ¡POR FAVOR NO DEJEN DEVOTAR! 1.1K ¡DIOS, MUCHAS GRACIAS!