Blus
No es como si necesitara desayunar, pero no voy a negarle su té raro a Morket ahora que nos llevamos bien. Me mantengo sentado en mi silla y lo miro de refilón, despacio porque parece enfadado. Toma de su taza, tranquilo, pero se le nota su mala vibra.
—¿Quieres que te cante una canción? —Sonrío.
Apoya la taza en el platito de la mesa y siento que va a regañarme.
—¿Puedo pedirte un favor? —pregunta.
Lo miro directo ahora.
—A ver. —Enarco una ceja.
—No tengas relaciones sexuales con Aerix.
Escupo todo el horrible té.
—¡¿Qué?! —expreso indignado.
—Eso, que no te acuestes con ella.
—¿Por qué me dices esto de repente? No tengo razones para hacerte caso, es mi intimidad, no te metas en donde no te llaman.
—El punto es, que no se trata de ti.
Me levanto de forma abrupta de la silla mirándolo de mala manera.
—Tú me la entregaste, dijiste que la necesitaba, no vengas de arrepentido ahora.
—Blus, esto no se trata de que Bosque es una de mis Bellezas, no tiene que ver con nosotros, hablo de ella en particular.
—¿En qué? Si se puede saber —digo serio.
Se levanta despacio de su silla.
—Cuando ayer hablé con Aerix me di cuenta de algo, papá la moldeó de una manera que ella no va a decirte que no. En conclusión piensa que eres su dueño y te hará caso cuando se lo pidas, no sabe lo que hace.
—¿Estás sugiriendo que he abusado de ella sin enterarme? —expreso con asco—. No me compares con papá, y para tu información, te recuerdo que ella fingió ser Veinticuatro.
—Una cosa no tiene que ver con la otra, solo digo que ahora que sabes que no es Veinticuatro, puedes frenar esto, porque ella lo hace solo por obedecerte, no tiene una conexión contigo.
—¿Y contigo sí? —expreso molesto.
—Si te hace sentir mejor, no la he tocado.
Entrecierro los ojos.
—¿Y por qué eso no me alivia?
—Porque te diste cuenta que como no la he tocado, no hay nada malo en mi relación con ella, entonces sabes que la tuya está destinada al fracaso —dice fríamente.
Auch.
—¿Te crees muy caballeroso por ni haberla besado? ¿Qué por eso ella te va a elegir? No te creas, Aerix es más compleja de lo que piensas, yo la conozco más que tú.
—Si la conocieras, la hubieras diferenciado de Veinticuatro.
Doble auch.
—Admítelo, Blus —continúa—. Solo la usas para llenar tu horrible vacío, pero esa no es la forma de superar una tragedia, no puedes remplazar a Veinticuatro con Aerix ¿No ves lo retorcido que es?
—¡Cállate! —grito molesto—. No te hagas el que sabes todo.
—Como tu hermano mayor, te ordeno que pares esto de una vez por todas.
—¿Hermano mayor? —Me pongo todavía más irritado—. ¡Vete a la mierda! —Me dirijo a retirarme.
Toma mi muñeca deteniéndome y esta duele, sintiendo la sensación de la muerte, así que me giro para decirle unas cuantas verdades, pero me callo cuando me observa con una mirada amenazadora.
—No me hagas mandarte a uno de mis infiernos para que recapacites ahí, porque no son nada bonitos.
—¡¡Oigan, ustedes!! —nos grita Aerix, llegando a la sala—. ¡¿Qué creen que están haciendo?! —cuestiona sin escuchar bien nuestra conversación al estar lejos, pero noto que estamos discutiendo.
Me suelto del agarre de Morket de manera abrupta.
—Nada —respondo a regañadientes y luego vuelvo a hablarle a mi hermano—. Espero nunca me pidas la bendición con Aerix, porque nunca te la daré, ¿entendiste? Jamás —le aclaro.
—No necesito pedirte permiso para estar con mi mujer, estúpido.
—Me la entregaste, así que alpiste perdiste.
—Parece que el plan de Isela funcionó, nos puso en contra —expresa fríamente—. Pero se equivocó en algo, no solo vamos a discutir, te voy a destruir.
—¡Quiero ver que lo intentes! —grito mientras se retira muy enfadado.
—¿Por qué discuten? —Se acerca y frunce el ceño Aerix—. No deberían...
—¡¡Cállate!! —la reprendo y se sobresalta—. ¡Vete con las ninfas! —ordeno furioso.
Se queda un segundo tildada mirándome, parece que se va a quejar, pero no lo hace.
—Sí. —Asiente, se gira y habla por lo bajo—. Debí haberme ido.
—¿Qué?
—¡Nada, ya me estoy yendo, maldita sea! —expresa con el carácter que tiene, pero de todas formas me hace caso.
Caigo en la cuenta que aunque me responde me obedece, entonces lo que dijo Morket cobra sentido.
Mierda, sí me ve como mi padre.
Triple auch.
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Belleza de las Esencias #6
FantasySe enfrentaron a Aeistian, padecieron el inframundo, se perdieron en los sueños y ahora toca la respuesta más importante. Porque la verdadera belleza está en el alma. Belleza de las Esencias. *Por Viviana Valeria V.