Capítulo 75

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Irina

Aprieto fuerte mis ojos antes de abrirlos y cuando lo hago, visualizo al hombrecito, así que sonrío, tomándolo entre mis manos.

—¡Penqui! —grito feliz—. ¡Cielo! —chillo cuando la veo también.

—Tranquila —me aclara Kael que se encuentra también en el cuarto.

—Al parecer he vuelto a Aestian —expreso sorprendida.

—Así es —responde Cielo satisfecha—. Gracias a Fared.

Frunzo el ceño y dejo a Penqui a un lado, para concentrarme en mi enojo e indignación hacia ella.

—Entonces es cierto, lo apuñalaste, para convertirlo en inmortal.

—Y eso hizo que tuvieras un cuerpo, felicidades.

—No comprendo ¿Qué planeas? —digo confundida.

—¿Contigo? Ya nada, seguimos conectadas, pero ya no me molestarás en mi cabeza. Ahora por otra parte... —Observa a Kael y hace una pausa antes de continuar—. ¿Para cuándo averiguarás la verdadera personalidad de Isela? Estoy esperando. —Frunce el ceño.

Esto se está yendo fuera de control.

De repente se abre la puerta y un chico de cabello verde con una coleta alta, llega a los aposentos.

—¿Y tú quién eres? —consulta Cielo.

—Por eso no te encontraba —expresa el muchacho y luego me observa a mí—. Están separadas.

—¿Te conocemos? —pregunto también, estando más que confundida.

—Soy Doru.

—¡¿Mi dragón?! —chillo.

Asiente serio.

—Esto no cambia nada, quiero cortar mi conexión con ustedes —declara seriamente.

—¡¿Disculpa?! —exclama indignada Cielo.

—¿Qué? ¿Por qué? —digo triste.

Eso dolió.

—Irina. —Doru se acerca hasta mí—. Cuando te conocí y te acepté como mi jinete, yo no imaginaba el futuro, simplemente lo sentí, seguí mi instinto y me conecté contigo al instante, si hubiera sabido en lo que te convertirías... —Mira a Cielo—. Lo siento, pero necesito cortar esto, me está hiriendo, tengo que seguir mi camino.

—Otro más que me rechaza —expresa indignada mi otro yo—. Bien, no eres digno de ser mi dragón, ya lárgate.

Él se gira para irse, pero lo detengo de la mano.

—¡Doru, no! —le pido angustiada—. Somos amigos, somos familia, no puedes irte, siempre hemos estado juntos ¿Recuerdas? Pequeño.

—Ya no soy tu pequeño. —Se suelta de forma brusca y me mira fríamente—. Me duele cortar esto, Irina, pero ya no puedo más, no eres el alma que recordaba, ya no me das esa paz que antes teníamos, solo veo oscuridad. —Observa a Cielo otra vez, la cual entrecierra los ojos—. No me mires así, es tu culpa, creíste que separándola de ti evitarías que alguien más te rechazara, pues te equivocaste, un alma no se limpia así de fácil.

—No crees mi excusa de que Irina no interfiera con mis planes, al quitarla de mi cabeza. —Cielo sonríe—. Qué inteligente me salió el dragoncito.

—Te estás quedando sola, Belleza, pero yo no pienso salvarte —declara y vuelve a observarme—. Lo siento otra vez, debo buscar mi camino en otra parte —dice afligido, entonces se retira.

—¡Doru! —grito y no tardo nada en empapar mi cara en lágrimas.

Mi dragón no puede dejarme, es mi mayor amigo, mi familia, mi ser más preciado. Es entonces cuando siento la puntada, ha cortado nuestra conexión en este instante. Duele más de lo que creí, esa paz que siempre me trajo acaba de desaparecer. Es algo muy triste que no puedo aceptar. 

Belleza de las Esencias #6Donde viven las historias. Descúbrelo ahora