Aerix
Emocionada probando mi poder, que parece que en Aeistian se extiende, puedo notar la satisfacción de sentir la naturaleza.
—¿Disculpa?
Me interrumpieron otra vez, el árbol deja de crecer y me giro, visualizo a chicas humanas, así que mi enfado cambia por curiosidad.
—Hola —digo y me acerco para mirarlas mejor—. No se parecen a las ninfas, ya me dio intriga.
—Somos las concubinas del harem —aclara una—. Mi nombre es Ezmirra, ellas son Meania y Behim —las presenta.
—¿Qué es concubina? —pregunto confundida, entonces me miran raro, así que me explico—. Perdón, he vivido en un bosque casi toda mi existencia y otro poco en un sueño, haciéndome pasar por otra, por eso... —Reacciono—. Esto suena un poco extraño, ¿verdad? —Me río y asienten—. ¿Qué querían preguntarme?
—¿Eres una Belleza? —consulta Ezmirra—. Nunca había oído sobre una del bosque.
—¡¿Cómo levantaste ese árbol?! —Lo señala Meania y alza la voz.
—¿Por qué nos miras como especímenes raros? —pregunta Behim.
Cuántas cuestiones.
—Eh... sí, soy una, soy Bosque, pero prefiero Aerix, no las conozco a las demás, levanté el árbol moviendo mi mano y... —Intento recordar la última pregunta—. Pues es que nunca había estado tan cerca de humanas, se parecen a las ninfas, pero tienen diferencias pequeñas, por empezar no tienen rasgos animales, en eso me parezco a ustedes.
—Pero no vistes como nosotras —me aclara Ezmirra y me observo—. ¿Por qué tan poca ropa? Eso es vulgar, hasta Jaelyne que me cae mal tiene más telas que tú, se ajustó a las vestimentas de aquí, tú ni tanto.
Me miro con más detenimiento. Siempre he usado este tipo de falda y top verdes, ambos con forma de plantas, sin contar que pocas veces utilizo calzado. Alzo la vista a Ezmirra.
—¿Qué problemas tienes con mi ropa? —Frunzo el ceño—. Se parece un poco a la de las ninfas, pero tiene mi toque personal.
—Muestras demasiado.
—¿Y eso es malo? —pregunto incrédula—. Me ayuda a moverme mejor entre los árboles.
—Esto no es una jungla —me reprende—. ¿Y no dijiste que ya no vives en el bosque?
—Eso es cierto. —Me lo pienso—. Tienes razón.
—¡Una Belleza te dio la razón, Ezmirra! —chilla Meania.
—Quizás no tiene aire de superioridad —opina Behim.
—¿Por qué dicen eso? ¿Tan así son? —consulto, ladeando la cabeza.
—Andan buscando atención de la realeza todo el tiempo, sobre todo del género masculino.
—Bueno —titubeo—. En lo que a mí respecta, no quiero atención de ningún mortal ni inmortal, me gustaría quedarme en una isla paradisíaca por completo sola —expreso con orgullo.
Ellas se ríen.
—¿Qué dices? —Se carcajea Ezmirra—. ¿Por qué harías eso?
—Para estar tranquila y no tener ningún macho acechándome, ¿los hombres humanos también son intensos? —consulto al pasar por mi mente Morket—. Los dioses siempre andan de calenturientos, uno me pidió esporas afrodisiacas.
Ellas vuelven a reír.
—Eres más inocente de lo que pareces. —Se me acerca Ezmirra y pone sus manos en mis hombros—. Déjame que te enseñe sobre el mundo real.
—No sé si quiero —opino.
—¡Te encantará! —dice Meania.
—Te enseñaremos todo lo que tienes que saber sobre los hombres y como vestir —aclara Behim.
—No sé para qué necesitaría eso —expreso confundida—. No creo que me sirva para huir de Ketran.
Creo que es el único pensamiento que existe en mi sistema, escapar del Dios de la Fertilidad.
—¡Vamos, será divertido, seremos amigas! —chilla emocionada Meania—. ¡Siento que tienes mucho potencial!
—¿Potencial? ¿Amigas? Mi único amigo es Blus —opino pensativa.
—¡Amistad de mujeres, intercambiaremos muchos chismes, es muy distinto!
—Ah, ¿sí?
—¡¿Qué no hablas con nadie o qué?!
—La verdad... —digo avergonzada—. Los individuos que conozco los cuento con los dedos.
Ketran, Isela, Blus, y ahora Morket.
___
Sé que tildé a Aerix de mala en mis notas, pero a medida que avanzó la historia se creó su propio desarrollo, más que mala en realidad lo que tiene es carácter, uno que opaca esa inocencia que me hace querer protegerla. Todos se aprovechan de ella y su instinto de supervivencia no alcanza para mantenerla tranquila. Siento que es muy frágil y se me va a romper en segundos.
Morket, cuídala por mí ❤
ESTÁS LEYENDO
Belleza de las Esencias #6
FantasíaSe enfrentaron a Aeistian, padecieron el inframundo, se perdieron en los sueños y ahora toca la respuesta más importante. Porque la verdadera belleza está en el alma. Belleza de las Esencias. *Por Viviana Valeria V.