Morket
Dejo el vaso de agua para después y regreso hasta Aerix cuando la visualizo con mi padre. Su forma humana es animalesca, porque le cuesta ocultar sus rasgos salvajes, si no fuera por eso nos pareceríamos bastante, solo que él usa el cabello corto. Mi padre tiene un rostro joven, los humanos pensarían que es mi hermano, pero no lo es en absoluto, tiene muchos más años y es mucho más peligroso.
Alejo a Bosque de sus garras, intento pedirle que se vaya, pero declara que planea quedarse.
Puedo notar como Aerix tiembla y se mantiene callada, así que la observo preocupado. En ese microsegundo que me distraje, mi padre se enfada y me ataca, así que caemos al suelo. La música se detiene, entonces todos los presentes se dan cuenta de lo que sucede. Mala señal, a mi padre le gusta el miedo y quien le tenga miedo se convierte en presa. Noto como varias personas se llenan de ronchas y comienzan a vomitar, convulsionan sin razón aparente, pero es obvio lo que ocurre.
—¡Padre! —Llega Blus.
—Y llegó el niño menor —se burla papá.
Blus frunzo el ceño.
—Calculo que Morket ya te pidió que te fueras.
—Como todo un caballero, ¿tú también?
—No es mi estilo. —Sonríe mi hermano y alza la mano—. Invoco a las pesadillas.
Su cabello cambia a negro, unas pequeñas venas crecen al costado de sus ojos y su iris se vuelve oscuro, entonces a papá comienza a dolerle la cabeza, hace un chillido que a todos les afecta, cambia de forma para ocultarse entre las paredes, uniéndose al concreto.
Blus se acerca hasta nosotros, mientras ayudo a Aerix para levantarse, entonces le consulto:
—Creí que no te gustaba cambiar a tu forma de Dios de las Pesadillas
Él sonríe, entretanto su cabello y ojos vuelven a ser celestes.
—No me gusta, pero a veces hay que hacer sacrificios, este color siempre me quedará mejor. —Mueve su cabello y luego agarra un vaso de una mesa—. Por nuestra buena relación. —Bebe del vino.
—Deja de tomar, hay que encontrar a padre y enviarlo de regreso por donde haya venido.
—Querido, se unió a la pared, ahora será parte del castillo, no estará fácil quitarlo.
Sonrío, lo voy a convencer.
Blus
Bufo porque termino haciéndole caso a Morket y busco a padre por los pasillos, aunque no hay señal de él ¿Quién sabe? Quizás hace rato estuvo aquí y ni nos enteramos.
Me siento en un escalón, estando aburrido y suspiro.
—¡Blus! —Veo a Océano acercarse y se sienta a mi lado.
—¿Y tú qué quieres?
—Me vienes siguiendo hace rato, ¿y ahora yo no puedo seguirte? —Revolotea las pestañas.
—No, yo te vigilo porque le hago favores a Morket. No te ilusiones, lo nuestro es prohibido, nena —me burlo y hace cara de asco.
—No seas estúpido, solo quiero preguntarte algo.
—A ver, desembucha ¿Con qué saldrás ahora? Qué peligro.
Sonríe.
—Quiero saber, enséñame sobre las pesadillas, ¿cómo lo hiciste?
—Sigue soñando ¿Tú? ¿Con ese poder? Ni loco, es mucha responsabilidad, mucha carga y algo que no te mereces, y serías un peligro, así que la respuesta es no.
—No seas aguafiestas, a cambio te daré un beso. —Revolotea las pestañas otra vez, me coquetea.
Por un momento me lo pienso y miro hacia adelante, luego vuelvo a observarla para responder.
—No.
—¡¡Pero...!!
Me levanto, interrumpiendo su intento por convencerme, así que cuando empiezo a caminar me sigue.
—La respuesta continúa siendo no —repito por las dudas—. Está bien que me gustes, pero son dos cosas totalmente distintas.
—Vamos, Blus ¿No quieres ser mi maestro? —Une las manos rogando.
—Suena tentador, pero no. —Aumento el paso y miro a cada pared, buscando a mi padre, luego me detengo—. Deja de seguirme, aprovecha que no te estoy molestando.
—Oye, sé lo obsesionado que has vivido por mí, es tu oportunidad.
—Tu obsesión con Desierto y mi obsesión contigo son dos cosas muy distintas, sin contar que ya no soy ese Blus, además dijiste que ahora te parezco más patético que antes, así que ya puedes seguir tu camino.
Me mira fijamente.
—Te convenceré.
Ruedo los ojos.
—Haz lo que quieras.
Mejor la ignoro y continúo buscando a mi padre.
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Belleza de las Esencias #6
FantasiSe enfrentaron a Aeistian, padecieron el inframundo, se perdieron en los sueños y ahora toca la respuesta más importante. Porque la verdadera belleza está en el alma. Belleza de las Esencias. *Por Viviana Valeria V.