Askar
Océano tira el agua sobre mí, luego abandona el vaso, lanzándolo hacia atrás, y besa mi cuello, poniéndose muy emocionada, evito toda esta movida cuando la agarro de los hombros.
—Esto es muy excitante y todo, Rebecca, pero...
Entrecierra los ojos, entonces me interrumpe.
—Claro que es muy excitante. —Sonríe—. No sabes lo cachonda que me pones. —Quita mis manos y baja la tirita de su camisón.
—Wow, wow, no haga eso —repito y la detengo, para que no exponga el cuerpo de Rebecca.
—Deja de evitarme. —Me empuja, así que mi espalda choca con el colchón, acto seguido me besa.
—¡Oh, por los dioses! —grito, entonces aprovecho para apartarla e irme lejos de la cama—. ¡Un espectro, hay que matarlo!
—¿Crees que soy estúpida?
Me subo la yukata, me quedo de espaldas hacia ella, parado y quieto, mirando a la pared.
—Oh, este concreto solo está sucio, me equivoqué. —Sigo con mi farsa.
Oigo el sonido de la cama, entonces sé que se ha levantado de esta. Trago saliva cuando siento su respiración en mi nuca, así que no me queda otra que girarme. Se queda mirándome muy fijamente, su expresión seria me causa un pequeño escalofrío en mi espina dorsal, pero luego sonríe.
—Eres adorable —opina—. Si pudiera, te pondría una correa y te haría mi mascota.
—¿Ah?
Se ríe ante mi expresión de desconcierto.
—Ya admítelo, te diste cuenta quien soy.
Suspiro.
—Uf, es difícil fingir.
—Concuerdo. —Se relame los labios y me observa de forma lasciva, apoya sus manos en mis hombros—. Aquí entre nos, me encantas.
—Bueno, eso ya lo sabíamos, ¿no? Digo, te gusto porque sientes lo mismo que Rebecca.
—¿Quieres que te cuente secretos de ella? —Revolotea las pestañas.
—¡¿Qué?! ¡¡No!! —Me aparto—. Eso está mal, muy mal.
—Bueno, te contaré sobre mí.
—¿Y yo para qué quiero saber eso? —Enarco una ceja.
—Tú cállate —me reprende.
Bufo y hago puchero.
—De acuerdo.
—Me había semidormido, podría decir, para que Cielo no me encontrara, entonces desperté por completo porque me moría de celos ¿Quién se cree esa Aerix? Desierto no sabe buscar amigos, siempre los busca mal.
—Si querías ser su amiga, no debiste haber hecho tantos líos —opino.
—Tú cállate —repite—. Sabes cosas solo por meterte en mi sueño ¿Dónde estaba? Ah, sí, bueno, no pude vengarme porque Morket y Blus me interrumpieron, luego Morket me obligó a ir con él, pero como siempre me escapé. Pobre, intenta y falla siempre en atraparme. Es una pérdida de tiempo, aunque no lo culpo, soy una escapista experta.
—¿Y por qué me cuentas todo esto?
—Solo me aburro, ya que no va a haber sexo, tengo que hablar de lo fascinante que soy —expresa muy altanera—. Y mira este vestido, me queda alucinante, estoy preciosa. —Da un giro—. Se lo robé a una ninfa, a mí me queda mejor.
—¿Robaste esa ropa? Cuando puedes conseguir en el harem.
Se carcajea.
—Ya cálmate, ¿eh? No seas aburrido.
—Si te aburro, mejor vete —digo, pero luego reacciono—. No, espera, no te vayas. —Me pongo frente a la puerta.
No tengo que dejar que se retire ¿Quién sabe qué puede hacer con el cuerpo de Rebecca? No debo permitirlo.
—¿Tienes miedo de que me vaya a fornicar con otro? —se burla.
—¡¿Lees la mente?! —grito sorprendido.
Se carcajea.
—No, se ve a leguas lo que piensas, eres un niño bueno, no puedes evitarlo.
Jaelyne
Bostezo y me dirijo a los aposentos, veo a Rebecca correr, entonces se choca conmigo.
—¿Qué pasa? —digo cuando la sostengo y no la suelto de los brazos.
Hace una risilla.
—Escapo de Askar.
Me aparto y bromeo.
—Jugando a medianoche, pillines.
Se queda mirándome con una sonrisa, es una muy distinta a la normal, que es calmada y encantadora, esta tiene un cierto vilo de enigma.
—Siempre me gusta jugar, ¿y a Aerix?
—Hum, no sé, nos estamos conociendo, me parece un monito adorable, deberías conocerla también.
—Claro, como a Irina.
Enarco una ceja.
—¿Qué pasa? —consulto otra vez.
—Haces amigos muy rápido —me recrimina.
—Antes me costaba, ahora estoy bien. —Muevo los hombros sin importancia—. ¿Qué te ocurre? ¿Estás celosa? —Me río—. Sabes que nadie puede reemplazarte, mi amistad contigo es muy fuerte.
Se me acerca, entonces la observo confundida por su acción. No me percato de su movimiento hasta que lo hace. Sus dedos sostienen mi barbilla y su boca se apoya en la mía, así que por un momento siento el tacto de sus labios. Reacciono, así que la aparto rápido.
—¿Qué... ¡¿Qué estás haciendo?! —expreso estupefacta y ella me observa fijamente mientras doy más pasos hacia atrás—. Lo... lo de mis chistes sobre ser lesbiana, solo eran eso, chistes, soy recontraheterosexual, que me parezcas encantadora no significa otra cosa —intento explicar y sonríe.
Me da un escalofrío, de verdad no es su sonrisa. No puede ser, ya entendí todo, no es Rebecca. Ese mechón celeste lo aclara por completo, ¿cómo no me di cuenta? Océano está loca por Desierto, algún día la iba a querer besar.
___
No es el beso que quería entre Jacky y Rebecca, pero estoy satisfecha, Océano cumplió de manera indirecta y perturbadora mi shipp frustrado jajaja
Atte: Vivi xD
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Belleza de las Esencias #6
FantasiaSe enfrentaron a Aeistian, padecieron el inframundo, se perdieron en los sueños y ahora toca la respuesta más importante. Porque la verdadera belleza está en el alma. Belleza de las Esencias. *Por Viviana Valeria V.