Capítulo 64

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Irina

Camino por el limbo, ya que Cielo me durmió otra vez, así que empiezo a entenderla mucho más. Perderse aquí, encontrar el camino y luego volver a perderse cuando despiertas, también es escalofriante. No solo sus traumas del recuerdo de la muerte de Desierto la torturaron una y otra vez. Este lugar... Cielo estuvo... no puedo describirlo, es muy triste, solitario, confuso y doloroso.

Una repetición constante sin saber cuándo dejarás la terrible tortura.

—¿Irina? —Me detengo al sorprenderme.

Me doy la vuelta, entonces lo veo.

—¡Fared! —Corro a abrazarlo.

—Eres tú, ¿cierto? —expresa confundido y me aparto.

Asiento muy despacio.

—Cielo me durmió otra vez, no soporta mi sufrimiento y mis conflictos con sus ideas —aclaro.

—Es tu cuerpo —dice molesto.

—Sí, pero no puedo hacer mucho.

—Tú sabes... —Hace una pausa—. ¿Qué hago aquí?

Niego moviendo la cabeza, también de forma leve.

—No mucho, entiendo que Cielo quería volverte inmortal.

—Quizás yo pueda ayudarlos con eso.

Oímos una voz masculina detrás, entonces nos giramos. El lugar completo en bruma se convierte en un sitio lleno de flores lilas y a lo lejos se puede ver un castillo. Visualizo al hombre de cabello blanco y vestimenta clara también, al cual reconozco enseguida.

—¡Te conozco! —grito señalándolo—. ¡El Dios del Limbo! —Miro a Fared para susurrarle—: Y el ex de Cielo.

Mi marido me observa extrañado y acota con un vilo de sarcasmo:

—Genial, esto cada vez se vuelve más raro, qué estupendo. 

Belleza de las Esencias #6Donde viven las historias. Descúbrelo ahora