TRES DIAS DESPUES
Empezaba amanecer en el reino de las costas del norte, faltaba poco para terminar su turno en el gariton principal del reino, donde se encontraban los soldados Lyam y Thiago, los nuevos reclutas, que desde hace ya una semana, ellos habían sido de los 30 seleccionados para formar parte especial del escuadrón de elite de la Tercera Princesa Lunar.
Thiago: ¿Crees que la Capitán siga con vida?
Lyam ¿Por que pregustas idioteces? - Viendolo molesto por aquella pregunta - La capitán es muy fuerte e inteligente, claro que regresará con vida, tiene que hacerlo.
Thiago: Pero y si no, por los dioses, es apenas una niña, es mucho mas chica que nosotros ¿Como pensaron en enviarla sola y sin ayuda a un lugar desconocido sin saber que esperar?
Se encontraban discutiendo, hasta que a lo lejos pudieron observar que alguien se acercaba hacia el reino, pero por la distancia no podían distinguirlo.
Lyam: ¿Quién se aproximará? - Pregunto poniendo atencion a la figura que venia avanzando.
Thiago: ¿Será un monstruo?
Lyam: No lo creo - Susurro el pelirrojo, tratando de enfocarse en aquella silueta que se aproximaba cada vez más... - La alarma magica ya hubiera sido activada (Era una especie de hechizo magico que rodeaban las fronteras del imperio para a lertarlos contra intrusos y asi repeler a los que se atrevian a pasar las barrerar sin permiso expreso) - ... Es-es la Princesa Lunala - Grito Lyam - Alarmado y emocionado a la vez.
Thiago: ¿La princesa? - Pregunto tratando de enfocarla, pero al verla los preocupa alertandolos.
Lyam: "Ve a buscar ayuda ya" - Ordeno preocupado, el otro obedeció corriendo a buscar a su jefe al mando.
El pelirrojo no dejaba de observarla, la princesa se miraba diferente si no es que aterradora.
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Camino por varios días, no recordaba cuantos, perdió la noción del tiempo, no se detuvo ni para comer, tomar agua o descansar, lo único que quería era llegar hasta la seguridad de su hogar, esa prueba fue mucho para ella, tenía ganas de llorar, pero tuvo que tragarse sus lágrimas, no podía demostrar debilidad, lo tenia prohibido.
Solto un suspiro de alivio sintiendose feliz al ver los límites del Imperio, ya estaba casi cerca, sentía que en cualquier momento colapsaría, quería asearse y comer hasta reventar para después dormir hasta el final de los tiempos.
Ya se encontraba a varios metros de la entrada la cual se encontraba cerrada, por inercia, volteo hacia arriba donde se encontraba el gariton principal para ver si se encontraba alguien que la dejara entrar, no lo demostró, pero se sorprendió al ver a aquel chico pelirrojo observándola con preocupación y si no hasta con horror, de pronto se escuchó el sonido de unos enormes engranes dando vueltas, señal de que estaban abriendo el gran portón.
Al verla entrar, el pelirrojo bajo rapidamente del gariton sin importarle abandonar su puesto, solo queria ir a ver a la princesa.
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EN ALGUN LUGAR DEL PALACIO
Xxx: Se han dado avistamientos de demonios aquí y aquí - Señalando los puntos específicos en un mapa - Y también se han visto demonios en esta región.
Badir: Esto ya ha sucedido en varias ocasiones, lo que me hace pensar que la aparición de aquel demonio rojo en una de nuestras aldeas hace años no fue coincidencia.
Azel: Concuerdo contigo General, creo que algo grande esta por suceder, algo deben estar planeando esos demonios.
Badir: Si a algo grande te refieres, es a la maldita guerra del Clan de las Diosas contra el Clan de los Demonios, está a punto de alcanzarnos a nosotros los humanos, si, es algo grande entonces - Decia muy preocupado, ya que las diferencias entre esas dos razas estaban llegando hasta las tierras del Clan humano Lunar.
Azel: Esa maldita disconformidad entre ellos ya nos está afectando.
Badir: No solo a nosotros, a los demas clanes tambien querido amigo.
Toc, toc - Se escucho el golpe de los nudillos contra la puerta de madera.
Azel: Adelante - Órdeno el Capitan.
Al escuchar la orden, entró un Caballero dando la reverencia de respeto apropiado - General, me han notificado que la princesa ha regresado.
Tanto el General Supremo como el Capitán que se encontraban sentados, se levantaron de golpe al recibir la noticia saliendo del lugar.
Badir: ¿Dónde se encuentra? - Pregunto levantandose de su lugar, acto que tuvo que imitar su acompañante.
Caballero: En la entrada del reino - Contesto entusiasmado.
Badir: ¿Como se encuentra? - Pregunto dirigiendose hacia aquel lugar junto al otro.
Cabellero: Se ve bien, fisicamente parece que no ha recibida daños de gravedad - Respondió yendo detrás de los mayores, quería ver la entrada triunfal de la Capitán, era algo digno de ver.
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Aunque aún era temprano, la noticia del regreso victorioso de la Tercera Princesa ya se había esparcido por todo el reino y eso que no habia pasado ni quince minutos de su llegada, inmediatamente fueron a avisarle a los monarcas, que sin terminar de alistarse salieron a recibir a su hija.
Del otro lado del palacio se encontraba Aysel siendo terminada de alistarse por una par de damas para comenzar el día, tocaron la puerta de sus aposentos, inmediatamente fue abierta la puerta presentándose otra dama, avisando la buena noticia.
Aysel: Muy bien, puedes retirarte - Ordeno como su semblante pasible, regreso su vista hacia el gran espejo de cuerpo completo observando su rostro - Maldición - Pensó arrugando su entrecejo mientras seguia siendo atendida.
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Al abrirse las grandes y pesadas puertas que daban acceso a la entrada al Imperio, imponente y poderosa, digna de admirar y mas por su corta edad, entraba la menor con aquel escudo de madera maltreco empuñadolo en su mano izquierda, después de todo logro recuperarlo.}
Al adentrarse al lugar, pudo ver a su alrededor que la milicia la miraban expectantes a sus movimientos, de frente pudo ver como iba llegando su Comandante y tío, se detuvo estando a escasos dos metros del mayor, ambos se miraban con su típico rostro inexpresivo.
Levanto su mano derecha posicionándolo entre su pecho y el escudo para sacar la prueba de su valía, arrojándolo a los pies de su General, era la cabeza cercenada del aquel demonio, con aquella acción se empezaron a escuchar murmullos de sorpresa y asombro de los que se encontraban presentes, tiro el escudo al suelo ocasionando que hiciera ruido, haciendo eco retumbando por todo el lugar.
Empezó a dar unos cuanto pasos, pero de pronto sintió que sus piernas ya no querían responderle, pensó que iba a caer, pero el impacto nunca llego, sintió que algo tocaba su brazo derecho.
Por instinto, con su mano libre tomo el cuello a quien se atrevió a tocarla, invocando el poder que había adquirido en el exilio, formando una cuchilla color plateada amenazando a aquel que se habia atrevido a tocarla, todos quedaron aún más asombrados al verla invocando ese poder.
Escucho su nombre de los labios de su Comandante haciéndola reaccionar de inmediato, pudiendo enfocar su mirada a la persona que la había sostenido del brazo evitando que cayera, vio sus ojos aceitunados y aquella cabellera rojiza y ya no supo más de ella, se había desmayo.
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TU FRIO CORAZON (TOMO UNO)
FanfictionEsta historia se remonta desde de la primera guerra santa, en un mundo ancestral donde los mundos humano y espiritual todavía no se habían separado, existían 5 clanes: el Clan de la Diosas, el Clan de los Demonios, El Clan de las Hadas, el clan de l...