TU FRIO CORAZON (TOMO UNO)

¿TAN GRANDE ES TU AMBICIÓN?

NOTA:

((En este capítulo me basé en la escena donde luchan Anksunamun vs Nefertiti en la película de la momia,  Sin mas que agregar, disfruten del siguiente capítulo:

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Al día siguiente en punto de las ocho de la mañana, Lunala se encontraba en medio de la sala de consejo, siendo juzgada, como si fuera un delito haber mencionado lo que le había comunicado, no sabía porque tenían que hacer algo tan simple y sencillo, en algo de lo más difícil y complicado del mundo.

Vestía una túnica blanca que cubría completamente su figura, se encontraba discutiendo con el concejal por los testigos que había elegido, pero que fácilmente no dejaría que la hicieran cambiar de decisión.

Concejal4: No puedes tomar a esos seres como tus testigos.

Ayzel: Para empezar, ellos no deberían estar en este lugar, esos clanes no son dignos de pisar el palacio real.

Lunala: Y quien es digno ¿Tu?

Ayzel: ¿Qué estas tratando de insinuar mocosa? – Frunciendo el entrecejo.

Lunala: ¿Te ha molestado lo que dije?

Ayzel: Vaya, no cabe duda de que relacionarte con esa calaña te ha vuelto últimamente más insolente y majadera, antes no eras así... Ven lo que les digo... Los otros clanes no son una buena influencia para nosotros.

Lunala: Te prohíbo que hables así de ellos, ellos son mejores que nuestro propio clan.

Concejal3: ¿Cómo te atreves a comparar a nuestro propio clan con ellos?

Lunala: Esa es la opinión que hacen ustedes que tenga... Ya les dije... Ellos serán mis testigos, y no voy a cambiar de parecer.

Concejal1: Pero ellos no son humanos pequeña – Añadió tranquilo el concejal más viejo y sabio del grupo en un tono calmado y condescendiente, un anciano muy amable, pero muy duro y directo cuando era necesario, quería saber hasta dónde podía llegar la princesa con tal de defender su posición.

Lunala: ¿En qué código o ley dice que no puedo o debo de escoger a otros clanes como mis testigos? el reglamento dicta que una la de las partes pueden escoger a los testigos que quiera y sean necesarios para dar fe y legalidad del compromiso, pero no estipula que los testigos deben de ser exclusivamente humanos.

Concejal1: (Sonriéndole muy orgullo de ella, el sabía perfectamente que ella llegaría a ser una muy buena líder y matriarca, solo quedaba apoyarla para que eso pudiera suceder) – Tienes razón Princesa... Sabes y conoces muy bien nuestras leyes y costumbres, descifras y le das vuelta a los escritos antiguos en los cuales nos basamos para coexistir entre nosotros... Con todo tu derecho, te diré... No hay problema con que otras razas sean tus testigos, si así quieres, así será.

Ayzel: Concejal ¿Cómo es posible que este de su lado?

Concejal1: La princesa Lunala está en todo su derecho, y es verdad lo que dice... Ser testigo no es exclusivo de los humanos... Si hay algo estipulado en algún otra Ley, es tu momento de para revocarla.

La mano derecha se mordió el labio de la impotencia, pero prefirió ceder, de todas maneras, no importaba quien fuera los testigos de su sobrina, el resultado iba a salir a su favor.

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Salía de la sala de reunión, cada vez mas se cansaba de su situación, sumando que su estado de salud no era el mejor, aparentaba estar bien, pero internamente no aguantaba, de repente sentía temblores y hasta a veces creía que se desmayaría, no sabía que sucedía, pero no se podía permitir mostrar debilidad frente a los demás.