POR LAS BUENAS

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Lyam: Es simple... Tienes que envenenar al Rey Hada.

Branwen: ""¿ESTAS LOCO? ¿CÓMO SE TE OCURRE QUE YO VOY HACER ESO? "" - Grito alterada por la descabellada idea de aquel humano.

Lyam: Calla mujer, tranquilízate - Pedia por el escandalo que esta empezando a formar aquella Hada.

Branwen: ¿COMO QUIERES QUE ME TRANQUILICE? SI QUIERES QUE LO ASESINE - Replicaba alterada - ¿A MI ESO EN QUE ME BENEFICIARA?

Lyam: Si te callas de una puta vez y me dejas explicarte mejor me vas a entender... - Regaño molesto, rascandose el oido derecho - Que escandalosa y chillona voz tienes... - Se quejo - Lo que quiero decir es que si lo quieres recuperar es necesario hacerlo, para que asi Lunala acepte irse y desaparecer del bosque para siempre, no es que lo vayamos a matar literalmente... Bueno si... Lo vamos a envenerar, pero tantito nada mas, pero para el veneno que le vas a dar tú hay un antidoto, no te preocupes.

Branwen: ... - Estaba en silencio ante aquella descabellada idea.

Lyam: Anda, no lo pienses tanto, te dije que esto te va a beneficiar mucho a ti, con Lunala lejos de el y de tu hogar podras recupera a tu amado.

Branwen se quedo pensativa, la idea de que la princesa albina desapareciera del lugar era atractiva, pero la parte del envenenamiento la hacia dudar - ¿Como podre confiar en ti? – Pregunto a la defensiva.

Lyam: Se que tuvimos nuestras diferencias en el pasado, pero tienes que empezar a confiar en las personas ¿No lo crees? - La peliverde fruncion el entrecejo molesta por el comentario - Vamos, No tienes nada que peder, y como te dije, al final saldrás beneficiada, a mi me interesa que Lunala se vaya de este lugar, y al hacerlo tu tendras el camino libre con Gloxinia y te podras convertir en la Reina Hada como siempre has deseado.

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Se movia con desesperación, salvajismo y pasión desefrenada sobre ella, como si estuviera molesto con ella (aunque no era asi),  pero Lunala no se quejaba, sabia a que se debía su humor y tenia un solo nombre.

("""Aunque, eso siempre le ocurria cuando llegaban individuos del genero masculino al bosque pidiendo unirse a Stigma, y cuando conocian a la princesa y quedaban impresionados con ella por su belleza y fortaleza, empezaban a coquetear con ella sin saber que esta ya estaba una relación amorosa.

Muchas veces se daban cuenta por su aroma, asi que dejaban de insistir, sintiendo envidia del afortunado que tuviera el amor y atencion de la albina, pero había otros descarados que no les interesa ese detalle, y aun asi, insistian en coquetear con ella, hasta que Gloxinia aparecia en la ecuación y se imponía sobre ellos, era cuando por fin dejaban de insistir con la princesa""")

Las manos del monarca se sentían tan calientes recorriendo el cuerpo de su amada con lujuria y deseo, besando y chupando su apetecible piel, dejando marcas demasiado notorias por lo blanca que es, su miembro duro y palpitante frotándose con fuerza en su estrecho y calido interior envolviendolo por completo, enpujando su cuerpo haciendo que sus pechos danzaran al compas de sus estocadas, sentía que iba a explotar de placer al verla tan jadeante y expuesta, se sentía en la gloria.

Pero de un movimiento, la albina invirtió los papeles, cambiando de posición quedando ahora ella encima de el, sacando un poco de onda y de ritmo al hada, pero verla asi, tan receptiva, era una de las cosas que le encantaba, era una delicia verla en cualquier faceta, a ella le permitia todo.

De una estocada, la albina se auto penetro gimiendo placenteramente, mientras que el otro gruñía exitado al verla como subia y bajaba su hermoso cuerpo con movimentos sugerentes.

TU FRIO CORAZON (TOMO UNO)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora