MI MAS PRECIADO TESORO

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Gloxinia: ""LUNALAAAA""... - Gritaba a todo pulmón, desesperado por no poder ayudarla, se sentía un inútil - ... ¿Que es lo que le sucede? ¿Que le pasa? - Preguntaba impotente viendo a la albina tirada en el suelo respirando irregular.

Tanto era el estrés por el que estaba atravesando en ese momento que no sentía ni le interesaba el dolo  en su cuerpo por las descargas eléctricas que recibia de la barrera mágica al tratar de atravesarla.

Meliodas: Es imposible atravesar la barrera, es demasiado poderoso, es parecido al cubo perfecto.

Gloxinia: ""NO NO NO NO NO, TENGO QUE ENTRAR"" - Arojandose nuevamente a la barrera, pero el resultado era el mismo.

Esto era de locos, era desesperante, Emylce y Asher habían sido derrotados, aunque no eran unos novatos,  no pudieron seguirles el ritmo a Aiko, ahora, era la Matriarca quien la enfrentaba.

Aunque ella era otra cosa y sabia como luchar y mantener el ritmo de la lucha, sabia que no duraría mucho, ya se le veía un poco cansada y aquella loca desquiciada parecía que apenas estaba calentando, si derrotaban a la peliblanca mayor, Lunala estaría en peligro.

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Nahira: Te lo dije mocosa, que no te seria fácil derrotarme - Argumentaba arogante como ella sabia, no le daria el gusto a la loca de su sobrina verla adolorida.

Aiko: Nada mal para una anciana.

Nahira: Ya quiesieras verte como yo, o mejor aun, ya ya quisieras llegar a mi edad, por que de aquí no saldras viva - Centencio.

Aiko: ¿Y quien me va a matar? ¿Tú? No lo creo - Pregunto con burla, para lanzarse al ataque nuevamente.

Era una demostración inmensa de poder entre ambas, que no habia comparación, cuando los demás en el bosque se dieron cuenta lo que estaba sucediendo, no dudaron en querer presenciar aquella batallaba aunque fuera peligroso, obvimente los arcángeles se encontraban en el lugar a lado de Megan que miraba todo preocupada con ojo critico.

A ellos se les unieron Ludiciel y Mael, y malamente el imprudente de Ludociel no se cansaba de hlabar incoherencias, como que quería a la Matriarca en sus filas para combatir contra los demonios, Megan rodo los ojos ante lo dice, como si no estuvieran lidiando en ese preciso momente con sus propios problemas, si no fuera por la consideración que le tiene, lo desmayaria en ese mismo momento.

La lucha entra ambas mujeres era de admirar, se daban con todo, otra de las habilidades de Nahira era la de maerializar cualquier objeto en otra, algo asi como el poder de Lunala, pero la mayor tenia que tocar algo físico para poder hacerlo.

Como en ese preciso momento sus unicas armas eran las rocas, tomó una y la transformó en una espada filosa y mortal.

Por otra parte Aiko no tenia necesidad de utilizar alguna arma, a ella le bastaba con el poder que habia robado de Lunala, ese tremendo e inmenso poder, para eso era la sangre que extraían de ella, hacían pruebas para poder extraer de la misma sangre el poder que ella portaba, aunque todavía estaban haciendo pruebas, la princesa loca no tenia paciencia, no quiso esperar y se inyecto ella misma la sangre en en su sistema, de alguna manera su cuerpo pudo adaptarse en ella, pero eso la hizo bastante inestable tanto física como mental, mas de lo que ya era.

Espadazos, vueltas, arriba y abajo, uno que otro golpe directo, pero ninguna desistia, hasta que en un descudo la menor pudo hacer que la mayor soltara la espada, al mismo tiempo que la tiraba hacia el suelo de un solo golpe, Nahira trato de recomponerse, estiro su mano para invocar con levitación aquella arma que habia creado, pero al momento de llegar a sus manos, fue tomado a tiempo por Aiko para clavárselo en el pecho y darle fin de una vez.

TU FRIO CORAZON (TOMO UNO)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora