TU FRIO CORAZON (TOMO UNO)

VIVIR O MORIR.

TRES DIAS DESPUES (REINO LUNAR)

Eran pasado las diez de la mañana, la segunda mano y concejal del imperio se encontraba degustando una humeante taza de té junto a su hermano menor en unos de los jardines del palacio.

Aysel: Supe que ya se esta efectuando la selección del grupo elite que estará al mando de tu futuro sucesor?

Badir: Por supuesto, pero esos niños tienen mucho camino que recorrer.

Aysel: Eso será responsabilidad de ella después de que pase la prueba del exilio, primero tiene que demostrar que es verdaderamente digna por ella misma y no porque nació con un título.

Badir: Lo sé hermana y créeme que la pasará.

Aysel: ¿Tan confiado estas Badir?

Badir: Tan confiado porque yo mismo la entrene.

Aysel: Muy bien, solo esperemos que regrese con vida y en una sola pieza.

Badir: No desconfíes de ella, porque sería desconfiar de mí también.

Aysel: Esta bien, no te molestes... ¿Cuándo será la ceremonia de investidura?

Badir: En cuanto haya regresado victoriosa.

Aysel: Si es que regresa con vida - El general la miro con algo de molestia.

Badir: Tal parece que no quieres que tu sobrina salga con vida de esta.

Aysel: Por favor hermano ¿Que cosas dices? - Mirandolo ofendida - Lo digo porque todo puede pasar, me preocupo por mi querida sobrina.

Badir: Ella no va a fallar, eso te lo aseguro.

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AL DIA SIGUIENTE CASI AL ANOCHECER

Fue abandonada en un campo abierto sin nada más que una lanza, un escudo y un chal de cuero grueso para resguardarse de las inclemencias del frio, su prueba, buscar a un ser que ha estado aterrorizando a las aldeas destruyendo cosas y matando humanos, llevaban semanas tratando de buscarlo sin ningún resultado, y los que lo hacian ya no regresaban, esa era la prueba de la tercera princesa para mostrar su valía y ser digna.

Su ultimo avistamiento fue en los páramos al este de Britania, era lo único que tenía como referencia para localizarlo, y para saber lo que era, solo le dijeron que era un ser de forma humanoide con cuerpo alargado y delgado, su hocico como la de un perro pero algo retraído y ojos amarillos y largas extremidades con garras bastantes afiladas y peligrosas.

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El tiempo estaba por cumplirse, llevaba tres días completos y esta era la tercera noche buscándolo sin descanso, pero no debía darse por vencida, no podía regresar al Imperio sin haber pasado la prueba, pero ya se sentía desesperada.

Se encontraba dentro de un cueva para resguardarse del frio, frente a una fogata viendo las llamas danzar y crepitar, comiendo algunas frutas que había recogido a su paso.

Estaba cansada, sucia y hambrienta, casi no podría sobrellevarla comiendo pura fruta, se sentía frustrada, tenía que encontrar a la criatura ya.

Y como su deseo se hubira hecho realidad, de pronto, a lo lejos de la cueva escucho un sonido horriblemente ensordecedor, acompañado de un estruendoso y horrible rugido que no era característicos de ningún animal que haya escuchado alguna vez.

- Debe ser esa cosa - Pensó la ojigris - Rápidamente apago la pequeña fogata, tomo su lanza y el escudo de madera, y muy alerta y precavida salió de la cueva para buscar al causante de aquel horrible sonido, casualmente había luna llena, era perfecto para ir de casería, pensó.