TE RECUERDO

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A las afueras, alejados de la base de Stigma en el Bosque del Rey Hada, se encontraban luchando unos peculiares personajes contra varios demonios, estos eran Meliodas el demonio traidor, la Diosa Elizabeth del Clan de las Diosas, Drole el fundador de los gigantes y Gloxinia el Rey Hada.

La lucha había terminado por el momento, ya que la Diosa Elizabeth tenía el don del convencimiento y les pidió a varios de los demonios que aún se encontraban de pie, que ellos tampoco querían luchar, así que se podían ir en paz.

Gloxinia: Pudiste haberlos convencido desde el principio y así no hubiéramos gastado energías – Reclamo el hada.

Elizabeth: Lo siento no se me ocurrió antes – Respondió sonriendo un poco sonrojada, Melodías reía a lado de ella.

Drole: Falto uno – Señalo el gigante a un demonio rojo.

Meliodas: Pero no viene hacia acá – Afirmo.

Elizabeth: Pereciera que esta ¿Huyendo? ¿De que esta huyendo? – Pregunto intrigada.

Drole: Creo que dé el – Volvió a señalar ahora a un individuo que iba siguiendo a caballo al demonio; Después se percataron que al demonio le faltaba un brazo.

Gloxinia: ¿Quién es el? – Pregunto al percatarse que alguien iba cazando al demonio.

Elizabeth: No lo sé, pero esta siguiendo a ese demonio, debemos ir a ayudar, esto se puede poner mal – Exclamo volando hacia aquella dirección.

Meliodas: Elizabeth – Llamo a la Diosa yendo tras ella, al hada y al gigante no tuvieron otra opción que también ir con ellos.

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Había perseguido a aquel demonio por varios kilómetro; Habían atácalo la villa donde se le había asignado resguardar, dejando mucho daño, aunque pudieron deshacerse de los demonios, les quedaba uno y estaba huyendo, la peliblanca no iba a permitir que se le escapara, así que empezó a seguirlo, monto a Tzar y empezó a darle caza, su corcel era de los más veloces.

No podía darle alcance, así que empezó a atacarlo en el proceso, invoco su escudo y lo lanzo contra él, arrancando uno de sus brazos, tenía que hacer algo para derrumbarlo, así que se le ocurrió atacarlo en los pies, al parecer eso hizo enfurecer al demonio, ya que se dio la vuelta y decidió de una vez por todas atacar a la peliblanca, que de peliblanca por la situación, no tenia nada, estaba sucia y desalineada por la lucha, y sus cabellos antes blancos y pulcros ahora se encontraba sucio en su totalidad con una mezcla de sangre y tierra.

Ella no se amedrentaba, siguió de frente invocando ahora su espada, el demonio expulso de su hocico una bola de energía directo a ella, a lo que ella se protegió con el escudo haciéndolo un poco más grande, y al momento de impactar, este reboto con el escudo, regresando el ataque hacia el demonio desmembrando ahora una parte de su cara arrancándole el ojo derecho.

El demonio se molestó aún más y se fue de lleno hacia ella, haciendo la humana lo mismo, pero una voz que dijo: "Cuidado", la desconcentro provocando que en el instante el demonio la tomara con su única mano y se la tragara entera.

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Corrieron hacia aquella riña que se estaba efectuando, viendo como aquel individuo, le daba frente a un demonio tan grande, se asombraron al ver como aquel invocaba una especie de escudo haciendo que el poder que había lanzado el demonio se le regresara, impactando contra él, haciendo que la mitad de la cara fuera mutilada, fue algo sorprendente de ver, vieron que el pequeño individuo se le abalanzo nuevamente, posiblemente para rematarlo, pero el demonio volvió a atacar realizando la misma acción.

Mientras que se iba acercando, Gloxinia percibió un aroma en particular, pero era algo sutil porque se mezclaba con otros aromas desagradable, pero esa ligera esencia sentía que la lo había sentido anteriormente, pero no recordaba donde.

Pero una voz lo saco de sus pensamiento al escuchar un "Cuidado" de par de la Diosa Elizabeth que solo atino a gritar, porque al parecer el enano que estaba peleando con el demonio no se había dado cuenta lo que estaba a punto de hacer, pero por ese descuido, fue tomado por él demonio y de un solo tajo se lo habían tragado.

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Los cuatro quedaron el shock por lo que había sucedido, de un solo bocado se había comido a aquel que se encontraba dándole pelea, pero en el momento se recompusieron, nuevamente se dirigieron hacia el demonio para eliminarlo.

Pero se volvieron a detener al ver que el demonio empezaba a retorcerse al parecer de dolor, el grupo no sabía lo que estaba sucediendo, el demonio empezó a sangrar al parecer varios cortes que tenía por todo el cuerpo, hasta que de repente cayo de espalda, muerto.

Drole: ¿Pero qué paso? – Pregunto pasmado.

De pronto, a un costado del demonio empezó a moverse por dentro, el grupo se puso en alerta ante cualquier cosa, vieron que una especie de filo se asomaba a través de aquella piel desintegrándose en el instante, después, un par de manos empezaba a salir por aquel corte.

Gloxinia: Pero ¿qué? – Expreso sorprendido el hada.

Después se dio paso una cabeza, tratando de atrapar aire exageradamente para llenar sus pulmones, al verlo, Elizabet y Meliodas no dudaron en acercarse para ayudarlo.

Cuando por fin logro estar fuera trato de incorporarse, pero le fue algo complicado, tuvo que recargarse en el cadáver del demonio – Gr-gracias – Apenas podía decir, tosiendo y tratando de escupir lo que se le alcanzo a meter a la boca, sentía un sabor verdaderamente desagradable.

Meliodas: Vaya, fue genial lo que hiciste, pero ¿Cómo le hiciste para lograr sobrevivir dentro de las entrañas del demonio? debiste haber muerto en el instante en que te trago – Explico el rubio.

Elizabeth: Ya Meliodas deja de inquietarlo, terminaras por traumatizarlo, pido una disculpa – Dijo volteándolo a ver.

Drole y Gloxinia solo miraban la acción sin intervenir, aunque también se preguntaban cómo había podido sobrevivir, porque lo que había dicho el rubio era verdad, debió haber muerto en el instante.

Elizabeth: Debes de estar cansado, por favor acompáñanos, en la base podrás asearte y descansar, también te daremos algo de comer.

- ¿Co - omer? – pregunto algo desorientada, no lograba ver con totalidad, tenía un ojo cerrado por tanta suciedad encima.

Meliodas: Y principalmente asearte – Comento el rubio.

En eso se dio cuenta lo que había dicho el rubio, estaba irreconocible, no había parte de su cuerpo y vestimenta que no estuviera cubierto por sangre, viseras y quien sabe que cosas más, además de que se percató que olía horrible, si, necesitaba un baño urgente, pero no conocía a ese grupo, jamás los había visto, así que desconfió un poco.

- ¿Q-quienes son u-ustedes? – Apenas pudo formular la pregunta, sentía que en cualquier momento se desmayaría.

Maliodas: Yo me llamo Meliodas - Señalandose - Ella es Elizabeth, el grandote es Drole – Volteo a ver al gigante, no se había percatado que estaba un gigante frente a ella - Y este que esta acá es Gloxinia – Termino de presentar, nuevamente baja la vista para ver al último quien la miraba serio, pero ella lo reconoció, sabía quién era, lo recordaba, lo miró fijamente por varios segundo, Gloxinia frunció un poco las cejas al escrutinio del desconocido.

No podía despegar su vista de los dorados de él, por un impulso que ella desconoció trato de acercarse el, pero no pudo, cayo de rodillas, se recargo con sus manos, y no pudiendo soportar las arcadas que sentía, empezó a vomitar, y después nada, se desvaneció.

TU FRIO CORAZON (TOMO UNO)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora