LOS LEONES NO PACTAN JAMAS CON LOS TRAIDORES

301 32 2
                                    

Casi amencia, los colores de la mañana eran hermosos, pero para un par de amantes recostados sobre el pastado, ese amanecer les sabia amargo.

Eskol se encontraba boca arriba viendo aquel amanecer sollozando amargamente en silencio, Héctor lo veía de lado arrepentido, golpeándose mentalmente por lo estúpido e impulsivo que había sido – vámonos juntos, escapa conmigo – Sugirió el pelicastaño.

Eskol abrió los ojos sorprendido al escucharlo - ¿Cómo te atreves a pedirme algo como eso? – Respondió con furia contenida.

Héctor: Se que nunca me perdonaras por lo que hice, pero créeme que lo hice por ti, porque te amo.

Eskol: Eso no es amor – Levantándose en el acto tratando de ponerse su ropa.

Héctor: Si hubiera tenido éxito en el plan, tú nunca te hubieras enterado.

Eskol: estas equivocado - Volteándose para enfrentarlo - Tarde o temprano me iba a enterar, y el resultado iba a ser el mismo, el que te ame jamás me ha cegado... Enfrentaras tu destino y serás castigado por ello, la muerte de mi hermana no se va a quedar así.

Héctor: Entonces mátame tú, tú que solo tienes derecho sobre mí - Pedía con la misma intensidad.

Eskol: No te imaginas cuanto ganas tengo de hacerlo, pero no puedo, no me atrevo - Dijo en un susurro perceptible agachando la mirada.

Héctor: Lo sé, y espero algún día puedas perdonarme, créeme que nunca quise lastimarte – Dándole la espalda.

El príncipe lo miraba con tristeza y dolor, miraba esa ancha espalda que tanto había abrazado y anhelaba, con estirar un poco su mano podía alcanzarlo, pero su voz lo detuvo.

Héctor: Lo de Levana fue un error, Lunala era la que debía morir.

Eskol: ¿Cómo? – Pregunto Sorprendido ante aquella confesión.

Héctor: Pon atención a lo que te voy a decir... La Princesa Lunala y tu están en peligro, incluso tu madre, no confíen en nadie del palacio, ni siquiera en tu propia sombra.

Eskol: ¿A qué te refieres?

Héctor: A que alguien muy cercano los va a traicionar, no se quien sea en realidad, hasta ahora he comprendido que me manipularon, así como han manipulado a Azel – Poniéndose su casco.

Eskol: ¿A Azel?

Héctor: Escúchame muy bien Eskol, voy a enfrentar mi destino solo porque tú así lo quieres, pero eso no quiere decir que me dejare vencer, voy a dar todo de mi para salir librado, y si lo logro, si llego a vencerla – Volteando a verlo – Te llevare lejos de ti.

Eskol: ¿Y crees que podrás salir vivo de aquí?

Hector: Lo intentare, por ti, lo hare – Subiendo a su corcel para dirigirse a su juicio.

- - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - -

Recién se había levantado, se encontraba en la parte más altas del gran árbol, estirándose y tratando de incorporarse, casi no había podido dormir, pensando en la princesa y lo que habían conversado la noche anterior.

Aun no podía creer todo lo que le había dicho antes de que los interrumpieran, tampoco podía dejar de pensar cuando la princesa quiso acercarse él y retrocedió como un cobarde – Soy un tonto – Se decía tapándose el rostro dando patadas en el aire – Va a pensar que la estoy rechazando... Haaa - Suspiro con los brazos extendidos hacia los lados - Porque los sentimientos tienen que ser tan complicados – Pensaba en voz alta viendo la salida del astro sol.

TU FRIO CORAZON (TOMO UNO)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora