Capítulo 24.

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Maratón 2/4

POV SHEILA

Dolor es lo único que podía sentir después de escuchar las palabras de Adam. Ver cómo sus preciosos ojos verdes cambiaron a un rojo por que Will y yo nos estábamos besando. Por no hablar de que Kayden lo intentó controlar lo más que pudo pero no es suficiente. Siento en lo más profundo de mí el dolor del rechazo.

–Cuando se le pase el berrinche volverá a pedirte disculpas, Sheila–habla Kayden haciéndome levantar la vista para mirarle a los ojos.

–¿Tú crees? –pregunto insegura.

–Es un idiota sin remedio, pero estoy seguro de que se va a arrepentir de tratar así a su mate –me dice con cariño.

Sin pensar lo que hago me levanto y abrazo a Kayden. Rodeo su cuello y el me abraza por la cintura. Por un momento sus dedos rozan parte de mi piel, pero él inmediatamente baja la camiseta para no tener contacto directo con mi piel.

–Sheila, deberías de hablar con Will–me aconseja mientras deja caricias en mi cintura.

–¿Qué está pasando aquí, Sheila? –pregunta Will con un tono claramente enfadado.

Mierda, el no sabe nada de esto. Seguro que ahora él también me va a rechazar, o peor aún a insultarme.

–Os dejo solos–dice Kayden dando un paso atrás.

Me acaricia la mejilla con su mano y siento un cosquilleo. Después me da un beso en la frente y se va.

–¿Sheila? –insiste Will.

–Yo, la verdad es que no sé cómo te voy a explicar esto sin que te enfades, Will. Pero te pido que no me interrumpas–digo mirando al suelo, no me atrevo a verle a la cara.

–Sheila–dice, e inmediatamente siento que me está abrazando, siento sus manos en mi cintura y su cabeza en mi cuello; –dime lo que ronda por tu cabeza –habla con la voz ronca.

–Yo, eh, necesito que sepas algo, pero antes necesito que me prometas algo–digo insegura sin sacar la cabeza su pecho.

Sube sus brazos para acunar mis mejillas y hacer que le mire a los ojos; –sea lo que sea lo que esté pasando por tu cabeza, no puede ser tan malo. Solo dilo–me habla con la voz ronca pero en calma.

–Prométeme algo primero–le pido.

–Lo qué tú quieras –me dice mientras me sigue acariciando las mejillas.

–Prométeme que no vas a dejarme bajo ningún concepto– le pido cogiendo sus manos de mi cara.

–Sheila, no puedo prometerte eso –dice mirándome a los ojos haciéndome dar un paso atrás; –pero te juro, Sheila, te juro que voy a estar a tu lado todo el tiempo que pueda– me dice mirándome a los ojos.

–William lo que voy a decirte probablemente haga que dejes de hablarme–digo con miedo.

–Te puedo asegurar que nada de lo que digas hará que dejes de hablarme–me dice sin dejar de mirarme.

Cojo aire y lo suelto poco a poco, intentando tranquilizarme antes de soltar la bomba y que estalle una guerra entre ambos.

–Soy mate de Adam y pareja de vida de Kayden –digo mirando al suelo, no quiero ver su cara de decepción.

–Sheila, eso yo ya lo sabía–me dice con voz suave, quiere que yo me calme.

–Yo, ¿cómo sabías tú eso, Will? –pregunto con curiosidad.

–¿Eso es lo que me querías preguntar que era tan malo, Sheila? –pregunta.

–No, quiero decirte que, bueno, últimamente he sentido atracción física hacia los 3–digo mirando al suelo.

“No te alteres Sheila, es normal que tengas miedo”

Oigo la voz de Kara en mi cabeza, pero no la respondo.

“Si es idiota para dejarte de hablar por esto, recuerda que siempre nos quedará Adam”

Oigo la voz de Kara, que por alguna razón está tranquila.

No levanto la cabeza en ningún momento, aunque igual debería. Debería de enfrentar lo que siento, por que cada uno me hace sentir cosas distintas, pero a la vez siento que es lo correcto.

–Sheila–la voz de William me saca de mi mente, pero no levanto la vista; –Sheila, por favor, mírame– se ha acercado, sé que está justo delante de mí pero no me toca, ni yo a él.

–Entiendo todo Will, por favor, no lo hagas más difícil– digo dándome la vuelta pero el me coge de la muñeca.

–No entiendes nada, Sheila–dice justo antes de abrazarme.

¿Por qué me estaba abrazando justo después de admitirle que me siento atraída por otros 2 chicos? ¿Pensará igual que Kayden? No entiendo nada de lo que está pasando y empiezo a revolverme entre sus brazos para que me suelte.

–Suéltame Will–le pido cuando me doy cuenta de que no tengo fuerza para soltarme de sus brazos.

–Dulce Sheila, yo ya sabía que tú tienes más parejas destinadas. Yo sé lo que se siente al estar cerca de tu pareja destinada. Sheila, no te voy a reclamar ni a montar una escena. Estoy completamente seguro de que podremos llegar a un acuerdo entre los 3 para que tú no tengas que sufrir –me dice dejándome con la boca abierta; –pero, eso no quita que vaya a odiar cuando tenga que ver como ellos te abrazan o te besan –me dice para después darme un beso en la frente y abrazarme.

“Sheila, dile que te suelte ahora mismo”

Oigo la voz furiosa de Kara dentro de mí. Frunzo el ceño y me alejo de Will.

“Hay un problema, sigue las instrucciones que te voy a dar”

Vuelve a decirme, bueno más bien a ordenarme. ¿Qué le pasa a Kara?

–Will, ¿puedes acompañarme a un sitio? –le pregunto un poco insegura.

–¿Estás bien? –me pregunta mirándome fijamente.

“Ni se te ocurra llevarle a la manada de Adam, vas a conseguir que declaren una guerra”

Grita Kara dentro de mí provocando que me duela la cabeza.

–Sheila, ¿qué te pasa? –me pregunta ahora preocupado.

–¿Puedes acercarme a la manada de Adam? –pregunto débilmente, realmente los gritos de Kara me han dejado un dolor de cabeza intenso.

–¿La manada? ¿Estás segura, Sheila? –me pregunta mirándome como si hubiera dicho una locura.

–Creo que ir allí es lo único que va a calmar a Kara. Creo que está alterada y me está gritando y–digo justo antes de caer al suelo.

–Por la Diosa, ¿Sheila desde cuándo te estaba gritando Kara? –me pregunta preocupado.

–Poco–digo muy débil.

Siento que Will me coge en brazos y que corre. Veo todo difuminado a mi alrededor, debe de estar usando la velocidad de los vampiros. Cierro los ojos y cuando los abro está completamente estático.

–Sheila, si doy un paso más, los lobos saldrán para atacarme–de dice mientras me tiene en brazos, a lo que yo asiento levemente; –cuando te deje en suelo sentirán que alguien a entrado a la manada y vendrán. ¿Conoces a alguien en la manada aparte de a Adam? –me pregunta otra vez.

–A Samuel, su amigo–digo cada vez más cansada. ¿Qué me está pasando?

–Cuando vengan los lobos diles que tienes que hablar urgentemente con el beta, o sea, Samuel– me dice justo antes de acariciarme la mejilla; –en cuanto te deje en el suelo voy a tener que irme lo más rápido posible, lo siento Sheila– dice justo antes de dejarme en el suelo y prácticamente desaparece.

Empiezo a oír gruñidos a mi alrededor y 4 chicos me rodean mirándome como si fuera una amenaza.

–Necesito hablar con su beta–digo sintiéndome débil e intimidada.

–¿Por qué hueles tan raro? –me pregunta uno de los chicos.

–Por favor, llévenme con Samuel, es urgente –digo débilmente, me están faltando las fuerzas para hablar, ¿qué me está pasando?

–Sheila, por la Diosa, ¿te encuentras bien? –oigo la voz preocupada de Samuel que me mira preocupado.

–Adam–es lo último que digo antes de caer en la inconsciencia.

Agradezco sus votos y comentarios💕

La guardiana (1)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora