POV Kayden.
Estoy terminando de preparar los hechizos básicos que tiene que aprender hoy Sheila en nuestro primer entrenamiento cuando Emérita entra por la puerta de mi habitación en su casa.
–Creo que no deberías de dejar que mi nieta se transforme en loba hasta que no termine su formación completa – me dice Emérita desde la puerta.
–¿Por qué debería de hacer eso? –pregunto frunciendo el ceño y mirándola a los ojos; –sabes que eso sólo hará que su loba esté más alterada de lo normal. Además eso es algo antinatural para los lobos – termino volviendo mi mirada a los papeles que tengo en mi escritorio.
–Sheila les tiene pánico a los lobos, dejar que se transforme hará que ella no los tema y eso es algo que no quiero que pase –habla Emérita con un tono de enfado. ¿Pero qué diablos le pasa con los lobos?
–Emérita, hay algo que no me estás contando. Hace 2 días no tenías ningún problema con los lobos más allá de tus leves disconformidades con Adam, pero hoy, hoy parece que realmente les odiases –suelto mi frustración en un solo momento provocando que Emérita me mire con una cara sorprendida.
Sí, yo también me he dado cuenta de cómo está tratando a los lobos y no estoy de acuerdo. Es obvio que en su casa hay muchos lobos que vienen aquí para aprender a controlarse delante de sus mates y familias, sobre todo porque nunca se sabe cuando puede haber un emparejamiento de un lobo con un humano.
–No odio a los lobos, Adam. Solo quiero proteger a mi nieta de una raza que no es del todo estable –habla paseándose por la sala; – sabes perfectamente que los lobos son conocidos por depender de sus emociones y eso solo va a hacer que mi nieta tarde en estabilizarse. Además de que Sheila nunca se ha transformado, que tarde un poco más en hacerlo no va a significar nada malo para ella – termina de hablar mirándome a los ojos.
–No te digo lo contrario, pero el entrenamiento de Sheila debe de ser equitativo a sus 3 especies. Si solo desarrolla dos de ellas de forma completa estará perdiendo fuerza. Dame una razón válida para esto Emérita –hablo seriamente.
–No tengo por qué darte explicaciones de lo que necesito para mi nieta Kayden –habla fuertemente Emérita.
–Si no me das una explicación no haré eso, no voy a provocarle un daño irreparable a mi pareja destinada –hablo intentando tranquilizarme; –Adam le puede dar el control que necesita a su loba y William la puede ayudar a controlar la ansiedad que le va a provocar la necesidad de sangre –hablo intentando hacer que Emérita entienda que Sheila es fuerte pero no la voy a hacer sufrir de esa manera; –Yo no le voy a hacer a Sheila pasar por la desesperación de no transformarse en loba solo por que tú la quieres seguir teniendo bajo tu yugo de magia y no dejarla ser lo que está destinada a ser: la trihíbrida más poderosa que ha existido y que va a existir nunca –hablo serio y firme.
Abandono la habitación y me dirijo a la cocina para esperar a que Sheila llegue para empezar con su entrenamiento. Las palabras de Emérita me hacen pensar que lleva razón, pero sé que hay algo que me está ocultando y no me gusta quedarme al margen de las cosas que me importan.
–Cualquiera diría que tu día está siendo una mierda, druida –la voz de Kayla, la hermana de Adam me saca de mi mente y la presto atención.
–No está siendo de mis mejores días Kayla, estoy un poco afectado por todo lo que está pasando a mi alrededor –hablo sincero.
Kayla siempre ha sido muy cercana a mi familia, no sé por qué pero esta chica siempre ha estado en los peores momentos tanto de Sarah como os míos y se ha ganado mi cariño.
–Kayden, sabes que puedes hablar conmigo de lo que sea –me habla con su voz más amable.
–Lo sé Kayla, pero este es un tema complicado que implica muchas cosas de las que no estoy completamente seguro pero que creo que son importantes –intento explicarle, pero por cómo frunce el ceño y me mira sé que no ha entendido nada. Bufo sonoramente.
–¿Tiene que ver con Sarah? –me pregunta tímida, frunzo el ceño extrañado.
–No, ¿por qué tendría que ver con mi hermana, Kayla? –intento sonsacarla algo, sé la pareja destinada de mi hermana es una chica, pero no sé que raza ni nada. Kayla debe de saber algo.
–No sé Kayden. Sólo he hecho una pregunta, pero te la voy a hacer más clara: ¿quién no sale de tu mente de druida pensativo? –pregunta ahora más precisa y la respuesta sale de mis labios antes de pensarla siquiera.
–Sheila –digo fuerte y claro.
–Asique es la nieta de la bruja de Emérita, mate de mi hermano y alma de Will. ¿Acaso has perdido el juicio Kayden? –pregunta asombrada.
–No es lo que piensas, Sheila es mi pareja destinada Kayla. También se que tiene un vínculo con el vampiro por el tiempo que compartieron en el avión y, que posiblemente haya creado un pequeño vínculo con tu hermano a estas alturas –hablo de lo que hasta ahora sé, aunque seguramente se me escape algo; –pero confío en que la primera trihíbrida que existe en el mundo va a poder aceptar a sus parejas destinadas.
–Si, seguramente ella os acepte a los 3, ¿pero has pensado si mi hermano, Will o tú lo haréis? –me pregunta haciéndome replantearme todo.
Mierda, claro que el posesivo de Adam no aceptará compartirla o el intenso de Will tampoco, parece que yo soy el único que estaría dispuesto a sacrificarse hasta el punto de compartir a la persona a la que estoy destinado a amar sólo por facilitarle la vida. Mierda.
–Para Adam es muy difícil confiar en alguien que no sea de su manada, menos si son de otras especies. Aunque tú no le has hecho nada, Emérita últimamente se está pasando mucho con él y, respeto a Will, tampoco es que mi hermano se fie mucho de los vampiros –habla recordándome todo lo que ya sé, las cosas serán difíciles.
–Hablaré con Sheila para que sea sincera con lo que siente, y por mí no va a tener que preocuparse Kayla. Por que si la tengo que compartir lo haré agusto si así consigo que ella sea feliz y esté tranquila –hablo sinceramente, yo no le pondré pegas a una chica que no tiene la culpa de que haya 3 hombres detrás de ella que están destinados a ser suyos.
–Kayden, yo –escucho la voz de Sheila sorprendida detrás de mí y me giro para verla: con ese uniforme rojo precioso junto a su pelo largo y pelirrojo perfectamente liso y con sus ojos verdes ahora con lagrimas por lo que me acaba de escuchar decir.
Me acerco rápidamente a ella y la abrazo por la cintura. Paso por alto el gruñido de Adam y me centro en abrazarla y acariciarla el pelo levemente. Diosa, ella es tan perfecta y necesita tanta ayuda para entender por todo lo que va a tener que pasar.
–Kayden, yo no sé como es que piensas lo que acabas de decir, pero por favor no cambies de opinión –habla contra mi pecho y yo asiento rápidamente.
–No voy a cambiar mi forma de pensar, Sheila. Tener que compartirte con Adam o con Will no es nada malo para mí, se que vas a querernos a los 3 y que vamos a conseguir lo que sea necesario para que estés feliz –hablo tranquilo y me separo de ella para acunar sus mejillas y limpiar sus lágrimas.
–Gracias Kayden –me agradece poniendo sus manos encima de las mías y Adam vuelve a gruñir nuevamente.
–Basta de gruñir hermanito, vas a tener que aceptar que ella quiere a dos hombres más que a ti solo –habla Kayla pasando sus brazos por los hombros de Adam para que se calme.

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La guardiana (1)
FantasíaLa actual guardiana del mundo humano debe ceder su puesto a su sucesora: Sheila. Sheila cree que es una chica normal, ha vivido sus casi 20 años yendo a la escuela y con un interés especial por lo sobrenatural y la mitología sin saber por qué. Su m...