Capítulo 54.

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POV Sheila

—¿Me puedes llevar a la manada? —pregunto curiosa.

—Por supuesto, así podemos ir hablando en el camino. Quiero que me digas si te vas a poner celosa también en la presentación.

Frunzo el ceño, por un momento se me había olvidado que he iniciado el vínculo con Will y que ahora me tiene que presentar delante de todo el reino de los vampiros.

—Todavía no me has explicado del todo lo que hay que hacer en la ceremonia —murmuro.

—Yo te lo cuento de camino, pero tienes que saber que son bastantes cosas, y que tu ayudante va a ser Anna.

La mención de esa chica me hace tensarme, no entiendo por qué, ya me ha dicho que es como su hermana y que viven juntos desde hace años, pero no sé, hay algo que no me gusta en esa chica.

—¿Por qué me tiene que ayudar ella? ¿No puede ayudarme Sarah?

—¿Quieres meter a una hechicera en la reunión más importante que hay para los vampiros?

La pregunta me hace fruncir el ceño, sé que no lo hace para ofenderme, pero no sé como decirle que Anna no me da buena espina. Al fin y al cabo, ni siquiera la conozco y me puedo estar equivocando.

—Tendrás que ayudarme, no quiero problemas y siento que esto me supera —murmuro.

—Es muy sencillo, solo tienes que dejarte llevar una vez que estés allí. Yo voy a estar ahí contigo en todo momento para que no te sientas sola.

Suspiro con una sonrisa leve en la cara, parece que he conseguido salir de este momento, aunque tendré que investigar lo que hay que hacer en la ceremonia. Con ese nombre no sé muy bien qué esperarme, en este nuevo mundo todo es muy complejo para mí.

Salimos de la mansión tranquilamente, un silencio tranquilo y cómodo nos invade a ambos. Entiendo que Will va pensando en sus cosas, y en que ahora tiene que acompañarme a un sitio que odia. Bueno, no sé si lo odia, pero no creo que una manada de lobos sea el mejor lugar para el rey de los vampiros.

A mi mente viene el momento en que hemos estado entrenando, como he sentido que estoy mejorando poco a poco, aunque no es comparable la relación que tengo con Kar o con Kara. Kar es mucho más maleable y accesible, además de que puedo hablar con ella de forma normal, en cambio, con Kara es más difícil; ella habla y yo solo puedo obedecerla.

"Tienes que darle tiempo, esa loba no es mala, sólo es una parte de ti que no conoces"

Las palabras de Kar me hacen fruncir el ceño. Sé que Kara no es mala, pero tiene algo que me da miedo, puede ser por que es una loba y no he superado del todo el miedo que siempre le he tenido a esa especie.

"No digo que sea mala, sólo pienso que no poder hablar con ella hace las cosas más difíciles"

Contesto sinceramente, Kara no es mala, sólo es un cambio demasiado brusco en mi vida.

No siento que Kar me conteste, por lo que me centro en el trayecto. Llegamos al borde del bosque sigo pensando que está muerto, y en este momento decido salir de dudas.

—¿Por qué parece que esta parte del bosque no tiene vida? —pregunto curiosa.

—Por que no la tiene, esta parte del bosque no tiene el mismo ritmo de vida que el resto —explica aclarándose la garganta, —el bosque cercano a la Comunidad se mantiene vivo gracias a la magia de los druidas más poderosos, y la zona de los lobos se mantiene gracias a que ellos lo cuidan.

Frunzo el ceño, no entiendo a que se refiere con que no tiene el mismo ritmo de vida.

—¿Ritmo de vida?

La guardiana (1)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora