Capítulo 10.

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POV Kayden

La conexión entre hermanos sobrenaturales es muy fuerte, pero hay veces que luchar contra esa conexión produce un sobreesfuerzo. Es por eso que yo ni me sorprendí ni grité cuando ví como estaba Sarah en la puerta de Emérita. No es ni la primera ni la segunda vez que mi hermanita intenta luchar contra nuestra conexión y el resultado ha sido siempre el mismo. Además, tampoco sé por qué haría esto, supongo que no para ocultarme un simple secreto.

-¡OH Dios mío, hay que llevarla a un hospital! – grita alarmada Sheila detrás de mí.

-¿Y qué les decimos exactamente? ¿Qué se pasó haciendo magia y ahora paga las consecuencias? No, mejor les decimos que mi hermanita es tonta y no hace caso cuando su propia naturaleza le pide que pare de hacer magia – digo con un tono cansado.

Entiendo que no sabe nada de este mundo, pero sugerir que una hechicera que se ha sobre esforzado vaya a un hospital, me parece el colmo.

-¿Por qué eres así de desagradable con tu hermana? – me pregunta a mi directamente.

Sonrío amargamente y la miro – primero, no soy desagradable soy sincero. Y segundo, ¿qué crees que llevó a mi hermana a estar en este estado? – pregunto mirándola.

-No lo sé, pero si fuera mi hermana estaría preocupada por ella – espeta mirándome, para acto seguido acercarse a mi hermana, Emérita y a Helena.

-Tu y yo vamos a tener una conversación muy larga de lo que te está pasando últimamente Sarah. No sé qué es, pero no es normal, esta Sarah que pone en peligro su vida de esta forma, no es mi hermana – le digo a mi hermana una vez que estoy enfrente de ella.

-Así no vas a ayudarla solo a presionarla – me dice Sheila.

-La vida es dura Sheila, asique más le vale a Sarah – digo mirándola fijamente – que deje de intentar esconderme cualquier tontería, que no me interesa si ha encontrado ya o no a su pareja – dijo dando la conversación por terminada.

Me meto entre los árboles del bosque y me relajo sintiendo el crecer de las plantas, el verde tan verde como los ojos de Sheila, en el fuego arder igual que su pelo, en la calma que precede a las tormentas que se escucha en su voz.

-Brujo, deberías de mirar por donde andas – siento la voz de Adam detrás de mí y sonrío, la verdad es una buena pelea me vendría bien, pero prefiero joderllo con algo que a mi también me destroza.

-Lo sé, es que de tanto acompañar a Sheila con el vampiro se me ha olvidado que debo protegerme de los lobos – digo dejándolo caer.

-¿Qué quieres decir, brujo? ¿Ha vuelto a ver al vampiro después de verle en el avión? – me pregunta furioso.

-Yo diría que han hecho algo más que verse hoy, han estado como 3 horas encerrados – digo molestándolo, a mi también me jode que Sheila esté con el vampiro.

Oigo como gruñe furioso e inmediatamente después se transforma y se va corriendo entre los árboles. Genial, esa no era la reacción que esperaba, simplemente genial.

Cuando llegó a mi casa me tumbo en el sofá a esperar a que llegue Sarah para que me cuente que la pasado. A veces se le olvida que yo también leo la mente y no sólo por que sea su hermano.

Se perfectamente que ha encontrado a su pareja destinada y que es eso lo que me oculta, lo que no entiendo es el porqué. Soy consciente de que yo le oculto lo mismo, pero lo mío es más complicado, ni siquiera puedo tocar a Sheila sin activar sus poderes, aunque sus habilidades de druida han quedado demostradas.

Por otro lado, me encantaría haber sido el primero que la hubiese encontrado para que no tuviera que pasar tiempo con él vampiro. Bufo mientras me relajo lentamente hasta que siento que un terremoto viene hacia mi casa a perturbar mi tranquilidad: Sarah.

-Lo siento Kayden, se que me he vuelto a pasar pero – la interrumpo, no estoy para sus escusas baratas.

-Déjalo Sarah, se que me ocultas algo relacionado con tu pareja destinada. Lo que no sé el por qué y, en cierta parte me duele. Pero ya eres mayorcita para saber lo que haces y por qué lo haces – suelto dejándola sin habla. No se lo esperaba, normalmente suelo enfadarme, pero ahora estoy mucho más tranquilo. Sheila me tranquiliza, y mucho.

-Lo siento Kayden, no es que no confíe en ti, es que – se queda pensativa un momento – ¿que pasaría si te digo que mi pareja destinada es una chica?

-¿Y a mí eso debería importarme por…? – dejo la pregunta abierta.

-¿No te importaría? ¿De verdad? – pregunta esperanzada. Frunzo el ceño al darme cuenta de lo que me quiere decir y lo que me ha estado ocultando.

-¿Me estas diciendo que tu pareja destinada es una chica y que ese era el gran secreto que no me querías contar? ¿Es enserio Sarah? – mi hermana asiente y yo me incorporo un tanto enfadado. - ¿Se puede saber por qué demonios pensaste que eso me iba a importar?

-Es que tu siempre has sido muy sobreprotector conmigo, pensé que creías sólo en las parejas destinadas de hombre-mujer – deja el comentario en el aire.

De repente siento una presión en el pecho y la identifico algo ha pasado con Sheila, y algo grave para que el pecho me duela de esta forma.

Se que es muy corto, pero quería incluir a uno de mis personajes LGTB. Mañana probablemente suba 2 capítulos para compensar que este es muy corto.
Agradezco sus votos y comentarios con mi amor eterno❤️.
Capítulo con 913 palabras.

La guardiana (1)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora