¿TE PERDÍ PARA SIEMPRE? (VOLKWAY-INTENABO)

Parte 3.8

Las semanas pasaban y ya Gustabo junto a Conway ya estaban de alta, obviamente Gustabo estaba con reposo absoluto, así que a Conway le toco hacer todo en la casa, ya que luego del incidente los cambiaron a una casa alejada con vista al mar, ya que Gustabo pasaba durmiendo todo el día debido a los medicamentos y al dolor, Conway se acomodaba a los horarios de Gustabo para comer, ayudarlo para ir al baño, ya que no podía caminar muy rápido, además que se la debía por haber protegido su vida, así que tampoco era un sacrificio para él, menos con el mar a la vista donde abría la puerta trasera y ya podía sentir el mar, escuchar las olas y caminar por la arena sentir el aire puro, es lo que necesitaba esa tranquilidad que tanto había buscado, aunque con algo de nostalgia, se fue a dormir esa noche.

A la mañana siguiente con un ánimo normal se despertó, luego se metió al baño para poder bañarse y bajar a preparar el desayuno y para tomar desayuno, pero al bajar se encontró con la gran sorpresa que había una torta encima del mesón de la cocina, con velas, eso lo tenía algo desconcertado así se fue acercando, hasta que enfrente de él se puso Gustabo.

Gustabo: hola Conway, ¿Cómo amaneciste?, sé que te sorprende que este despierte a esta hora, pero mi madre me mandó esta torta ya que hoy es mi cumpleaños y tal vez vengan almorzar mi familia ¿me ayuda a preparar algo para el almuerzo?

Conway: *sorprendido por lo que le decía Gustabo y por la confianza que le estaba dando*, si claro yo te ayudo, pero no te muevas mucho que se te puede abrir la herida, recuerda que estas convaleciente, ahora siéntate yo te sirvo desayuno y muchas felicidades por tu cumpleaños Gustabo, tratare de ayudarte en todo lo que me pidas hoy día.

Gustabo: *se ríe un poco, aunque también se pone algo nervioso*, no te preocupes estoy bien soy un roble, *hace fuerza donde tiene la herida, pero se queja de un dolor*.

Conway: pero tú eres gilipollas como se te ocurre hacer eso, eres imbécil, *muy preocupado se acerca a él, para revisarle los puntos y ver si se abrieron debido a lo que hizo*, no hagas eso, se te pueden abrir, que quieres terminar hospitalizado de nuevo o que, si estas bien idiota.

Gustabo: tranquilo no me paso nada, *mientras oculta su nerviosismo porque Conway lo está tocando*, no me paso nada de verdad, *cambiando el tema*, vamos a desayunar, me dio hambre, además debemos cocinar acuérdate, *se aleja lo que más puede de Conway*.

Conway: ¿Por qué huyes de mi acaso te pongo nervioso, Gustabo?, *se acerca a él, para acorralarlo al refrigerador, mientras se acerca a la cara de Gustabo, respirando en su cuello*, dime te pongo nervioso.

Gustabo al estar tan cerca de Conway su respiración aumentaba, lo podía mirar con detenimiento sus facciones verdaderamente es un hombre muy fuerte y hermoso, solo cierra los ojos disfrutando el contacto de Conway, pero su nerviosismo aumenta porque una mano toma su cintura y siente la respiración de Conway combinarse con la suya, no quiere despertar, cree estar soñando, como en los sueños que ha tenido últimamente con Conway (desde que lo conoció), pero un beso lo hace volver a la realidad, lo estaba besando, eso lo tenía en shock un par de segundos, cuando empieza a corresponder él beso poniendo sus manos en el cuello de Conway y poniendo sus piernas sobre la cadera dejándose llevar, mientras siente como las manos bajan hacía su trasero, sosteniéndolo para que no se caiga, pero la falta de aire los hace detenerse y mirarse a los ojos, pensando que todo fue un sueño, pero para su suerte las manos siguen en su culo.

Conway: desde que te conocí no sé porque, quise hacer esto no me preguntes porque, pero necesitaba hacerlo tus labios son hermosos, tu trasero está perfecto, despertaste algo en mí que no sé cómo explicarlo, como si quisiera amarte toda la vida, sé que te conozco hace poco, pero no sé porque me provocas esto.