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—¡Meliodas! ¿¡Por qué mierda no llegaste anoche a casa!?— ahí estaba de nuevo, su "adorada" esposa venía bajando las escaleras de su enorme casa, o mejor dicho, mansión mientras se ponía los aretes y aprecia que iba a salir con sus amigas. No iba a ir con Elizabeth, tenía una hermosa mujer que lo amaba, ¿cierto?—Te espere toda la maldita noche, llame a ban, a king y ninguno respondió. ¿Te quedaste en la empresa otra vez no?—

—S-Si querida, lo lamento linda pero tenía mucho trabajo—

—¡Bien! Pero que no vuelva a suceder — tomo su bolso, beso la mejilla de el rubio logrando que esté le sonriera tiernamente pero lo único que consiguió fue una mueca de la mujer que decía amarlo—Y por favor quítate esa ropa, te vez fatal meliodas—

—P-Pero yo creo que me veo...— los ojos de zaneri fulminándolo con la mirada antes de salir bastaron para que agachara la cabeza y empezara a quitarse el saco que llevaba—Ya mismo me cambio linda—Cuando estabas enamorado te volvías un ser irracional y muy idiota. Ahora estaba más que decidió que volvería a ir a la casa de aquella mujer con tal de sentirse amado unos efímeros minutos 

Dirty ElizabethDonde viven las historias. Descúbrelo ahora