65

665 68 4
                                    

Melascula sonreía terminando de sacar la basura y mirando hacia el cielo. Se sentía en una historia de amor al ser cómplice de todo eso, el típico millonario con esos a infiel que se enamora, claro, en verdad sonaba de una historia sacada de una niña obsesionada con las parejas.

—Mela—la peli morada se dio la vuelta para encontrarse con su amiga de cabellos naranjas acariciando su vientre de embarazo tranquila

—¿Qué pasa derieri? —

—¿Por qué no me dijiste que elizabeth era la amante de el señor meliodas? —melascula se estremeció de cuerpo completo mirando a la mujer embarazada con nervios, sin embargo antes de poder decirle que estaba loca solo empezó a reírse y la tomó de el hombro. Tenía una fuerza muy grande, eso era seguro—Tranquila sabes que nuestra señora no me cae nada bien, quiero conocer la historia—como señoras en medio de el chisme la dama serpiente sólo sonrió y empezó a caminar de el brazo de su amiga contándole cada parte que conocía de esa historia con inicio raro pero final incierto

—Mira, comenzó así... —

Dirty ElizabethDonde viven las historias. Descúbrelo ahora