81

625 61 11
                                    

Ya le había permitido abrazarla, estaban recostados en la suave cama entrelazando sus piernas y permitiendo que el calor llamara a morfeo hasta dejarlos casi somnoliento. Elizabeth e sentía tan bien después de lo que le había dicho meliodas, imaginar la cara de aquel viejo hombre al decirle la verdad de la estúpida de su hija le causó una sonrisa. Oh por las diosas, sabía que sentirse bien por la desgracia ajena estaba mal pero no podía evitar sentirse tan bien después de enterarse que ella contrato a ese tipo que la golpeó e intentó violarla, esperaba que su desgracia durará mucho y perdiera todo lo que tenía.

—Ya deja de pensar en ella—

—Perdón mel, estoy furiosa. Esa maldita tabla se siente celosa de saber que te está perdiendo, solo quiere tu dinero, sabe que va a perder su fuente de ingresos —el blondo solo suspiro, acarició el cuerpo cabelludo de su diosa consiguiendo que está se relajada e sus brazos y siguió esperando—Me alegra saber que me prefieres a mi en vez de a ella—

—Siempre te preferir a ti, le escogería miles de veces, incluso aunque pasarán 3000 años siempre terminaría por escoger te a ti— su corazón empezó a palpitar con fuera ante esas palabras y se acurrucó en el fuerte pecho masculino con una sonrisa, sin embargo la duda seguía en su mente ¿debía confiar? ¿En verdad lo que meliodas le decía era la verdad o solo la estaba utilizando?.

Dirty ElizabethDonde viven las historias. Descúbrelo ahora