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—No te preocupes, odia a toda mujer que tenga mas pechos que ella—le susurro melascula mientras miraban de reojo como los casados estaban conversando amena mente. Se sentía celosa, quería ir, jalar a zaneri de los cabellos y luego sentarse en las piernas de meliodas, sin embargo no podía hacer eso. Lo que ama le enojaba era el hecho de que el rubio le sonreir de una forma hermosa y de vez en cuando tocaba su brazo, era su esposa, no la amaba solo lo hacía por apariencias pero aún así se ponía celosa.

Pensó en algo que seguramente lo haría enojar pero poco le importaba.

—Mi padre vendrá así que quiero que compres algunas decoraciones nuevas y que tus cocineros hagan comida de calidad. Mi padre odia la comida llena de grasa—

—Por supuesto linda— cualquier cosa con tal de que no los descubrieran, repudiaba llamarla así cuando la única  que consideraba su diosa era su linda albina celosa a sus espaldas pero no podía hacer más que eso. Desvío la mirada ligeramente hacia elizabeth poniéndose rojo al instante. Esa sucia mujer

Dirty ElizabethDonde viven las historias. Descúbrelo ahora