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—No me gusta que elizabeth este aquí— seguían hablando de lo la visita de su "adorado" suegro, meliodas usaba una almohada para disimular el bulto que el show de su albina le había causado. Ella jugaba sucio y eso le gusta y le aterraba a la vez

—Estamos hablando de la cena de tu padre, no de los empleados —zaneri hizo una mueca y golpeó la mesa con fuerza, diferente a lo que esperaba meliodas no se inmutó y siguió escribiendo lo que necesitaban y mandando mensajes de texto a su trabajo, era el jefe después de todo.

—Estoy hablando enserio meliodas. Ella no me cae bien—

—Si es por que tiene más pechos que tú considero que es una razón estúpida para odiarla—la cara de la castaña se puso roja de inmediato por su comentario y solo apretó sus puños—Escucha, elizabeth es una buena amiga mía y de todos los demás, hace bien su trabajo, nunca desobedece tus órdenes aunque te portes mal con ella y es una chica noble. Querer despedirla por celos te hace una mujer insegura zaneri — eso fue el como para la mujer, simplemente alzó su mano y le dio una sonora cachetada a su esposo que resonó por todo el lugar dejándolo pasmado. Nuevamente lo único que sucedió fue que el rubio se sobara la mejilla y mandara más mensajes por texto —Golpearme por qué digo la verdad también te hace una mujer insegura—

—¡Idiota! — tras gritar eso, zaneri tomó su bolso vuelta una furia y salió de la casa dando un portazo que llamó la atención de los trabajadores. No le importaba si se enojaba, ya iba siendo hora de darle un alto a sus abusos de poder

Dirty ElizabethDonde viven las historias. Descúbrelo ahora