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—Que agradable cena meliodas, se nota que estuvieron trabajando en esto—su suegro sonrió dándole una bocanada a su platillo solo para después probar el vino, zaneri sonrió orgullosa dándole un beso en la mejilla a su esposa y luego recargo su cabeza en su hombro. Meliodas deseaba tomarla de los cabellos y alejarla, aunque sabía que sería denunciado por violencia en verdad quería romperle esa cara operada a su "dulce" esposa. Lo único que pudo hacer fue tomar su cabeza y apartarla de un empujón liberándose de su agarre, se acomodo el saco tomando aire buscando su control y luego alejo su silla. De no ser por la presencia de su padre estaba seguro que zaneri le hubiera dado un buen golpe—¿Y como va su matrimonio? ¿Ya pensaron en tener hijo? —zaneri se atraganto con su bebida

—Oh si, yo ya lo he pensado—el viejo sonrio—Pero no lo sé suegro, creo que tal vez los tendría con otra mujer. Su hija es demasiado abusiva—si ella estaba roja por estarse ahogando ahora abrió sus ojos con sorpresa, el viejo en la mesa solo frunció el ceño y miró molesto a el rubio.

—¿A qué te refieres muchacho? ¿Acaso le has sido infiel a mi hija?—

—Pregúntele a ella, quizá ya esté embarazada de su chófer, de mi gerente mael o incluso de él cocinero de la taberna de la ciudad. No lo sé su hija se mete con medio mundo—

Dirty ElizabethDonde viven las historias. Descúbrelo ahora