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—Elizabeth yo no...no se si...—pero ella posó su dedo sobre ellos labios suaves de su amado para callarlo, meliodas se puso rojo hasta las orejas pasando su mirada oscura por cada curva de su cuerpo

—Shhh. Se que quieres —

—S-Si pero... —este se quedó sin palabras cuando ella empezó a llevar sus manos hasta su pecho solo para empezar a acariciarlo de arriba a abajo —Ellie, estas embarazada yo no quiero ser rudo contigo y lastimarte o... —

—Mel eso no tiene problema. No me lastimaras y de hecho es justo ahora cuando quiero que seas rudo conmigo.— este la miró atento—Mel, el sexo no es malo en el embarazo. ¡Es todo lo contrario! Y yo quiero que seas rudo conmigo—se acercó hasta su cuello para empezar a besarlo lentamente escuchando embelasada sus roncos gemidos —Por favor, tu conejita necesita de cariño... —ese susurro sexy, la forma en la que presionó su pene aún sobre la ropa y el chupón que le dejo

—¡Joder! —grito, antes e reaccionar meliodas ya la había arrojado a la cama, se había quitado el saco con rapidez y se lanzo a besarla empezando a apretar sus muslos con una gran fuerza. Debido a eso elizabeth rió entre gemidos, mierda, eso se sentía demasiado bien.

Dirty ElizabethDonde viven las historias. Descúbrelo ahora