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Habían pasado unos días y las cosas habían sido más divertidas de lo que se esperaba. Se había hecho amiga de todos ahí, había descubierto que pese a la agresividad de derieri ella era una chica increíble, monspeet era sereno y eso calmaba el temperamento de su mujer, galand y melascula eran una pareja apasionada y eso solo hacía que ansiara que meliodas llegara de el trabajo para saltarme encima. Él había sido el más contento en esa situación, aveces tenían sexo de forma salvaje que los dejaba exhaustos, aveces solamente se ponían a ver una película a escondidas y reían y reina, otras veces se pelearon pro desacuerdos como todas las parejas pero se contentaban rápido y aveces solo la abrazaba tan fuerte que la levantaba de el suelo. No le importaba nada, quería llegar lo más lejos que se pudiera con tal de tenerlo solo para ella y convertirse en la señora de ese lugar

Su obstáculo no era nada más que su esposa, desde que meliodas se la presentó como una nueva empleada le había dedicado unos ojos furiosos. ¿Sospechaba algo de ellos? ¿Acaso los había escucho antes? No lo sabía, y aunque meliodas la había calando con un beso asegurándole que ella no sabía nada le asustaba; porque sabía bien que esa mujer era la única capaz de separarlos.

Dirty ElizabethDonde viven las historias. Descúbrelo ahora