Ada Walk fue obligada a casarse con un hombre que no amaba y su vida se convirtió en un infierno, hasta que un día su esposo contrató un nuevo guardaespaldas para protegerla.
Y controlarla.
Pero el momento en que el misterioso hombre pone sus ojos s...
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ADVERTENCIA: Esta historia contiene personajes violentos, abuso sexual, maltrato físico y psicológico y temas que podrían afectar la sensibilidad de algunos lectores.
Historia ++21
Capitulo 1: Hasta que la muerte nos separe.
"El mundo rompe a cualquiera. Muchos se hacen fuertes en los sitios rotos. Pero los que no se rompen, mueren"
(Ernest Hemingway)
—¿Aceptas a Ramses Olsen como tu esposo para amarlo y respetarlo hasta que la muerte los separe?
La iglesia se quedó en silencio. Miró hacia las bancas, sus hermanos la miraban sin tener la mínima idea de lo que estaba ocurriendo realmente. Su padre se encontraba en la banca mas cercana a los novios listo para saltar si ella tenia la absurda idea de salir corriendo.
Su prometido frente a ella le sostenía las manos con tanta fuerza que estaba perdiendo la sensación en los dedos. El padre esperó pacientemente a que ella respondiera.
"No, no quiero ¡No quiero! Sáquenme de aquí maldita sea, no quiero esto. Por favor alguien sáqueme de aquí!"
—Aceptó— dijo con voz firme pero carente de cualquier alegría. Si los demás invitados lo notaron no le importó.
Se tragó las ganas de hecharle a llorar mientras el novio le quitaba el velo blanco del rostro y tiraba de ella para besarla.
Ada quiso escupirle cuando sus labios se encontraron pero se obligó a quedarse quieta. El apestaba a una colonia demasiado dulce y sus labios estaban resecos y rasposos.
Solo pudo respirar correctamente cuando él se alejó de ella.
—Por el poder que me concede Dios los declaró marido y mujer.
La sala se llenó de aplausos de alegría, Ada pudo ver que el único que no aplaudía era su hermano Azael, era el mayor de sus hermanos varones y la miraba con esa expresión analítica que le había heredado a su madre. Él sabía que algo no iba bien pero no parecía tener la intención de hacer nada al respeto.
Como siempre ella estaba sola.
Se tenia solo a si misma para salvarse.
La fiesta después de la boda fue un momento aún mas miserable que la boda. Ramses no le soltó la mano en ningún momento, la mano había pasado de dolerle a no sentir nada en absoluto y cada vez que quería soltarse él la apretaba mas fuerte.
Ella sentía como si su nuevo esposo estuviera tirando de una correa que le impedía irse.
Tenía que someterse a todas las felicitaciones y buenos deseos de personas que ni siquiera le importaban. Finalmente su padre se acercó a la mesa de los novios y ella quizo salir corriendo mas que nunca pero levantó la cabeza y le plantó cara sin dejarle ver su temor ni su desesperación.