Skyler Snow Thompson
―¡Los columpios! ―grito.
Soltando mi mano envuelta perfectamente en la suya, corro hacia ellos, sin pensar en nada más que en mi niñez perdida y la nueva libertad con la que podré probar estas cosas. Jamás pensé que terminaría de esta manera, emocionándome por algo que los demás tomarian como cotidiano. Cualquier niño se ha subido a un columpio excepto yo. ¡Es mi turno!
Donovan me sigue por detrás, siento su presencia cerca. No hay casi nadie dando vueltas excepto los que se ejercitan, así que él puede relajarse un poco más. No hace falta una segunda mirada para saber que es todo un ermitaño que odia salir, su postura un poco tensa y alerta hace que dude un poco sobre mi decisión de traerlo conmigo. Estábamos caminando, recorriendo la zona mientras respiramos aire fresco hasta que nos topamos con este parque. No pude evitarlo. Puedo hacer lo que quiera ahora mismo, no tengo a mi madre aquí para que me regañe o me arrastre a casa.
Mi mano aún pica por el tacto de Donovan y sus extraños toques a mi alrededor. Hemos dicho que somos amigos pero no he sabido de ninguno que se de la mano de la forma en que Donovan lo hace conmigo. Ni bien salimos de los dormitorios se ha aferrado a mí como si quisiera tenerme cerca y cuidarme de cualquier mal que pueda atacarme.
Dios, ¿por qué no puedo dejar de pensar en eso? No puedo evitarlo, cada uno de sus toques envía corrientes eléctricas cargadas de poder a todo mi cuerpo, haciendo reaccionar todas esas partes de las que nunca oí hablar. ¿Mis pezones endureciendose ayer? Nuevamente elevados por su toque. Definitivamente no es por el frío.
Solo es... Donovan.
Siempre es Donovan.
Lo veo mientras me subo al columpio. Se ve incomodo, fuera de lugar mientras el viento despeina su cabello negro y sus ojos grises escrudrinan nuestro alrededor por una posible amenaza. Incluso de esa manera se ve grandioso e imponente. Su gran altura y su contextura son la única fuente de atracción para mí. Solo puedo verlo a él, su forma de andar, de moverse hacia mi mientras absorbe toda la información nueva. Eso me hace sospechar y preguntarme si es su primera vez en un parque también. Si no fuera así ¿por qué se comporta de esta manera?
Los iris del color del cielo en un día lluvioso se enfocan en mí una vez se asegura de que todo está despejado. Por la hora que es dudo que alguien más aparezca un domingo así que me limito a sonreírle y esperar que llegue a mi lado. Mis piernas se balancean un poco, sin poder esconder el entusiasmo que recorre mis venas. Estoy sonriendo como nunca y está únicamente dirigida hacia él. Donovan lo ve y parece temblar, pero no detiene su lento caminar.
―¿Me empujas? ―le pregunto cuando está lo suficientemente cerca.
Su mirada grisácea recorre la estructura del columpio, analizando si es estable y confiable. No me importa nada de ello, solo quiero probarlo aunque sea una vez en mi vida. Experimentar la libertad que los niños sienten al balancearse en el aire.
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Furia ilegal
Romance~ESTE LIBRO CONTIENE ADVERTENCIAS DE CONTENIDO~ Intenso, feroz y jodidamente adictivo. "Un enorme luchador clandestino, el rey del hielo más temido de la universidad y el tipo más terrorífico del campus" Hay muchas palabras para describirlo. Es una...