~ESTE LIBRO CONTIENE ADVERTENCIAS DE CONTENIDO~
Intenso, feroz y jodidamente adictivo.
"Un enorme luchador clandestino, el rey del hielo más temido de la universidad y el tipo más terrorífico del campus"
Hay muchas palabras para describirlo. Es una...
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Donovan Hunter
No podremos ver a nuestra bebé crecer.
Abrir sus ojos por primera vez y mirarnos fijamente a nosotros, sus padres. No podremos disfrutar de su crecimiento y frustrarnos con esas noches en vela para cuidarla en turnos. No festejaremos sus primeros balbuceos, ni sus primeras palabras, ni siquiera sus primeros pasos.
No la veremos crecer. Ser una niña feliz, dulce e inquieta. No la veremos cautivar a todos con sus hermosos ojos inocentes ni hacer rabietas cuando las cosas no salgan como ella quiere.
No la veremos volvernos locos. No la veremos desafiarnos ni reír con nosotros.
Bennet nos arrebató eso. Nos quitó ese futuro.
Ahora es solo una fantasía que deseo tener en cada uno de mis sueños más hermosos.
Lo que podría haber sido si él no...
Mi cerdita habría sido muy feliz.
Nosotros hubiéramos hecho todo para garantizarle eso. Y que se joda el mundo si alguien se atrevía a hacerle daño.
Pero ni siquiera nos ha dado la oportunidad.
Nos la quitó antes de todo eso.
No pudimos saber si somos buenos padres. No tuvimos la oportunidad de aprender, de equivocarnos, ni siquiera de intentarlo con todas nuestras fuerzas.
Ya no está.
Y Skyler probablemente no podrá tener otro.
Eso es lo que más me duele. Mi niña estaba ilusionada con la idea de tener a un ser humano que tiene parte de ambos en sus venas. Ella no dejaba de acariciar su pequeño estómago, de balbucear sobre lo hermosa que sería nuestra cerdita y de planificar todo para que no tuviéramos problema cuando llegara la hora del parto.
Le compré libros.
Carajos, le compré muchos libros y ella gritó cuando los vió. Hablaban sobre maternidad y embarazo, ella... estaba jodidamente ilusionada.
Porque no importa la edad que tengamos, somos adultos y podemos enfrentar mil cosas. Un hijo no va a robarnos ninguna puta felicidad. Skyler y yo viviamos en una fantasía, a la espera de su llegada.
Bennet nos lo quitó en cuestión de horas, de segundos y de minutos.
Skyler no podrá vivir de nuevo esa fantasía.
Si tuviera la oportunidad, lo asesinaría yo mismo por dejarla sin esa oportunidad, además de todas esas jodidas que cosas que le hizo. Pero carajos, ahora que lo pienso con más tranquilidad, me duele el hecho de que ella... aunque quisiera en un futuro... no pueda volver a sentir el embarazo.
Tener a nuestro niño o niña en su vientre, susurrarle cosas en la noche mientras acaricia su estómago en crecimiento. No tendrá náuseas matutinas, cambios de humor ni ataques por comer chocolate.
