~C A P I T U L O S O R P R E S A~
Skyler Snow Thompson
Sus palabras me dejan boquiabierta todo el almuerzo tardío. Si bien no hablamos y nos limitamos a comer, mi cabeza se la pasa buscando razones lógicas para entender el motivo para decirme eso. ¿Qué no maldiga? ¡Donovan siempre lo hace!
El recuerdo hace que quiera volver a patalear como una niña pero me detengo. Hay una cosa que es cierta, no había empezado a maldecir tanto desde que me encontré con él, pero igual. No tiene derecho a decirme... bueno, exigirme, que no diga algo que él siempre dice.
Ni siquiera se me ocurre qué decirle luego de eso. Solo comemos en silencio, yo dos sandwiches y él como... ochocientos. No lo sé. Pero menos mal que he comprado muchos porque con las ansias que los devora, era probable que se quedara con hambre.
Unas pocas horas después de ello, mi cabeza va a explotar, y cuando miro hacia la pequeña ventanita ubicada demasiado alto en una de las paredes, noto que la luz de la tarde está siendo opacada por la de la noche. Los hermosos colores del atardecer pintan el lugar y mis ojos cansados beben el paisaje. ¿Cuánto tiempo estuve estudiando?
Refriego los ojos y bostezo detrás de mi mano antes de buscar con la mirada la silueta de Donovan. Luego del almuerzo me había concentrado tanto en tomar apuntes y estudiar que por momentos me he olvidado de su presencia hasta que él respiraba fuerte o gemía por el esfuerzo. Hizo tantas cosas en su entrenamiento que no puedo creer cuanta resistencia tiene. Si tuviera que hacer todo ese ejercicio, terminaría desmayándome en la primera media hora. Demonios, ni siquiera creo poder alcanzar eso. ¿Todos los días entrena así? ¿Por qué me necesita aquí?
Es decir, prefiero estar con Donovan antes que con Jessica, pero aun así quiero saber los motivos. Yo siempre quiero saber los "por qué" cuando tiene que ver con Donovan.
―Demonios, ¿qué hora es? ―pregunta exaltado, sus ojos amplios como si no supiera en qué mundo se encuentra parado. Deja lo que sea que estaba haciendo simplemente para comenzar a rebuscar por todo el sótano algunas cosas. Un segundo después, aparece desde su habitación con un bolso.
―Uhm,.. ―miro la hora en mi pequeño celular ―Son las seis y cuarto.
Eso hace que sus movimientos sean más rápidos y desesperados, y no puedo moverme de mi asiento por lo confusa que estoy. ¿Qué está pasando? ¿Por qué se está comportando de esta manera?
―¿Qué sucede? ―pregunto, comenzando a guardar mis pertenencias también. Debe estar haciéndolo por algo, ¿se supone que irá a algún lado y no me dijo? ¿Por qué estoy aquí si tiene planes?
―Debemos irnos.
―¿Irnos? ¿Adonde?
Lo miro cambiarse sin pudor o timidez frente a mí, su espalda dando directamente a mis ojos que lo absorben con desesperación. Pero entonces se saca los pantalones y mi corazón comienza a latir con rapidez por la sorpresa. Ni siquiera espero su siguiente movimiento, porque también se saca los boxers hasta quedar completamente desnudo.
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Furia ilegal
Romance~ESTE LIBRO CONTIENE ADVERTENCIAS DE CONTENIDO~ Intenso, feroz y jodidamente adictivo. "Un enorme luchador clandestino, el rey del hielo más temido de la universidad y el tipo más terrorífico del campus" Hay muchas palabras para describirlo. Es una...