Gracie Rose White
No se si soy estúpida o masoquista.
Realmente estoy en la duda, porque ¿qué demonios me poseyó en ese instante para aceptar darle una oportunidad? Carajos, si antes era un grano en el culo, ahora...
―Bien ―murmura, agitando su cabeza en un asentimiento rápido y emocionado, viéndose como si estuviera intentando esconder la emoción pero no puede lograrlo. Nunca lo vi tan radiante mientras deja mis inestables pies para levantarse del suelo, algo tambaleante por la alegría y la sorpresa. ―Ah, carajos. ¡Me dijiste que sí!
Da un saltito.
El enorme jugador de fútbol americano, tan varonil y fortachón, acaba de saltar sobre sus pies como un jodido niño de cinco años.
Mi corazon da un puto vuelco.
Ejem... quiero decir, se retuerce con dolor por lo asqueroso que es verlo hacer...
―¡Bien, demonios! ―sigue, avanzando de un lado al otro y respirando con ansiedad. ―Estás aquí, conmigo, y acabaste de...
―¡SHHH! ―un sonido lo interrumpe antes de que la señora de la biblioteca se asome desde una pequeña esquina ―Es una biblioteca. Callense.
Harry inmediatamente me señala sin siquiera verme.
―Ella fue.
La mujer de hermosos ojos verdes y cabello largo canoso le frunce el ceño mientras yo hago un enorme esfuerzo por no golpear la mierda fuera de él. Ni siquiera puedo moverme ahora mismo.
Que mi falda esté bien puesta, que mi falda esté bien puesta.
Aprieto los dientes.
―Yo no...
―No me importa. Cierren la boca o vayanse. ―entonces sus ojos se posan en mis zapatos―Y limpien el agua que se les cayó, no quiero que alguien se resbale y se haga daño.
¿Agua que...?
Miro hacia abajo antes de sentirla alejarse entre las hileras altas de estantes, y cuando noto lo que acaba de señalar, me paralizo.
Harry, por otro lado, estalla en una risa lo suficientemente silenciosa como para que la señora no vuelva.
Mis mejillas enrojecen y sin dudarlo me lanzo hacia él para golpearlo. Retiro lo dicho. No le daré ninguna oportunidad. Es un hijo de...
Pero entonces agarra mi muñeca en el aire, haciendo que mi cuerpo choque con el suyo, y cada centímetro de mi cerebro se evapora cuando su rostro queda a solo un milímetro del mio. Puedo ver sus hermosos ojos verdes, su piel morena jodidamente envidiable y ese cabello que no pude evitar apret...
Sus ojos bajan hacia mis labios, la tensión acumulándose de repente entre nosotros, como si hubiéramos vuelto a aquel momento donde me acorraló contra la biblioteca, abrió mis piernas y...
ESTÁS LEYENDO
Furia ilegal
Romance~ESTE LIBRO CONTIENE ADVERTENCIAS DE CONTENIDO~ Intenso, feroz y jodidamente adictivo. "Un enorme luchador clandestino, el rey del hielo más temido de la universidad y el tipo más terrorífico del campus" Hay muchas palabras para describirlo. Es una...