~ESTE LIBRO CONTIENE ADVERTENCIAS DE CONTENIDO~
Intenso, feroz y jodidamente adictivo.
"Un enorme luchador clandestino, el rey del hielo más temido de la universidad y el tipo más terrorífico del campus"
Hay muchas palabras para describirlo. Es una...
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Narra lelu la mas linda del mundo mundial esposa de Harry mi bebé
Once años después. (FUAAAAAA)
Los tatuajes de Donovan se multiplicaron, y esa pequeña y delicada cadena en su cuello ya tiene varios dijes importantes para él, acompañando a su camada de cerditos.
Su cerdita en el cielo, sus gemelas cerditas mayores, sus gemelos cerditos menores, Archie con su pequeña tortuga, Sussy con su mono violeta y por supuesto, Alice con su delicada mariposa. Cada uno forma parte de la piel de Donovan y ese perfecto collar que no se quiere sacar por nada en el mundo.
Son todo su Universo. Los lleva a todos lados.
Y ahora, viéndolos a todos tan crecidos, Donovan se siente muy viejo. Aun a sus casi cuarenta y tres años sigue enérgico y radiante, porque ya saben... uno envejece porque deja de moverse, y Donovan es un culo inquieto. Ese hombre no puede dejar el deporte ni aunque lo apuntaran con un arma. Pero aun así, la sensación de que ha pasado por mucho en su vida, hace sentir su alma como un alma vieja.
Ni siquiera le importa tener una o dos arrugas en las esquinas de sus ojos. Skyler le hace sentir que con cada segundo que pasa, él se ve más bueno.
Y ni hablar de ella. Donovan nunca verá el día en que esa mujer deje de poner dura su polla. Tiene treinta y nueve años, parió a cinco hijos y sigue pareciendo de veinticinco. La vida definitivamente está de su lado.
Pero lo más extraordinario es sentirse pleno y conforme con todo lo que tiene, lo que ha logrado y conseguido, y ver como todos sus niños siguen creciendo. Es gratificante ver que...
―¡Idiota, ven aqui!
Donovan cierra los ojos, armándose de valor mientras cierra lentamente el libro para no explotar (o reírse). Tienen suerte de que Skyler no esté en casa.
Abriéndolos nuevamente, ve a Dustin entrar a la sala corriendo, con Duncan persiguiendolo por detrás.
¿Cuándo será el día en que tenga un momento de paz? Solo eso pido.
Donovan enfoca sus ojos en sus hijos de once años y se cruza de brazos, sin despegar su atención de ellos, quienes ni siquiera se dan cuenta de que él está ahí... leyendo en el sillón.
―Alto. ―gruñe por lo bajo, y como por arte de magia, los gemelos tiemblan y se detienen en seco antes de girarse hacia su padre. Siguen viviendo en la misma casa enorme en donde criaron a todos sus hijos, y a pesar de los años que pasaron, el lugar sigue igual. Una que otra reforma, pero sigue igual.
Un poco más desordenado, quizá. Pero igual. Con tantos niños es imposible tenerlo ordenado por mucho tiempo.
―¿Qué demonios les pasa? ―suena autoritario, una pregunta que eriza los pelos de los gemelos, y que... bueno, a los oídos de todas... suena sensual.
