Skyler Snow Thompson
Después de ese... episodio locamente sexual y desinformado, pero puramente carnal y desesperado, tuve que darle una pequeña charla a Donovan para que entienda y acepte el hecho de que debemos usar condones, por lo menos hasta que llegue el día de mi turno con la ginecóloga. Hasta ese entonces, mi enorme hombre construido con las piezas perdidas de un tanque de guerra, deberá enfundarse los globitos para no tener ninguna... sorpresa. Pero también soy inexperta, por lo que intenté enseñarle con bananas antes de dejarlo probar por su cuenta con su gigantesco pe...
De todas formas, me gané varias miradas molestas de su parte, como si fuera mi culpa que no pueda meterse en mi interior sin ninguna barrera. No le conté el desafortunado incidente con las pruebas de embarazo, no estoy lista para ello y mucho menos ahora, pero en ese momento me sentí demasiado tentada a soltarlo porque...¡No es mi culpa que sus renacuajos puedan llenar mi estómago para engendrar a otro ser humano!
No puedo creer que dije renacuajos.
Sin embargo, no era como si le hubiera dejado mucho tiempo libre para seguir molesto. Invertí nuestro preciado tiempo en envolver su polla con mi boca y hacerle olvidar todo sobre los condones que había en el fondo de mi mochila. Mi coño adolorido me impedía hacer algo más que una buena y dura mamada.
Pero eso hizo feliz a mi bestia, y por ende... a mi.
Nos pasamos los fines de semana siguientes en la cama. Tenía que empezar algunos proyectos, pero tenía tiempo para terminarlos después, por lo que, cada vez que podía, lo arrastraba conmigo para ver algunas películas que pudimos robarle al "chico de las películas" que siempre nos proveía. Me había acercado sigilosamente a él, para pedirle prestado algunas mas porque esto de robárselas cuando no estaba no me gustaba. Además, tuve que devolverle las que ya habíamos visto. Donovan ni siquiera se imagina que lo hice, y por la forma que me miró Lio -asi le solían decir- estoy segura de que nunca lo sabrá. Me tenía tanto miedo como a Donovan, como si yo pudiera hacerle algo con mi pequeña estatura y falta de músculos. De todas formas, me prestó las películas que tenía de su novia porque ella amaba las comedias románticas y estaba seguro de que me gustarian. Me dijo que quizá no le atraería mucho a Donovan, pero que aun así lo intentara.
Donovan quedó tan flechado por cada película que vimos que se la pasó con sus ojos pegados a la enorme televisión, con su pulgar acariciando mi muslo y un millón de preguntas sobre lo que pasaba en la trama y no lograba entender. Jamás pensé que llegaría al punto de explicar tantas cosas que se consideran cotidianas o fáciles de entender, pero aquí está Donovan demostrando que puedo hacerlo.
No es que me haya molestado, en realidad me pareció demasiado tierno como para olvidarlo. Suena tonto pero siento que estoy enseñandole pequeñas cosas a un niño de seis años cuando un torrente de preguntas comienza a salir de su boca y ese ceño fruncido lleno de confusion se asienta en su frente. Es... adorable, incluso cuando lo recuerdo.
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Furia ilegal
Romance~ESTE LIBRO CONTIENE ADVERTENCIAS DE CONTENIDO~ Intenso, feroz y jodidamente adictivo. "Un enorme luchador clandestino, el rey del hielo más temido de la universidad y el tipo más terrorífico del campus" Hay muchas palabras para describirlo. Es una...