Joaquín:
Apago la lámpara de Maddie y la coloco en su cuna cuando dos faros cruzan mi entrada. Durante horas, intenté llamar a Emilio para contarle sobre Eduardo, solo que su teléfono mandaba al buzón de voz cada vez.
Por un momento, me pregunté si me habría bloqueado y al final de la noche estaba convencido de que me había ignorado por completo, lo que solo me hizo
pensar en todo esto aún más.Toda la noche mientras cuidaba a mi hija, hice gestos, forcé sonrisas e hice mi mejor voz de papá, pero nuestro pequeño intercambio seguía dando vueltas en mi cabeza, y no solo eso, sino que seguí enviando mensajes de texto furiosos a Eduardo, solo para borrarlos antes de que pudieran ser enviados.
Renata tenía razón: Emilio necesita lidiar con esto.
Tiene los medios y las conexiones.Y yo necesito mantener una distancia segura de Eduardo... por si acaso.
Me encuentro con Emilio en la puerta un minuto después y la abro antes de que tenga la oportunidad de tocar.
―Mira quién volvió. ―Me apoyo en el marco, con los brazos cruzados―. He intentado llamarte toda la noche.
―Apagué mi teléfono... fui a ver a Frankie.
Levanto una ceja, a pesar de que estoy más que molesto con él en este momento, soy un fanático de una historia de reunión familiar perdida hace mucho tiempo.
―¿Cómo te fue?
―¿Te importa si entro para que podamos hablar? ―él pregunta.
Dando un paso atrás, asiento con la cabeza.
―Acabo de dormir a Maddie, así que mientras te abstengas de levantarme la voz esta vez...Sus hombros se hunden y exhala, mientras sus ojos se suavizan.
―Lo siento, Joaquín. No debería haberte hablado así.
―No ―le digo―. No deberías haberlo hecho.
―Recibí esa llamada esta mañana, y simplemente... perdí la razón. Vi rojo y me fui a la yugular ―dice―. Me importa un bledo lo que la prensa escriba sobre mí, estoy acostumbrado a esa mierda, pero la privacidad y seguridad de Maddie es primordial, por eso estaba tan molesto y todavía lo estoy, pero he tenido algo de tiempo para calmarme, para pensar en nuestro próximo paso y...
―... fue Eduardo ―lo interrumpo.
Sus cejas oscuras se juntan.
―¿El vecino?
Asiento con la cabeza.
―¿Estás seguro?
―No al cien por ciento ―le digo―. Renata no me deja enfrentarme a él en caso de que haga algo loco, pero estoy seguro en un noventa y nueve por ciento.
―Sabía que ese tipo era un maldito imbécil. ―Emilio niega con la cabeza y clavan sus dedos en sus caderas―. ¿Cómo lo hizo?
―Vino anoche cuando estaba limpiando a Maddie después de la cena… salí corriendo a bañarla y dejé mi teléfono en la encimera. Estaba desbloqueado, estuve ausente unos diez minutos ―le digo―. Supongo que se envió las fotos a su teléfono, no tengo pruebas, pero es lo único que tiene sentido y él es el único que tendría una buena razón para hacer esto.
―¿Pensé que era tu amigo? ¿Por qué pondría en peligro eso?Mordiéndome el labio, mi mirada se posa en sus inmaculados mocasines.
―Está muy celoso de ti, de tu nuevo lugar en mi vida, por decirlo así, y el otro día me besó.
La mandíbula de Emilio se contrae, sus manos se convierten en puños con los nudillos blancos, y el mismo parpadeo lívido que coloreó sus ojos hoy regresa.
―Lo voy a matar, maldita sea. ―Emilio se gira para alcanzar el pomo de la puerta, pero engancho mi mano en su codo y lo conduzco hacia atrás.
―Detente ―le digo.
―Te dije que era un desgraciado, ¿no es así? ―Respira con dificultad y ensancha sus fosas nasales.Levanto una mano a su mandíbula angulada y trazo las yemas de mis dedos por el costado de su cara, y con un tono paternal y relajante, le digo:
―Cálmate, ¿de acuerdo? Alterarse no va a solucionar esto y no te vas a ir a la cárcel por asesinato, eres demasiado guapo para estar en prisión.
Me las arreglo para arrancarle una sonrisa, pero se desvanece de todos modos.
―Entonces, ¿qué propones que hagamos?
―Enfrentarlo no servirá de mucho, él simplemente lo negará y la policía no va a hacer nada. Dirán que es asunto de los tribunales, necesitaremos una orden judicial para detener esto.

ESTÁS LEYENDO
Mr. Perfect Match || Emiliaco M-preg
FanfictionTodo lo que quería era un bebé. ¿Sin un papá? No hay problema. Para eso están los donantes anónimos... Contenido: 🔞 M-preg 🥉AFA como "Mejor M-preg"